Ángel Guerra Cabrera
La celebración en
isla Margarita, Venezuela, de la XVII Cumbre del Movimiento de Países No
Alineados(MNOAL) demuestra el prestigio de la patria de Bolívar y
Chávez entre los 120 gobiernos integrantes de la agrupación pese a la
feroz campaña antivenezolana de los centros imperialistas y su jauría
mediática. Cabe recordar que la decisión de encomendar a Caracas acoger
la reunión y la presidencia del MNOAL hasta la próxima cumbre(2019), fue
tomada por unanimidad.
La cita es un reconocimiento a la
política exterior antimperialista, latinoamericanista, tercermundista y
solidaria de Venezuela, cultivada con esmero por el presidente Chávez y
continuada por su sucesor, Nicolás Maduro, con el brillante concurso de
la canciller Delcy Rodríguez.
Existe confianza entre los estados
miembros en el buen desempeño de Caracas al frente del MNOAL en un
periodo extremadamente difícil y complejo en el escenario internacional.
La crisis económica capitalista de 2009 se recrudece y ya se refleja en
la gigantesca y acelerada transferencia de recursos de los de abajo
hacia el capital por los nuevos gobiernos de Argentina y Brasil.
Independientemente de que uno llegara por un escuálido margen de votos y
el otro por un desvergonzado golpe de Estado, ambos representan al
capital financiero internacional y la ola de restauración neoliberal
impulsada por Washington y las oligarquías locales que viene por la
búsqueda desenfrenada de ganancias a expensas del desempleo y el hambre
de las grandes masas y por la demolición de los gobiernos
revolucionarios y populares de nuestra América.
La creciente
caída de los precios de las materias primas, fuente de ingresos de la
mayoría de los países no alineados, es otro motivo de grave
preocupación.
Además, crece el belicismo estadounidense y de
algunos de sus socios europeos, cuya escandalosa complicidad con el
Estado Islámico se ha corroborado en las últimas semanas en el polvorín
sirio. Han encendido una cadena de conflictos bélicos que expulsan a
millones de seres humanos, por ahora centrados en el Gran Medio Oriente y
Ucrania, pero que amenazan crecientemente la paz mundial, sobre todo
con el peligroso estrechamiento del cerco contra Rusia y China.
La
Declaración de Margarita, heredera de los históricos principios de
Bandung, de la experiencia de 55 años de los No Alineados, estimulada
por la declaración de nuestra región como zona de paz por la CELAC y el
esperanzador acuerdo de paz en Colombia, aborda de manera prioritaria la
lucha por la paz, la soberanía y la autodeterminación de los pueblos,
así como por un nuevo orden económico internacional. Se pronuncia
enérgicamente por la eliminación total de las armas nucleares, la
declaración del Medio Oriente como zona desnuclearizada y por la
solución del conflicto palestino-israelí sobre la base de las
resoluciones respectivas de la ONU que obligan a Israel a retirarse a
sus fronteras previas a 1967 y a devolver a los palestinos Jerusalén
Oriental. Igualmente, por la democratización del sistema de Naciones
Unidas.
Estos temas y otros, como la liquidación del bloqueo a
Cuba y la lucha por la independencia de Puerto Rico fuero recogidos en
los 11 compromisos que dio a conocer Maduro como los más importantes
durante su presidencia de la
agrupación(www.telesurtv.net/.../11-puntos-de-la-Declaracion-de-Margarita-sobre-el-MNOAL).
Pocos países han sido objeto de un acoso semejante al que someten a la
patria de Bolívar Estados Unidos, sus aliados y las serviles y podridas
oligarquías de nuestra región, ahora reforzadas por los gobiernos de
derecha de Argentina, Brasil y Paraguay y el izquierdismo descafeinado
de Uruguay. Someten a Venezuela a la asfixia económica, intento de
aislamiento internacional, a una embestida mediática de proporciones
inusitadas, tácticas golpistas del corte de las utilizadas en las
revoluciones “de colores” con ostensible infiltración de paramilitares
colombianos, que combinan la actividad mafiosa con el sicariato y el
terrorismo contrarrevolucionarios.
Presionan para que se celebre
este año un referendo revocatorio del mandato de Maduro, una grosera
intervención en los asuntos internos de Venezuela.
Pero el
chavismo es dueño de la calle, como lo ratificó el 1 de septiembre y
cada vez que la contrarrevolución ha anunciado que “ahora sí” se va
Maduro. Y es heredero de aquel Bolívar, que traicionado en Perú en medio
de una situación desesperada, al preguntarle un amigo qué iba a hacer,
le respondió: ¡Atacar! Meses después llegaría la fulgurante victoria de
Ayacucho.
Twitter: @aguerraguerra
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