sábado, 10 de septiembre de 2016

Giordani, Navarro, Ana Elisa: ¿Por qué Chávez no los seleccionó como sus sucesores?


 

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 Leyendo los “sesudos” analistas en lo que ahora se han convertido algunos exministros y altos funcionarios del gobierno de Chávez, la pregunta que nos asalta inmediatamente es: ¿Por qué si el Comandante sabía de las enormes cualidades que estos compatriotas dicen tener, no los eligió  como su sucesor en     aquella emblemática alocución del 8 de diciembre de 2002, cuando, entre otras cosas trascendentales nos dijo lo siguiente?:
“El compañero Nicolás Maduro, un hombre revolucionario a carta cabal, un hombre de una gran experiencia, a pesar de su juventud; de una gran dedicación al trabajo, una gran capacidad para el trabajo, para la conducción de grupos, para manejar las situaciones más difíciles. Lo he visto, lo hemos visto. … ¡Cuánto, cuánto…! En cuántas situaciones, en cuántas circunstancias hemos visto, y yo en lo personal, a Nicolás, acompañarme en esta difícil tarea, allí en distintos frentes de batalla”… http://www.psuv.org.ve/temas/noticias/transcripcion-completa-palabras-presidente-chavez-su-ultima-cadena-nacional-081212/#.V9P7cVvhDIV.
Esos exministros y militares que estuvieron durante varios años con Chávez ocupando puestos claves con lanza en ristre se abalanzan ahora contra la actual gestión de gobierno de Nicolás Maduro endilgándole calificativos de prepotencia, ignorancia supina, incapacidad, falta de preparación, entrega al capitalismo y otros  sin ningún miramiento y obviando total capacidad de autocrítica hacia la gestión que ellos tuvieron. Es como si ante los errores y deficiencias que existen y en caso de ocurrir alguna catástrofe político-económica contra el gobierno bolivariano que, invariablemente afectaría a nuestro pueblo, ellos se aparecerían compugnidamente a decir: “Lo lamentamos, pero lo veníamos diciendo”.
Eso me recuerda tanto, a horas de conmemorarse el 43 aniversario del derrocamiento y asesinato de Salvador Allende, a muchos intelectuales chilenos que hicieron de la crítica destructiva hacia el gobierno de la Unidad Popular en 1973, una herramienta más en la justificación de ese desenlace contra el gobierno y contra el pueblo de Chile.
Hugo Chávez, como ya todos sabemos era un sagaz estratega y por algo no decidió seleccionar a esos compañeros de ruta en la difícil situación que le tocó enfrentar. Ese 8 de diciembre Chávez explicó: “Nicolás Maduro no sólo en esa situación debe concluir, como manda la Constitución, el período”.
Y para no dejar ningún espacio para la duda, para la incertidumbre, o para la natural aspiración que pudiese tener cualquier revolucionario, pero que podía llevar a un escenario de mayores divisiones y confrontaciones internas, expresó: “MI OPINIÓN FIRME, PLENA COMO LA LUNA LLENA, IRREVOCABLE, ABSOLUTA, TOTAL, es que —en ese escenario que obligaría a convocar como manda la Constitución de nuevo a elecciones presidenciales— ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Yo se los pido desde mi corazón”. Hay que revisar esa alocución de Chávez, no sólo su expresión verbal, sino corporal, gestual para dar un mayor énfasis a sus históricas palabras y para luego terminar diciendo:
“Es uno de los líderes jóvenes de mayor capacidad para continuar, si es que yo no pudiera —Dios sabe lo que hace—, si es que yo no pudiera, continuar con su mano firme, con su mirada, con su corazón de hombre del pueblo, con su don de gente, con su inteligencia, con el reconocimiento internacional que se ha ganado, con su liderazgo, al frente de la Presidencia de la República, dirigiendo, junto al pueblo siempre y subordinado a los intereses del pueblo, los destino de esta Patria”.
A muchos nos sorprendió la decisión de Chávez, pero entendiendo las permanentes amenazas que tiene el proceso bolivariano, tanto internas como externas, apoyamos dicha decisión tanto con el voto en las elecciones del 14 de abril de 2013. Por supuesto que las acechanzas siguen, los enemigos han afianzado más aún los ataques de todo tipo contra el proceso que inició el pueblo acompañando la gesta de Hugo Chávez. Nicolás maduro, lo hemos dicho en otras oportunidades ha venido enfrentando de manera decidida todos estos embates. Ha cometido errores y él mismo los ha asumido. Chávez seleccionó a Nicolás Maduro y no a Giordani, Navarro, Ana Elisa u otros que pudiesen tener las capacidades “direccionales” del proceso. Y eso hay que entenderlo. Así de simple.
Hoy más que nunca se hace necesario entender la compleja trama que envuelve a la Revolución Bolivariana. Bienvenida la crítica, el cuestionamiento, pero en el marco de la defensa de este proceso que ahora lidera Nicolás Maduro, siempre con la palabra y la obra orientadora de Hugo Chávez.
Pero también es importante que desde el liderazgo del proceso, o eso que se llama el Comando Político de la Revolución se establezca el diálogo productivo y constructivo con estos compañeros que vienen haciendo señalamientos críticos para, en la lógica de las tres R chavistas, pueda desarrollarse un diálogo que permita superar diferencias de ópticas y de las decisiones que se vienen tomando. Cada quien asumiendo el rol que le corresponde jugar en la historia venezolana.

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