Por Ernesto Wong Maestre:
Qui si convien lasciare ogni sospetto;
Ogni vilta convien che qui sia morta (**).
Por tal razón y actuando en apego a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que establece en su artículo 326 el principio de corresponsabilidad como fundamento de la seguridad de la Nación, se dedica este articulo a someter a critica tal declaración y en posteriores artículos continuar con las siguientes comunicaciones públicas de ese grupo de gobiernos (doce) pues con la crítica se alerta de las consecuencias de esas acciones que pueden provocar sumir a la región en un caos semejante al que ocurre en el Medio Oriente, iniciado por ese complejo militar-financiero-comunicacional dominante de las estructuras de poder de EEUU.
Referente a la declaración emitida por algunos gobiernos de la región el 8 de agosto de 2017 desde Lima, Perú, en contra del gobierno constitucional de Nicolás Maduro, es necesario observar que se lanza luego de varios meses de violación flagrante de las leyes venezolanas por parte de las organizaciones políticas opositoras que con sus acciones violentas e ilegales provocaron la muerte de más de cien personas indefensas, algunas de ellas quemadas vivas en medio de orgías públicas y símbolos fascistas. Es significativo que estos hechos nunca hayan sido censurados por ninguno de los gobiernos firmantes de la declaración de Lima, deleznable a todas luces, y mucho menos por la OEA, lo que hace sospechar de que ese grupo de gobiernos se identifica con el uso de los medios violentos para alcanzar sus fines, de forma muy parecida al comportamiento de los gobiernos de EEUU.
En las líneas siguientes se evaluará el por qué resulta una declaración vil e indigna de gobiernos supuestamente honestos y democráticos al utilizar sofismas y falsedades como base de sus juicios, construidos con matrices mediáticas imperiales con las que tratan de desprestigiar a la Revolución Venezolana, la más pacífica de las que se hayan conocido en este lado del mundo, surgida de un proceso eleccionario en 1998 y legitimada por otros veinte procesos electorales en los cuales participaron las fuerzas políticas opositoras. Es obvio que también con esas mentiras tratan de crear condiciones para derrocar a Maduro y la Revolución enfocada al socialismo, entroncando esa declaración pública con el interés manifiesto del gobierno estadounidense de lograr ilegalmente “el cambio de régimen” en Venezuela como antesala política para volver a apropiarse de las riquezas minerales y recursos energéticos del país andino caribeño, con lo cual EEUU reforzaría su ofensiva de dominación en Suramérica por lo que sus pueblos retrocederían cien años en lo que concierne a la libertad, independencia y autodeterminación.
La primera afirmación falsa de toda falsedad
Entre las premisas falsas de la declaración de Lima se encuentra la afirmación de que el “orden democrático” en Venezuela está roto. Ese juicio no tiene sustento en la realidad y sí en campañas de desinformación lanzadas desde la Casa Blanca. ¿Cómo puede haberse roto el orden constitucional si todo lo que hace el gobierno de Maduro está soportado en los preceptos y normas constitucionales aprobadas por el pueblo y las leyes venezolanas legisladas en función de los intereses del pueblo?¿estarán pensando esos gobiernos en sus leyes draconianas o en su tipo de democracia burguesa que les permite mantener el poder en función de los grupos de poder económico y de las élites políticas de sus países? Nunca como ahora el orden democrático (poder del pueblo) está más fortalecido en Venezuela. Ahora es que ese poder popular garantiza, como lo viene haciendo por casi dos décadas, salud, seguridad social y educación gratuita para todos y todas, y que las riquezas petroleras se distribuyen más justamente entre todos los sectores sociales. Si ahora hay dificultades en algunos servicios y con los altos precios de los productos y servicios privados es porque varios de los gobiernos del Grupo de Lima (GdL), como los de Colombia, Argentina, Paraguay, Brasil, Chile, Costa Rica, México o Perú se han confabulado y conspirado con el gobierno de Donald Trump para dañar la economía de Venezuela, lo cual ha sido del agrado de ese imperio porque va a tono con sus objetivos expansionistas explotadores, tal y como lo confesó recientemente el propio secretario de Estado yanqui, Rex Tillerson, en su macabra gira por la región.
