Por Carlos M. Rodríguez C.
Después de 30 días del proceso
electoral que posicionó a la derecha en la Asamblea Nacional, tiempo de
larga y angustiosa espera, el Pte.
Maduro dio a conocer el nombre de sus ministros, así como la nueva forma de
enfocar la problemática del país, en todas sus dimensiones, especialmente la
económica y la social.
Según palabras de Maduro, se intenta
reestructurar los procesos económicos en todos sus órdenes, consumo,
producción, captación de capitales, cambio, empleo, inversión, así como la
inversión social en torno a los problemas ingentes tales como vivienda, salud,
servicios públicos, etc. de una manera prístina, eficiente y a tiempo para
atender las necesidades prioritarias de la población, a través de una
planificación centralizada pero desconcentrada, que permita la interacción de
los diferentes entes del estado en un abordaje en equipo para mayor y mejor
efectividad en las acciones.
De tal manera que organizó un nuevo
equipo de gobierno, un nuevo gabinete, un nuevo cuerpo de comandantes que
dirigirán las columnas revolucionarias en el proceso de construcción del
socialismo en Venezuela durante estos próximos dos años. Además abrió nuevos
frentes en el área de agricultura urbana, producción pesquera y otro a fin de
darle cuerpo a la producción alimentaria del país, uno de los aspectos básicos
que necesitan ser atendidos para solventar la problemática del país.
Se trata de una recomposición de
fuerzas, de un reagrupamiento luego de la derrota sufrida en la batalla por la
A.N, y se corresponde con el sentir del colectivo chavista y no chavista, por
redimensionar las estrategias contra la guerra económica, la guerra mediática,
la guerra de asimétrica que está librando el imperio a través de sus lacayos
dentro y fuera del país.
En esta primera etapa parece que hay
claridad en cuanto a la revisión del mapa de las debilidades, fortalezas,
amenazas y oportunidades y, por la información del Presidente Maduro, se están
diseñando estrategias que se corresponden
con la realidad. Igualmente el cuerpo de oficiales a los que corresponde asumir el mando en la
actuación cada una de ellas.
Falta tres cosas importantes: primero,
los oficiales que van a acompañar a los comandantes (Viceministros, Directores
de Despacho, Presidentes de Fundaciones, Directores sectoriales, directores de
línea, coordinadores regionales, etc.). Es necesario hacer una selección que
permita que dichos funcionarios estén realmente consustanciados, comprometidos,
identificados con los ideales de la revolución socialista bolivariana. De no
ser así los esfuerzos por construir un plan de abordaje de carácter urgente, se
perderán. Un viceministro, director de
despacho, coordinador regional que no mantenga las líneas de acción, la
supervisión permanente, la evaluación de los procesos no aportará nada a la
revolución, más bien obstaculizaría su marcha, su evolución.
La tropa, los empleados, obreros que estarán
a cargo de la realización de las funciones, de las tareas, las asignaciones, el
control de los ingresos, de los egresos,
ejecución de los programas, etc. Es necesario establecer mecanismos para que
los trabajadores, los empleados, tengan sentido de pertenencia, conciencia de
servidores públicos, comprometer pero incentivar. Es fundamental superar las
diferencias laborales con las que a los empleados de alto rango disfrutan de
beneficios que los obreros, trabajadores de base no reciben. Ellos constituyen los músculos, las manos,
las piernas, del proceso social, sin su aporte la eficacia y la eficiencia son
imposibles.
En consecuencia, es fundamental
establecer mecanismos de control permanentes y efectivos para controlar la
corrupción, la ineficacia, el despilfarro, la burocracia, el matraqueo y para
garantizar la atención pronta al pueblo.
Por supuesto, falta un elemento esencial.
El Partido. Es necesario cambiar la estructura y la visión del partido. Dejar
de ser un partido de electoralista para constituirse en un aparato político, formador
de cuadros, concienciador de la población, activador de los proyectos
comunitarios, apoyo a las comunidades.
Queda muy poco tiempo para revertir la
derrota en victoria, para enraizar la conciencia política, la conciencia
social, en el pueblo venezolano, tal como era el sueño de nuestro comandante
eterno.
No faltan las aves agoreras quienes
supuestos chavistas apuestan al fracaso de la revolución, al fracaso del gobierno
del Pte. Maduro. Quienes, agobiados por el personalismo, el egoísmo pretenden
convertirse en los artífices del proceso revolucionario, olvidando que el
actor, el verdadero constructor del socialismo es el pueblo.
En este momento, en que el futuro de
la patria está en peligro, que está amenazada por el fascismo, por el
imperialismo, por la derecha recalcitrante. Que los logros de la revolución
están amenazados de muerte, es necesario ponernos firmes a la orden de nuestro
gobierno, vigilantes, contralores, pero alerta con el enemigo que es poderoso y
peligroso.
Como dijo Ribas en La Victoria:
“Necesario es vencer”
Patria, socialismo o muerte.
Venceremos
carrodcas@gmail.com
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