Por Carlos M. Rodríguez
C
“Cuando
el barco se hunde las ratas huyen…” dice el proverbio popular. Esta es una verdad demostrable.
Desde
hace días se viene observando en el ambiente político del país, sobre todo en
el sector llamado autodenominado “chavista”, como tal conseja viene ocurriendo.
Y viene ocurriendo de la manera más descarada, grosera, repugnante y vergonzosa.
Pues
ahora resulta que ese microsector se ufana por apoyar a la derecha nacional e
internacional para la materialización del golpe de estado aduciendo que el Pte.
Maduro y su gobierno son tiranos, antidemocráticos, esbirros y pare Ud. de
contar, por lo que se hace necesario que se salga de él a costa de lo que sea.
Pareciera
que esa escoria está convencida, o cree fervientemente que el pueblo
venezolano, sea del sector que sea, es realmente “idiota, tarado, desquiciado,
retrasado mental o se chupa el dedo. O que es tan estúpido como ella que jura
que los demás son estúpidos.
Es
que esta “lacra”, esta “bazofia”, este “excremento” se considera la
representación del pueblo, la “consagración del proyecto de izquierda en
nuestro país pero ha hecho todo lo que el imperio le ha ordenado para revertir
el proceso revolucionario en nuestro país, comenzando por denunciar al Cte.
Chávez como cómplice de los actos de corrupción que denuncian, instigar a
acciones violentas de calle como lo fueron las manifestaciones violentas que
protagonizaron los sindicatos de derecha de los profesores universitarios,
calificar de “terrorismo de estado” la disolución que hace el gobierno de las
guarimbas y hechos de violencia de la derecha, hacer denuncias sin fundamento
hasta ir a solicitar al imperio la anuencia para reuniones secretas en donde
las cuales la agenda es el golpe de estado, al que tratan de culpar como
“autogolpe “ de Maduro.
¿Este
detritus cree que los dirigentes de la derecha son inocentes y les van a
“perdonar” del delito de haber sido “chavistas” y ocupar altos cargos en el
gobierno de Chávez (en los cuales no se
le vió el “queso a la tostada”?
¿O
es que están seguros que el Departamento
de Estado les va a hacer “desaparecer” los expedientes como jefes de carteles
de drogas, o corruptos (y las órdenes de captura respectivas) que tienen algunos
de esos “sacrosantos revolucionarios” por el favor de apoyar el golpe de
estado, reuniéndose con grupos de golpistas en el exterior para buscar
financiamiento para dicha acción ilegal o mantener la matriz de opinión “que en
Venezuela el orden constitucional está roto y que con ello existe gobierno
antidemocrático que vulnera los derechos de los ciudadanos, argumento esgrimido
por Almagro para justificar la aplicación de la Carta Interamericana de los
Derechos Humanos y con ello solicitar al Imperio la intervención militar?
Aclaro,
hay muchas omisiones, errores, fallas en las que ha incurrido el gobierno del
Pete. Maduro, muchas de ellas graves. Hay que reconocerlo. Y solicitar su
corrección. Pero traicionar el proceso
revolucionario, ponerse a las espadas del pueblo, de la historia, es la peor
decisión que se pueda tomar.
Hay
muchas formas de “traición a la patria”, una de ellas es la complicidad con los
manifiestos para intervenir, socavar la soberanía, vender su patrimonio
histórico. Lo que están haciendo esas piltrafas no es más que una cara de la
traición que han hecho los Diputados de la irrita Asamblea Nacional, los dirigentes de los
partidos de derecha, los empresarios que apoyan y solicitan a grito la aplicación
de la Carta Democrática de la OEA y la intervención del estado norteamericano.
Este
delito no lo tipicará ni lo dictaminará el TSJ, lo determinará, enjuiciará y
condenará será el pueblo venezolano, es decir, el que ellos, con sus actos
perjuros, desprecia e irrespeta.
Hasta
la victoria siempre. Venceremos
carrodcas@gmail.com
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