El presidente sirio Bashar Asad advirtió que el planeta está a las puertas de una Tercera Guerra Mundial.
"El olor a guerra se siente en el aire aunque de momento no se registra una confrontación militar directa", dijo el líder sirio en una entrevista al periódico Komsomólskaya Pravda.
Tras la nueva escalada de la tensión en torno a Siria, explicó, se habla con frecuencia de la Tercera Guerra Mundial. "A día de hoy observamos una situación parecida a la guerra fría y es más, creo que los países occidentales, especialmente Estados Unidos, nunca detuvieron la guerra fría incluso tras la desintegración de la Unión Soviética", sostuvo.
Asad puntualizó que su país es solo uno de los escenarios de este proceso y hoy por hoy "uno de los más importantes". "La escalada del conflicto que vemos hoy tiene como objetivo mantener la hegemonía de EEUU en el mundo", apuntó. La solución del conflicto, remarcó, pasa por determinar quien apoya a los terroristas.
"Ahora no importa quien se inmiscuye en los asuntos sirios, lo más importante es establecer que países apoyan cada día, cada hora, a los terroristas", subrayó.
Asad defendió la presencia legal de Rusia, Irán y Hezbolá en Siria y su lucha contra el terrorismo. "Ellos combaten a los terroristas, pero hay otros países que intervienen con el objetivo de apoyar a los terroristas", denunció.
Siria vive desde 2011 un conflicto en el que las tropas gubernamentales se enfrenta a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas, entre ellas Daesh (autodenominado Estado Islámico) y el Frente Fatah al Sham (antiguo Frente al Nusra), ambas proscritas en Rusia y otros países.
Desde su comienzo, la guerra provocó entre 300.000 y 400.000 muertos, según altos funcionarios de la ONU. El pasado 12 de septiembre entró en vigor una nueva tregua de siete días en Siria, declarada en virtud de un plan de acción acordado por Rusia y Estados Unidos para resolver el conflicto en el que el país árabe. Una semana más tarde, el 19 de septiembre, el Ejército sirio abandonó el alto el fuego por las numerosas infracciones por parte de los insurgentes. Dos días antes la coalición liderada por EEUU bombardeó a las fuerzas gubernamentales sirias que combatían a los terroristas en Deir Ezzor.
"El olor a guerra se siente en el aire aunque de momento no se registra una confrontación militar directa", dijo el líder sirio en una entrevista al periódico Komsomólskaya Pravda.
Tras la nueva escalada de la tensión en torno a Siria, explicó, se habla con frecuencia de la Tercera Guerra Mundial. "A día de hoy observamos una situación parecida a la guerra fría y es más, creo que los países occidentales, especialmente Estados Unidos, nunca detuvieron la guerra fría incluso tras la desintegración de la Unión Soviética", sostuvo.
Asad puntualizó que su país es solo uno de los escenarios de este proceso y hoy por hoy "uno de los más importantes". "La escalada del conflicto que vemos hoy tiene como objetivo mantener la hegemonía de EEUU en el mundo", apuntó. La solución del conflicto, remarcó, pasa por determinar quien apoya a los terroristas.
"Ahora no importa quien se inmiscuye en los asuntos sirios, lo más importante es establecer que países apoyan cada día, cada hora, a los terroristas", subrayó.
Asad defendió la presencia legal de Rusia, Irán y Hezbolá en Siria y su lucha contra el terrorismo. "Ellos combaten a los terroristas, pero hay otros países que intervienen con el objetivo de apoyar a los terroristas", denunció.
Siria vive desde 2011 un conflicto en el que las tropas gubernamentales se enfrenta a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas, entre ellas Daesh (autodenominado Estado Islámico) y el Frente Fatah al Sham (antiguo Frente al Nusra), ambas proscritas en Rusia y otros países.
Desde su comienzo, la guerra provocó entre 300.000 y 400.000 muertos, según altos funcionarios de la ONU. El pasado 12 de septiembre entró en vigor una nueva tregua de siete días en Siria, declarada en virtud de un plan de acción acordado por Rusia y Estados Unidos para resolver el conflicto en el que el país árabe. Una semana más tarde, el 19 de septiembre, el Ejército sirio abandonó el alto el fuego por las numerosas infracciones por parte de los insurgentes. Dos días antes la coalición liderada por EEUU bombardeó a las fuerzas gubernamentales sirias que combatían a los terroristas en Deir Ezzor.
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