La segunda mentira de naturaleza neófita o cruel
Otra premisa falsa es considerar ilegítima una decisión refrendada nacionalmente por el pueblo en presencia de decenas de prestigiosos Acompañantes internacionales del proceso electoral venezolano. Si el carácter legítimo de la Asamblea Nacional Constituyente no es reconocido por los gobiernos del Grupo de Lima es porque sus integrantes no creen ni están de acuerdo con que los pueblos se expresen libremente como lo ha hecho durante veintiuna ocasiones el pueblo de Venezuela en los veinte años de República Bolivariana. La prepotencia de no reconocer un acto legítimo y legal ocurrido en Venezuela es un rasgo de esos gobiernos del GdL que periódicamente mandan a sus policías y tropas especiales a reprimir las manifestaciones pacíficas, ninguna de ellas como las que ha realizado la oposición violenta y terrorista de Venezuela enfocada a propiciar un golpe de Estado. Ninguno de esos gobiernos del Grupo de Lima tiene la moral ni el más mínimo derecho para legitimar o no un acto político propio del pueblo venezolano y mucho menos para inmiscuirse en los asuntos internos de Venezuela como lo están haciendo.
Hay que reconocer cómo los pueblos del continente sí condenan a diario a cada gobierno de ese Grupo por ser como esclavos o siervos sometidos a la constante amenaza de las embajadas de Estados Unidos acreditas en esos países. Esos gobernantes lo saben y en cualquier momento comenzarán a aparecer evidencias de los sobornos y los chantajes de EEUU para lograr que ellos articulen acciones contra Venezuela. Así como el chantaje, el soborno, las operaciones de bandera falsa, los “fake news” y los falsos positivos son tácticas e instrumentos que usa el gobierno de EEUU en sus relaciones “diplomáticas” junto a los gobiernos del GdL y otros de Europa para lograr su confabulación contra Venezuela, estos también han sido usados frecuentemente por la oposición venezolana y de ello hay innumerables evidencias. Recuérdense esas usadas en la campaña electoral de la oposición en 2015 para lograr captar una mayoría circunstancial que les diera el triunfo y conformar una mayoría en la Asamblea Nacional.
Esa es la verdad y ahí están las evidencias, aparecen hasta en sus propios medios de comunicación, pues creyeron prepotentemente que en pocos días derrocarían a Maduro con un nuevo Maydan (1). El asesinato de líderes populares de base, las acciones económicas especulativas y acaparadoras de productos de primera necesidad, las constantes mentiras sin opción a verificarlas durante la campaña, y las presiones y agresiones provenientes de EEUU contra el gobierno bolivariano, fueron las condiciones ilegales para el triunfo opositor. De manera que los gobiernos del GdL en la realidad están dando respaldo y solidaridad a las fuerzas terroristas y manipuladoras al servicio de EEUU y que cobran un salario de sus Agencias.
El carácter legítimo de la Asamblea Nacional Constituyente radica en la propia naturaleza popular y masiva del acto constitutivo mediante referendo nacional, y no en las decisiones de otros gobiernos. En Venezuela sí se respeta la voluntad popular, no como en donde desgobiernan varios de los presidentes del GdL en que matan diariamente a periodistas, educadores y líderes sociales, o hacen caso omiso a las demandas sociales de sus pueblos. La Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela es un ejemplo democráticamente valioso para las luchas emancipadoras de los pueblos latinoamericanos y por tal razón los gobiernos del GdL y el gobierno racista de Trump arremeten contra ella.
El tercer gran sofisma y sus consecuencias
Una falsedad vinculada a la anterior es que la Asamblea Nacional controlada por la oposición es legal. Ningún acto jurídico “autorizado” por esa Asamblea que está en total desacato (ampliamente demostrado por el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela) tiene valor alguno como para ser “reconocido” por otro gobierno. En todo caso, el gobierno que reconozca cualquiera de esos actos estaría incurriendo en actos ilegales reconocidos así por el derecho internacional público y podría ser sujeto de que otros gobiernos usen esas artimañas en su contra o sean condenados en los tribunales internacionales, así como fue condenado en su momento el dictador chileno Augusto Pinochet o Videla de Argentina. Tarde o temprano los gobernantes farsantes serán puestos en la picota pública y sometidos a las nuevas legalidades que deben surgir en Nuestra América.
