Por Carlos M. Rodríguez
C.
Al fin. Por fin los
amigos “demócratas” del continente tuvieron las bolas de agarrar al toro por los cachos y hacer las cosas como
deben de hacerse. ¿Qué mariquera esa de tanto “democratismo” si al fin y al
cabo somos los demócratas los que mandamos? ¿O no?
Si somos los demócratas
los que mandamos, por supuesto, nuestro gobierno y nuestros actos tienen que ser demócratas.
Entonces, ¿Para qué tanto protocolo? De
lo que se trata es de “volver a la democracia”, de volver a la democracia
“representativa”, a la democracia del “garrote”, aquella democracia por la que la
OEA expulsó a Cuba de su seno, que permitió y apoyó la invasión a Santo
Domingo, que permitió el Golpe contra
Allende, que apoyó a Inglaterra durante la guerra de las Malvinas…” A la “democracia de verdad verdad”.
Esa vaina es esa de
permitir que la democracia se aplique en Venezuela, que haya consenso en los
poderes. Eso no nos interesa. Lo que interesa es que el petróleo, el oro, el
agua sean de nosotros, nada de repartideras, nada de participación popular,
para eso están nuestros acólitos que les venderán a precios de mercado los
alimentos por nosotros producidos, que los medicamentos se vendan a precio de
laboratorio, que las viviendas se vendan a precio de inmobiliaria…y pare Ud. de
contar.
Y si para eso es
necesario restablecer la democracia del garrote, del imperio, en el seno de la
OEA, lo hacemos, ¿Cuál es el problema? Total nosotros somos lo que calificamos
lo que es democrático, lo que es antidemocrático. ¿No somos los “demócratas”
pues? Y lo que hagamos es una acto de “democracia” ya que dicho acto constituye
el bien de nuestras empresas, el aumento desmedido de nuestras ganancias, si
con ellas damos de “comer” a los pobres, damos trabajo a los desempleados, sanamos a los enfermos. Si no fuera por
nosotros el populacho no viviría. Ni
habría corrupción ya que de ella viven los políticos, los empresarios, los
“malandros”, los “malinchistas”, que al fin y al cabo son padres de familia y
tienen necesidad de los “cobres” para vivir en opulencia, viajar, buen whisky”
etc.
Pues bien. Ya el
trabajo está hecho…Ya los “sirvientes” de Venezuela hicieron su trabajo. Bastante dólares costó pero se logró el
objetivo. Entre este “ejército” de
sirvientes están:
Por una parte los infiltrados
dentro del gobierno. Quizás los que mejor hicieron lo que le correspondía:
sabotaje, ineficiencia, incapacidad, mal trato al pueblo, corrupción, incapacidad
manifiesta. Bastante dinero dimos a
Ministros, Viceministros, Directores que, desde el gobierno de Chávez,
hicieron las cosas mal, también para que critiquen al gobierno en que ellos participaron y por
supueso al actual. Aahora le damos a los de turno para que las sigan haciendo mal como parte de
nuestra estrategia para desacreditar el modelo democrático participativo.
Por la otra, los
cuerpos de seguridad, los funcionarios del sistema judicial, que con sus
prácticas corruptas hicieron que se incrementara el delito, la impunidad, el
vejamen al pueblo, a los transportistas, consumidores y el descontento popular.}
Por supuesto los
miembros de los Poderes Públicos, que por sus ansias de mantener sus cuotas de
poder, pactaron con los grupos oligárquicos para darles cuotas de representación
que les permitió fortalecer las quintas columnas para debilitar el modelo
democrático participativo y protagónico.
Sobre todo a miembros
de alto nivel gubernamental, que por su sordera, ceguera a los reclamos del pueblo y por falta de toma de
decisiones apropiadas permitieron que el gobierno sea manejado por unos cuantos
que lejos de dar y aplicar soluciones, profundizaron la crisis y con ello el
descontento popular
Y desde luego, a los
partidos políticos que “apoyan” el proceso, que por su política rentística y
populista, fueron reproductores de las
prácticas clientelares para conservar parcelas de poder, y evitaron que el pueblo se formara, se
educara, se convirtiera en un auténtico protagonista de su historia y constructor de su futuro
Además están los “demócratas demócratas” como los
empresarios del mercado que acaparan,
especulan, esconden alimentos,
medicinas, productos de uso diario, aseo personal, etc. con su excelente labor
para salir de los “chavistas” malandros.
Los medios con su
política de “desinformación”, de “sabotaje mediático”.
Los grupúsculos
políticos que, aunque bastante “material” recibió, así como dólares, armas,
municiones, etc. ayudaron con sus acciones terroristas a crear el clima para
lograr la intervención que está en curso.
Y todos aquellos que de
una u otra manera, participaron directa o indirectamente para hacer posible la “salida” de los malandros rojos del
gobierno.
Ya la mesa está servida
para comerse el banquete. En este banquete participarán los gusanos, ratas,
cucarachas, garrapatas, zamuros, piojos, pulgas y cualquier otra especie de
parasito nocivo tales como los diputados de oposición,
empresarios, “y que chavistas críticos”, militares corruptos, miembros del
gobierno cómplices, dirigentes de partidos de todos los colores, periodistas,
dirigentes gremiales, dirigentes sindicales.
Como menú, como platos
exquisitos de dicho baquete están importantes
cargos en el próximo gobierno, asignación de créditos, concesiones, cargos en empresas del estado, postulaciones para
cargos de elección y “donde haya”.
Porque el lomito, esto
es las empresas del estado, las concesiones petroleras, mineras, exportación de
productos de consumo masivo, medicinas, todo eso nos toca por derecho, por la
inversión en dólares, por el apoyo desde los centros de poder, de los gobiernos
“demócratas” de las trasnacionales, por los hobbies en grupos de poder.
Al pueblo, al que
soportó toda la carga, que padeció las dolencias de esta “victoriosa guerra que
libramos” le premiaremos con la posibilidad de elegir a su Presidente, gobernadores, diputados, alcaldes, concejales
cada cinco años, ya que su poca sensatez, inteligencia, cultura política les
impide asumir el poder popular, tal como quedo demostrado en este largo tiempo
que duro la pesadilla “chavista” en el gobierno. Y es mucho.
Cualquier parecido con
la realidad no es pura coincidencia.
O sea.
carrodcas@gmail.com
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