Por Carlos M. Rodríguez
C
Verdad
uno no debe perder la capacidad de asombro. Las cosas que se escuchan, que se
leen nos indica que estamos en un mundo al revés, un mundo en donde “los
conejos andan detrás de los perros”, sobre todo si las afirmaciones provienen
de altos funcionarios o de altos representantes
del gobierno nacional. Si vienen de la oposición nada causaría estupor, al fin
y al cabo de ellos se puede esperar cualquier cosa pues la demencia es su
esencia.
Pero que sean de altos representantes
del gobierno, incluyendo la figura del Presidente de la República, electo por
mayoría en un proceso democrático y participativo por las bases populares, por
la grey revolucionaria no es un buen síntoma, máxime el proceso de guerra
asimétrica que está viviendo la república, la revolución y con ello la sociedad
en general.
Quiero aclarar, para los malos
entendedores, para los fanáticos, para los que pretenden ser más papistas que
el Papa, más chavistas que Chávez, y para aquellos que crean que con estas
afirmaciones me estoy distanciando del proceso revolucionario. Pues resulta que
es todo lo contrario, que los fundamentos sagrados de la revolución socialista
bolivariana, consagrados en la Constitución de la Republica Bolivariana de
Venezuela, me obligan a emitir opiniones, críticas y propuestas para mejorar la
gestión gubernamental y la vida de la revolución bolivariana socialistas siempre que estén enmarcadas dentro de un clima
de respeto, consideración, pertinencia política y social, cosa que los pretendidos “demócratas” de la oposición nos
negaron por casi medio siglo, incluyendo aquellos que ocuparon cargos de
representación popular o de designación política dentro del proceso
revolucionario y que han abandonado las filas de la revolución, los cuales son públicamente
conocidos y no vale la pena mencionar.
Hay varias cosas a las cuales quiero
hacer referencia en este artículo, porque considero que son de vital
importancia, aunque hay una lista innumerable de situaciones que opino deben
ser discutidas, visibilizadas, tratadas, ya que todas, de una u otra manera,
constituyen la sustancia de la crisis de gobernabilidad que estamos
atravesando, y que pone en peligro la existencia del proceso revolucionario en
su conjunto. Serán tratadas en otros artículos.
Voy
a comenzar con unas declaraciones emitidas por el Pte. Nicolás Maduro. Dese hace días viene afirmando que hay un
grupo de militantes del PSUVE que están conspirando en su contra. Que dichos
militantes son espías del Departamento de Estado, y que dirá públicamente sus nombres. El presidente Nicolás Maduro aseguró que hay
un “grupo de traidores” en el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv)
algunos, dijo, se han ido a Estados Unidos y otros siguen saboteando desde lo
interno.
“Hay un grupo de traidores que se fueron de la revolución bolivariana, unos, están en Estados Unidos y otros aquí; voy a sacar las pruebas de cómo han trabajado con la CIA y la NSA, van a sudar frío y luego les dará hasta diarrea”, aseveró el jefe de Estado. Esta misma afirmación la ha repetido varias veces en distintos escenarios.
“Hay un grupo de traidores que se fueron de la revolución bolivariana, unos, están en Estados Unidos y otros aquí; voy a sacar las pruebas de cómo han trabajado con la CIA y la NSA, van a sudar frío y luego les dará hasta diarrea”, aseveró el jefe de Estado. Esta misma afirmación la ha repetido varias veces en distintos escenarios.
El otro elemento lo constituyen sus
declaraciones con relación a la puesta en circulación los billetes de 500 y la
demora de los bancos del estado en adaptar los telecajeros para su
dispensación. Pide ayuda a la Almiranta para que instruya al Vicepresidente
Taarek a fin que apure el proceso.
Un tercer aspecto está referido al nombramientos
de ciudadanos claramente identificados como militantes de la oposición para ocupar altos y estratégicos cargos en el
gobierno, lo cual colide con las denuncias hechas desde el mismo partido de
gobierno en contra del sabotaje interno
tales como la corrupción, la ineficiencia, la ineficacia llevados a cabo por
escuálidos dentro del aparato
gubernamental.
Pregunto. ¿Hasta cuándo tenemos que
esperar que el Presidente tome medidas urgentes para enfrentar la agresión, la
conspiración? ¿Hasta cuándo el pueblo tiene que esperar que los funcionarios
gubernamentales, del rango que sea, acaten las disposiciones, lineamientos y
órdenes emanados de la Presidencia de la República?
¿No
es inaudito que el Presidente oculte el nombre de altos militantes del
PSUV que son espías de la CIA, los cuales están conspirando contra su gobierno
y en contra de la revolución? ¿Al
presidente se le olvidó que esta revolución es producto de la decisión popular
y no es su patrimonio popular? ¿Qué esta
situación es un asunto de estado y que está obligado a hacerla pública, tal
como lo prevé la Constitución y las leyes?