La cuarta falsedad contrastante con sus prácticas
El GdL realiza otra afirmación no veraz cuando declara su “enérgico rechazo a la violencia” contrastándose con ella la practica violenta que sus gobiernos ejecutan contra sus estudiantes o sus trabajadores, o como es el caso del gobierno de Colombia que con su venia o por su inacción las fuerzas paramilitares han asesinado a más de doscientos líderes sociales o como es el caso del gobierno de Argentina donde se esquilma masivamente a los ciudadanos jubilados y pensionados frente a los ojos de los gobiernos del GdL y no ha generado en ellos ninguna condena y mucho menos enérgica contra esa violencia cotidiana y uso de la fuerza contra sus pueblos en protesta. ¿Qué condena han hecho esos gobiernos del GdL a la desaparición de los 43 de Ayotzinapa o a la destrucción de ciudades completas con miles de muertos por los bombardeos de EEUU en Irak, Libia, Siria o Afganistán?¿Es veraz lo que afirman los gobiernos de ese grupo? En absoluto. Reclaman algo que ellos mismos no cumplen.
Una quinta mentira auto flageladora
Avalar y apoyar a una ex fiscal incursa en actos de corrupción evidentes y negligencia administrativa continuada es, de parte del GdL, la muestra más fehaciente del carácter delictivo e inmoral de esos gobiernos pues al respaldar la impunidad criminal generada por la inacción fiscalizadora que fue imponiendo desde 2013 la ex fiscal ante asesinatos, corrupción y sabotajes desestabilizadores del sistema político venezolano liderado por Maduro, están dando luz verde a la impunidad y el crimen en sus propios países. En Venezuela, gracias a la designación de un nuevo Fiscal se han venido descubriendo grandes fechorías y desfalcos a los fondos públicos que había permitido la ex fiscal Luis Ortega Díaz durante su mandato, de los cuales se aprovechó personalmente de forma evidente pues así lo han declarado apresados incursos en esos hechos. Así es como el GdL se deslegitima frente a sus pueblos y el mundo que está al tanto, no solo de los medios transnacionales de noticias, sino sobre todo de las redes sociales donde también circulan las noticias veraces que emiten los pueblos y los gobiernos verdaderamente democráticos como el de Venezuela. Ya se verán entre esos gobernantes pro imperialistas los nuevos Videlas, los Pinochet, o los nuevo Martinelli sentados en el banquillo de los acusados ¿Kuczynski?¿Temer?¿Macri?¿Cartes?¿Peña Nieto?¿Hernández?.
Sexta y séptimas mentiras con que se enfrenta al mundo
Una sexta falsedad de las premisas de la susodicha declaración de Lima es que en Venezuela “se violan los derechos humanos” y “las libertades fundamentales”, lo cual se contradice ampliamente con la realidad y con lo afirmado por varios organismos internacionales que han reconocido los avances logrados por Venezuela en materia de derechos humanos y sobre todo en derechos a la vida de las personas residentes en el país. ¿No resulta evidente que más de 5 millones de colombianos y colombianas han recibido solidaridad, resguardo y apoyo en Venezuela debido al crítico nivel de vida sufrido en Colombia? ¿No basta para evidenciar el total respeto a los derechos humanos en Venezuela las veces que ella se ha sometido al examen internacional de los DDHH con reconocimientos internacionales por su labor en esa materia?
¿A qué libertades fundamentales se refiere el GdL en un país donde cualquier persona en cualesquiera de los cientos de radios o decenas de televisoras privadas puede decir mentiras y las repiten a diario contra los proyectos sociales del gobierno o contra el propio gobierno y su Presidente? ¿De qué persecución política hablan los gobiernos del GdL si todos los opositores, incluso los que han alentado la violencia y las guarimbas (2) cercenadoras de las libertades de tránsito de la población, andan sueltos declarando por los medios o viajando por el mundo pidiendo a potencias extranjeras la invasión a su propio país? ¿Estaría el gobierno de México o de Colombia o de Brasil de acuerdo con que algún ciudadano o ciudadana convoque o pida la invasión de Rusia a Chihuahua, a Cartagena o la de China a Porto Alegre en Brasil?.
