Por Carlos M. Rodríguez C
Muchos
rasgos de la personalidad se evidencian en la mirada de las personas. Desde
antecedentes genotípicos hasta patologías severas, tales como esquizofrenias,
trastornos de bipolaridad, depresiones psicóticas, trastornos esquizoafectivos al igual que las
neurosis del tipo complejos fobias, manías e histerias.
De la misma manera
estados de ánimo (iras, alegrías, tristezas, rencores) son
evidenciados por la mirada, al igual que patologías orgánicas, por supuesto,
sentimientos, pasiones también se traducen en miradas, conocemos las miradas de
desprecio, ira, amor, etc.
Incluso se ha desarrollado
una escuela psicológica “La Programación Neurolingüística” que tiene como
fundamento la detección de trastornos o causas de la conducta a partir del
lenguaje corporal y programar
modificaciones positivas en el comportamiento de un sujeto.
Un caso emblemático de
nuestras afirmaciones lo constituye el errático comportamiento de Henry Ramos
Allup, .o Mr. Ramos.
La compleja personalidad
de Mr. Ramos es sin duda digna de un profundo estudio psicológico a fin de
detectar las causas de su accionar, tanto en la vida familiar, social como en la política. Sin embargo para nuestro
interés es necesario destacar las posibles motivaciones que dan origen a su
errático comportamiento.
Su mirada paranoica nos
evidencia que hay alteraciones en su ego, que tiene una personalidad escindida
con fuertes conflictos emocionales el amor a sí mismo y el amor a los demás
(familia, hijos, esposa) además adolece de un profundo delirio de grandeza
producto de su exitosa carrera política en el Partido Acción Democrática con la
cual logró escalar elevadas posiciones debido a su verbo agresivo, fluido y mordaz, y
su agudeza para organizar comanditas, eliminar al contrario y apartar al que le
haga sombra.
Su paranoia no la oculta
ni pretende ocultarla, haciendo de ella una virtud. Ávido de protagonismo
satisface su yo con la provocación, la instigación, el atropello y el
irrespeto. Ello sacia su hambre de sentirse triunfante, es especial, cuando
sabe que va a salir airoso de su confrontación.
Hay un rasgo importante
en su personalidad que ha sobresalido a lo largo de su carrera política y que
hoy día aflora patológicamente; la Militefobia, que traduce textualmente “fobia
a los militares”. Dicha patología nace precisamente por ver en ellos la figura
del poder, figura que él abroga para sí. Discípulo de Rómulo Betancour y
Gonzálo Barrios, Allup apuesta a un gobierno anti militarista, producto de las
persecuciones que sufrió su familia durante la dictadura de Pérez Jiménez.
Ramos Allup ha
profundizado su irrespeto a las instituciones democráticas ya que él no cree en
ellas. Su personalidad esquizoide apuesta a la destrucción del orden. De ahí el
irrespeto a la majestad de la figura del Comandante Chávez, militar de carrera,
a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, al TSJ, al CNE, a la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela y a todo aquello que le huela a
democracia participativa. Ramos Allup no cree en el Revocatorio ni está
interesado en él, sólo le interesa su ego su yo.
Las continuas ofensas
contra el Presidente Maduro no van dirigidas precisamente el, son dirigidas, por
manpuesto a Diosdado Cabello, Capitan de la FANB y el hombre duro, la eminencia
gris del gobierno de Maduro, de ahí su odio a la revolución bolivariana.
Ramos sabe que no será
candidato a Presidente, o nunca llegará a la Presidencia del la República, pero
juega a ganador, es su estilo. Por ahora se esmera en demostrar a su amo, al
imperio, que es el único de la oposición capaz de ganar en el terreno de la
confrontación política y esto le sirve para satisfacer sus aspiraciones
personales, viajar, recibir buena plata, ser recibido como héroe. Lo demás lo
calculará en su momento.
No sabemos por cuanto
tiempo, la historia lo dirá.
carrodcas@gmail.com
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