¿Es posible que el Presidente no tenga
la autoridad para hacer que sus órdenes sean acatadas? ¿Que la apatía, la
ineficiencia de los funcionarios y empleados del estado haga que sus
lineamientos no sean obedecidos, lo que hace que sea motivo de burla por parte
de la población al considerarlo inconsistente en sus decisiones, que tenga
necesidad de pedir ayuda para que otro funcionario de menor rango aligere las
medidas que resolverán una decisión trascendental?
¿No es una contradicción y una señal
aberrante de debilidad política que en medio de la guerra asimétrica que la
derecha internacional y nacional nos está librando sean nombrados “escuálidos”
para ocupar cargos estratégicos, sabiendo que sus ejecutorias irán dirigidas al
sabotaje, a la corrupción y a
erosionar la ya debilitada acción del gobierno y por ende la credibilidad
de la revolución bolivariana y que el Pte. de la República ni se entere, ni se
dé por enterado?
Pero, si no hay toma de decisiones, de
correcciones, de sanciones por parte del ejecutivo nacional este clima se mantendrá.
Si no se remueven los funcionarios corruptos, si no se hacen públicos los
nombres de los espías y quinta columnas, si no se castiga a quienes colocaron
en cargos estratégicos a militantes de la derecha, si no se remueven a los funcionarios “escuálidos”, si no se castiga a
los cómplices, tengan el rango que tengan…las contradicciones, contramarchas,
deterioro de la acción del gobierno, el desencanto y decepción del pueblo
continuará….La conseja popular nos dice “la culpa no es del ciego sino del que
le da el garrote”.
El presidente Nicolás Maduro le juró
al Comandante Chávez continuar con su gesta revolucionaria, juró ante la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el pueblo venezolano, cuando resultó
electo, respetar y hacer respetar las leyes, continuar con el proceso
revolucionario y mantener el legado del Presidente Chávez.
El pueblo chavista confió en la decisión del Presidente Chávez y votó
por Nicolás Maduro para que continuara la obra del gobierno revolucionario. El
pueblo venezolano resistió con valor los ataques armados de una oposición
violenta, obcecada, aberrada que quisieron desconocer los resultados
electorales que llevaron a la presidencia a Nicolás Maduro.
El pueblo venezolano sufre ahora las
consecuencias de una guerra económica, de una guerra mediática, de una guerra
moral, de una guerra despiadada y mantiene las esperanzas de continuar en revolución. Pero el pueblo venezolano exige
la toma de decisiones, la corrección de los errores, omisiones, distorsiones
e indecisiones por parte del ejecutivo
nacional.
Y los revolucionarios estamos
obligados de acompañar a ese pueblo en sus justas aspiraciones, en sus justos
reclamos, en la lucha por las justas reivindicaciones. De no hacerlo la daríamos la espalda a la
revolución.
Estamos obligados a defender la
revolución y esto pasa por pedir al gobierno que tome decisiones, que corrija,
que actúe, que represente al pueblo que lo eligió.
Estamos obligados a defender al
gobierno del Pte. Maduro, a señalarle las amenazas, los peligros, que enfrenta
así como a ayudarlo a difundir sus aciertos, a apoyarlo en su acción
gubernamental, pero estamos obligados también a pedirle que cumpla con su
papel, que cumpla con los deberes que le exige su cargo, su investidura.
Así como yo hay centenares de
venezolanos, centenares de compatriotas que jamás abandonaremos las banderas de la revolución, jamás nos
apartaremos del camino de la justicia e igualdad social, de la defensa de las
causas y luchas de pueblo. Jamás haremos el juego a la derecha, jamás hipotecaremos
nuestras ideas libertarias, jamás nos abrazaremos con la derecha, con la
canalla fascista.
Una vida militante durante la cual
enfrentamos a los gobiernos del puntofijismo, que soportamos y enfrentamos al gobierno
títere de Rómulo Betancourt a los gobiernos de Leoni, Caldera y CAP
(en sus dos versiones) de Lusinchi, Luis Herrera y que todavía mantenemos nuestra gallardía, que
todavía permanecemos firmes en nuestras ideas y acciones avala nuestros reclamos, nuestras
aprehensiones.
Allá aquellos que, autodenominándose chavistas
puros, hoy se retratan en la Asamblea Nacional, denunciando actuaciones
delictivas por parte del gobierno del Comandante Chávez tratando de lavar sus
propias fallas, enmendar sus propias omisiones,
en vez de haberlas hecho ante el pueblo, ante el soberano, que hoy
apuestan públicamente a la cada del gobierno
para luego disfrutar de los agasajos, de los escoses, brindados por la
derecha, para recibir las mismas monedas que recibió Judas de Iscariote, cuando
traicionó a Jesús de Galilea. Ese es su problema, el pueblo y la patria los
condenará
El presidente Maduro está puesto por
el pueblo chavista para que gobierne, para que defienda el legado del Comandante Eterno, su deber es cumplir con
este pueblo y cumplir con Chávez
Presidente, Ud. sabe cuáles son los
reclamos del pueblo. El pueblo se lo exige “gobierne”
Hasta la victoria siempre. Venceremos
carrodcas@gmail.com
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