Octava maravilla de las mentiras
Las falsedades del Grupo de Lima se complementan con la demagogia más indigna que pueda haber hoy en día en el mundo. Sus embajadores acreditados en Venezuela deben estar horrorizados con las mentiras emitidas por sus presidentes en el GdL pues ellos saben que los únicos presos existentes en Venezuela son los que han delinquido y violado las regulaciones de seguridad de la Nación, ya que dichos diplomáticos conversan a diario con los políticos de oposición, en desayunos, almuerzos o cenas en costosos restaurants de Caracas. Pero la inmoralidad es de tal magnitud que esos gobiernos irrespetan hasta a sus propios embajadores cuando emiten semejantes falsedades contra Venezuela y después esos embajadores tienen que bajar la frente en las recepciones diplomáticas ante la mirada preocupante de sus colegas de la región o de otras partes del mundo que no aceptan las imposiciones de EEUU. Algo así debe haberle ocurrido al entonces canciller de Perú hasta enero de este año, Ricardo Luna Mendoza, diplomático peruano de carrera que actuó en su lúcida madurez ante el relevante Grupo de Contadora y Grupo de Rio.
Más libres que las elecciones de Venezuela no hay ningún gobierno que las realice, en Suramérica o Centroamérica. Esa es una verdad de perogrullo que el Grupo de Lima trata de enmascarar para esconder sus propias maniobras electorales ilegales, y eso también lo conocen los cientos de Acompañantes Internacionales con que han contado los procesos de elecciones venezolanos. ¿Por qué el GdL, si actuara de buena fe como lo establece el derecho internacional público, no ha convocado o invitado a declarar a esos acompañantes internacionales?¿Por qué no se han dignado en consultarles?¿Por qué ahora quiere el Grupo de Lima callar al Presidente Nicolás Maduro negándole su asistencia a la Cumbre de las Américas?¿Tienen temor a que Maduro cuente a los pueblos la verdad de lo que ocurre en Venezuela y revele con valentía y talento que lo caracterizan las atrocidades que esos gobiernos cometen contra sus propios pueblos?.
Un noveno sofisma contra la comunidad internacional
Esta novena afirmación falaz de la primera declaración del GdL, no de las mentiras con que a diario gobiernan sus países, sino de las expresadas en el bodrio construido en Washington o en los laboratorios de la CIA, es que Venezuela “no cumple” con los requisitos ni obligaciones de los miembros del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Con semejante falsedad el GdL irrespeta evidentemente a las decenas de justos gobiernos que decidieron respaldar al gobierno venezolano para integrar ese Consejo, el Movimiento de Países (122) No Alineados porque resultó para ellos convincente la paciente y sostenida labor de Venezuela en protección social, en seguridad social, en previsión social, en garantías de vida para personas con discapacidad, en proporcionar servicios médicos y universitarios gratuitos y masivos a la población, en darle gratuitamente computadoras escolares llamadas “Canaimitas” a la niñez venezolana, colombiana y latinoamericana que estudia en Venezuela, en elevar constantemente la tasa de empleo y propiciar proyectos de emprendimiento a la juventud venezolana.
¿Cómo pueden falazmente afirmar que Venezuela no cumple las obligaciones en derechos humanos?¿Es que los gobiernos del Grupo de Lima creen que los derechos humanos son los derechos de las burguesías a hacer cuanto les plazca para enriquecerse en sus países?¿por qué quienes integran los poderes en esos Estados son en su mayoría provenientes de los sectores adinerados y admiradores de la cultura del american way of life?¿a dónde van sus familias en las vacaciones sino es a Dysnelandia o a las islas paradisiacas ligadas a paraísos fiscales donde guardan sus “ahorros”?.
Indáguese y revélese las verdades de como los gobernantes del Grupo de Lima y sus testaferros se dan la buena vida a costa de los sufrimientos de sus pueblos y se contrastará reveladoramente con eso que afirman en la declaración contra Venezuela. Ese tipo de vida ansiada de la Florida o de Orlando es la que ahora le permite a EEUU chantajearlos con retirarles las visas o confiscarles sus mansiones, o incluso sobornarlos con prebendas inversionistas o exenciones fiscales para que agredan a los dignos gobernantes venezolanos que resisten los embates del imperio estadounidense para vencer como lo hicieron contra el imperio español los padres fundadores en Junin, Carabobo o Ayacucho. Los gobernantes del GdL se enfrentan, con esa falacia sobre Venezuela y el Consejo de Derechos Humanos, a los ciento veintitrés países que conforman el Movimiento de los No Alineados y del cual Nicolás Maduro es su Presidente pro-tempore.
