Por Carlos M. Rodríguez C.
Artículo 152. “Las relaciones internacionales de la
República responden a los fines del Estado en función del ejercicio de la
soberanía y de los intereses del pueblo; ellas se rigen por los principios de
independencia, igualdad entre los Estados, libre determinación y no
intervención en sus asuntos internos, solución pacífica de los conflictos internacionales,
cooperación, respeto de los derechos humanos y solidaridad entre los pueblos en
la lucha por su emancipación y el bienestar de la humanidad. La República
mantendrá la más firme y decidida defensa de estos principios y de la práctica
democrática en todos los organismos e instituciones internacionales”.
Realmente la
capacidad de asombro no tiene límites.
Cada cosa que ocurre en el ámbito de nuestra revolución bolivariana nos
deja atónitos, y no justamente por la efectividad de los mismos: “ni lo uno ni
lo otro sino todo lo contrario” como diría el innombrado.
No hace ni diez días
que Venezuela preside el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y
comienzan a desvanecerse los principios revolucionarios de la Revolución
Bolivariana a nivel de las políticas internacionales, siendo lo peor que
nuestro representante, nuestro embajador (o sea el presidente de turno de dicho
consejo y vocero del gobierno nacional ya que dichas decisiones no se toman
unilateralmente) lo “expone orgullosamente”.
Ocurre
como el cuento del camarada vecino del barrio “Los Sin Techos” que se ganó el
único billete ganador del acumulado en el Kino. Al otro día estaba mudado para
el Contri Club. Que revolución del “carajo”, sabroso es tomar Whisky…fue su
respuesta. Es decir, cambiar las bolas criollas por el golf, el quinchoncho por
el caviar, el Chevette por la Ford Runner… Algo parecido.
Tanto
que luchó nuestro Comandante Presidente en defender la soberanía nacional ante
los órganos del imperio y sus secuaces. De estimular a los países más oprimidos
para romper las cadenas del yugo gringo y sus aliados. De impulsar la
independencia política, de fomentar la insubordinación caribeña, andina y
africana. De denunciar la intromisión de los órganos internacionales de la
burguesía en los asuntos internos de los países. Como dijo el Libertador: “He
arado en el mar” sería la exclamación de nuestro Comandante Eterno desde el
Cuartel de la Montaña y en cualquier parte del Universo en que se encuentre.
Ahora resulta que Corea
del Norte representa un peligro a la paz mundial por haber probado con éxito un
misil de largo alcance, cuyo objetivo es garantizar su seguridad en caso de una
eventual y real posibilidad de agresión por parte de los E.U. y Corea del Sur.
De poner en órbita un satélite, con tecnología propia, Pyongyang explicó que el
ejercicio certifica la necesidad de este país de defender su soberanía y
derecho a la subsistencia ante las amenazas nucleares por parte de fuerzas
extranjeras a fin de asegurar la paz de la península coreana y la estabilidad
regional. De ensayar con éxito una bomba de hidrógeno con fines disuasivos. Ese
ensayo constituye una medida para proteger a la RPDC de amenazas nucleares de
parte de fuerzas hostiles encabezadas por Estados Unidos.
En vez de estar
defendiendo el derecho de los pueblos amenazados por las fuerzas imperiales
para que organicen sus propios
mecanismos de seguridad nacional, de estimular su libre determinación al
desarrollo tecnológico y científico con fines defensivos, de promover medidas
eficientes para sancionar a Israel de su política genocida contra los
palestinos, De defender efectivamente al pueblo y gobierno Sirio de los actos
de terrorismo del Estado Islámico y condenar públicamente el apoyo prestado por
los E.U., Turquía y Francia; de presionar a Ucrania para que paralice sus actos
de violación de espacio territorial a Rusia; de condenar y presionar para
paralizar el expansionismo de la OTAN; de promover acciones contra la ocupación
ilegal de Las Malvinas por Inglaterra, de promover acciones contra Irán, de actuar
para detener las matanzas de la población en el África por los grupos
terroristas al mando de occidente…
Como en el mundo de
las relaciones internacionales todo tiene explicación y es producto de las
negociaciones por parte de los países
que integran el Consejo Permanente, no conozco el precio de tal medida. No sé
cuánto podrá valer paralizar las investigaciones por hechos de corrupción, o
flexibilizar los mecanismos para hacer una apertura al mercado norteamericano
en tiempos de crisis nacional. Pero si estimo el costo de la misma.
Pronto nos veremos
renunciando a los derechos de soberanía sobre nuestro territorio nacional,
renunciando a las 12 millas marinas de espacio marítimo y áreas subyacentes, de
eliminar la soberanía sobre nuestro espacio aéreo, de volver a nuestra política
de compra de equipos militares a los E.U., de desmontar a nuestros satélites
Simón Bolívar y Francisco de Miranda, de desactivar el sistema de defensa
aérea, de rescindir los contratos para
compra de equipos militares a Rusia y China, y pare Ud. de contar. Es decir, en la acera del frente. Y nos
ufanamos del autogol.
Por ahora nos pusimos
en el último lugar de la cola de los países que le besan el trasero al imperio
y nos ufanamos de lo mismo constituyéndonos en el hazme reír de los países que
se oponen al imperialismo, el coloniaje y el anexionismo.
Y hasta podríamos
votar por la continuación del bloqueo a Cuba, si es que los E.U. y la OEA lo solicitan.
O sea.
Revolucionarios de
pié a vencer. Ni un paso atrás.
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