Por Manolo
Silva
¿Quién le dijo a ella que nos representara?, ¿a cuenta de que, ella
discute con Trump la situación en Venezuela?, diríamos en riguroso argot
popular; “¡más metía que gaveta!”. Todavía está fresca en nuestra memoria
aquella enjabonada que el Comandante le metió al para entonces Rey de España,
Don Juan Carlos de Borbón, comerciante, ladrón, corrupto y borrachín cuando el
exasperado y devaluado monarca dijo la frase que lo elevó a la gloria, aquel
“¡por que no te callas!”, un balbuceo que este depredador de elefantes y del
erario del pueblo español logró articular, por lo único que será recordado en
Latinoamérica. A este tipo de gente es que la Bachelet le rinde culto, ella
quien mantuvo en su período anterior y sigue manteniendo en este, las mismas
reglas económicas neoliberales que a todos sus antecesores les dejó de herencia
Augusto Pinochet, padre putativo de todos esos presidentes quienes como ella
han sumido en la más extrema pobreza al pueblo chileno con el agravante de ser
hija de un militar patriota y fiel al Presidente mártir Salvador Allende, ella
que con mano férrea reprime a los estudiantes universitarios, ella que permite
el genocidio brutal que diariamente se comete contra el heroico pueblo Mapuche,
ella que ha hecho de la política exterior un permanente foco de provocación con
sus vecinos, ella que ante un voraz incendio en las proximidades de Santiago
que arrasó con árboles y se llevó por delante miles de viviendas de humildes
habitantes, priorizó la ayuda a los grandes capitalistas dueños de los
consorcios madereros, ella que permitió el desastre ecológico en Chiloe dejando
en la miseria a miles de pescadores, ella que autoridad moral puede tener para
juzgar a Venezuela. Esa doble moral de no poder resolver la crisis de sus
respectivos países y meter la jeta en el nuestro, ha sido moneda corriente en
los últimos meses, ahora a estos fariseos e hipócritas les ha dado por meterse
con nuestra amada patria, algunos de ellos como cosa curiosa, tratando de
provocar junto al degenerado de Almagro la aplicación de la “Carta Democrática”
a un país digno y valiente que pese al cerco y a la agresión, responde de una
manera que algunos expertos en política perciben turulatos, es decir, ante la
intromisión del nuevo inquilino de la Casa Blanca utilizando a siniestros
mandatarios como la Bachelet de Chile y PPK del Perú, Venezuela pone la otra
mejilla enviando su mejor equipo de rescate en materia de desastres al país
austral y cantidades de bolsas de comida de nuestro CLAP a Perú quien sufre por
las inundaciones producto de fenómenos naturales. No tengo vocación de
adivinador pero, si me doy cuenta que la orden de una intervención a este
pequeño pero digno país, se cocina en el seno del imperialismo en complicidad con
este tipo de mandatarios rastreros y meneadores de la cola al imperio, en el
caso de la Bachelet no nos dejemos llevar ni por las siglas socialistas de su
partido, ni mucho menos por su “pedigrí”, muchos ejemplos hay en el mundo en
que los hijos de los más conspicuos revolucionarios han resultado ser unos
redomados fascistas y por eso Bachelet siempre rimará con Pinochet.
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