jueves, 10 de noviembre de 2016

REFLEXIONES INGENUAS: “ALLUP Y SU MILITEFOBIA”



 
Por Carlos M. Rodríguez C
Muchos rasgos de la personalidad se evidencian en la mirada de las personas. Desde antecedentes genotípicos hasta patologías severas, tales como esquizofrenias, trastornos de bipolaridad, depresiones psicóticas, trastornos esquizoafectivos al igual que las neurosis del tipo complejos  fobias, manías e histerias.
De la misma manera estados de ánimo (iras, alegrías, tristezas, rencores) son evidenciados por la mirada, al igual que patologías orgánicas, por supuesto, sentimientos, pasiones también se traducen en miradas, conocemos las miradas de desprecio, ira, amor, etc.
Incluso se ha desarrollado una escuela psicológica “La Programación Neurolingüística” que tiene como fundamento la detección de trastornos o causas de la conducta a partir del lenguaje corporal y programar  modificaciones positivas en el comportamiento de un sujeto.
Un caso emblemático de nuestras afirmaciones lo constituye el errático comportamiento de Henry Ramos Allup, .o Mr. Ramos.
La compleja personalidad de Mr. Ramos es sin duda digna de un profundo estudio psicológico a fin de detectar las causas de su accionar, tanto en la vida familiar, social  como en la política. Sin embargo para nuestro interés es necesario destacar las posibles motivaciones que dan origen a su errático comportamiento.
Su mirada paranoica nos evidencia que hay alteraciones en su ego, que tiene una personalidad escindida con fuertes conflictos emocionales el amor a sí mismo y el amor a los demás (familia, hijos, esposa) además adolece de un profundo delirio de grandeza producto de su exitosa carrera política en el Partido Acción Democrática con la cual logró  escalar elevadas posiciones  debido a su verbo agresivo, fluido y mordaz, y su agudeza para organizar comanditas, eliminar al contrario y apartar al que le haga sombra.
Su paranoia no la oculta ni pretende ocultarla, haciendo de ella una virtud. Ávido de protagonismo satisface su yo con la provocación, la instigación, el atropello y el irrespeto. Ello sacia su hambre de sentirse triunfante, es especial, cuando sabe que va a salir airoso de su confrontación.
Hay un rasgo importante en su personalidad que ha sobresalido a lo largo de su carrera política y que hoy día aflora patológicamente; la Militefobia, que traduce textualmente “fobia a los militares”. Dicha patología nace precisamente por ver en ellos la figura del poder, figura que él abroga para sí. Discípulo de Rómulo Betancour y Gonzálo Barrios, Allup apuesta a un gobierno anti militarista, producto de las persecuciones que sufrió su familia durante la dictadura de Pérez Jiménez.
Ramos Allup ha profundizado su irrespeto a las instituciones democráticas ya que él no cree en ellas. Su personalidad esquizoide apuesta a la destrucción del orden. De ahí el irrespeto a la majestad de la figura del Comandante Chávez, militar de carrera, a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, al TSJ, al CNE, a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y a todo aquello que le huela a democracia participativa. Ramos Allup no cree en el Revocatorio ni está interesado en él, sólo le interesa su ego su yo.
Las continuas ofensas contra el Presidente Maduro no van dirigidas precisamente el, son dirigidas, por manpuesto a Diosdado Cabello, Capitan de la FANB y el hombre duro, la eminencia gris del gobierno de Maduro, de ahí su odio a la revolución bolivariana.
Ramos sabe que no será candidato a Presidente, o nunca llegará a la Presidencia del la República, pero juega a ganador, es su estilo. Por ahora se esmera en demostrar a su amo, al imperio, que es el único de la oposición capaz de ganar en el terreno de la confrontación política y esto le sirve para satisfacer sus aspiraciones personales, viajar, recibir buena plata, ser recibido como héroe. Lo demás lo calculará en su momento.
No sabemos por cuanto tiempo, la historia lo dirá.
carrodcas@gmail.com

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