¿Será seguir boicoteando al MNOAL otro de los intereses de Trump al involucrar al GdL en tan indigna operación contra Venezuela?¿destruir la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC) es otro de los objetivos?¿se dan cuenta esos gobernantes de la responsabilidad histórica que están asumiendo al confabularse con el desacreditado e impopular gobierno estadounidense que llama “países de mierda” a civilizaciones del sur que merecen respeto, consideración y estima por los siglos que han resistido al colonialismo y neocolonialismo y sus pueblos trabajan laboriosamente para salir adelante, e incluso muchos de sus hijos hacen grandes aportes a la Nación norteamericana?.
Décima mentiras al hilo en ese bodrio
La decima estupidez, más que falacia, de la denominada “Declaración de Lima” que en su esencia desprestigia el digno nombre indígena de la capital peruana, es que en Venezuela hay “una crisis humanitaria” y que por ello condena al gobierno por “no permitir” el ingreso de alimentos y medicinas en apoyo al pueblo venezolano. En esas afirmaciones hay varias mentiras. La primera es que la llamada “crisis humanitaria” solo es verdad como discurso imperial y como término utilizado en todas las campañas de publicidad que diseña y ejecuta EEUU antes de invadir militarmente o de intervenir abiertamente en los asuntos internos de los Estados en los cuales quiere “cambiar al régimen”, pero no guarda ninguna relación real con lo que ocurre en Venezuela.
¿Quién en el mundo va a creer que hay una crisis humanitaria en Venezuela, tal y como la define la ONU, existiendo un pueblo tan sabiamente protegido social y militarmente por su gobierno que ante las convocatorias del Presidente se moviliza por millares para marchar o concentrarse de forma alegre y comprometida?. La previsión y protección social garantizada por el gobierno venezolano a su población, que resultan ser verdaderos antídoto para prevenir los desajustes, son más que ello los catalizadores del auge humanitario en Venezuela.
La protección social impulsada por Maduro, no solo se expresa en todo lo que hasta aquí se ha afirmado sobre la seguridad social, la salud y la educación sino también en la aplicación de las políticas laborales y salariales de continuo incremento, la organización comunitaria del pueblo para solucionar problemas, los amplios créditos bancarios y las facilidades comerciales dadas para adquirir celulares inteligentes o nuevos hogares como son esos dos millones construidos por la Gran Misión Vivienda Venezuela que ha puesto a vivir dignamente a más de 6 millones de personas, o carros del año como fueron esos miles vendidos a precios solidarios en los últimos diez años. ¿A qué crisis humanitaria se refieren esos gobernantes del GdL? Si algunos de los cuales usurpan el poder que debe estar bajo el control del pueblo y no de grupitos de ricachones o corruptos como son los que firman la indigna declaración anti venezolana. Una segunda mentira es que el gobierno venezolano “no permite” cuando en realidad lo que ocurre es que EEUU bloquea financiera y comercialmente a Venezuela para dañar las compras de medicina y alimentos del gobierno y tratar de crear situaciones críticas en la población, al mismo tiempo que presiona con chantajes y sobornos a los laboratorios farmacéuticos privados y transnacionales instalados en Venezuela para que encarezcan o reduzcan sus producciones y estas desaparezcan del mercado, y así tratar de crear esa “crisis humanitaria” ansiada por el Pentágono, la cual sería utilizada como pretexto por la 4ta flota del Ejército estadounidense para “asistir humanitariamente” a la población, cuando lo cierto es que esas tropas buscarán regar de sangre y miseria a Venezuela.
La realidad es que nunca ha habido una real oferta solidaria externa de ayuda en medicamentos ni alimentos por lo que el gobierno nunca ha tenido la opción de “permitir” o “negar” y por esa razón Maduro se abocó a negociar más medicinas con la India y otros gobiernos receptivos, al mismo tiempo que el bloqueo yanqui lo enfrenta con entregas gratuitas de medicamentos de alto costo mediante mecanismos masivos de llamadas telefónicas al centro distribuidor bien abastecido y con alcance nacional. Por otro lado está el millar de Centros de Diagnóstico Integral (CDI) y Salas de Rehabilitación Integral (SRI) que asisten gratuita y diariamente a más de cien mil pacientes.
Una oncena falsedad para contrastar con sus verdaderas intenciones
Otra mentira en este aspecto de la declaración de Lima es el presunto “ingreso de alimentos y medicinas” pues eso queda siendo solo un término más de la campaña de publicidad para dañar internacionalmente la imagen del gobierno venezolano y para crear elementos mediáticos para los guiones de programas radiales y televisivos opositores dirigidos a crear condiciones para un golpe de Estado, una intervención extranjera en Venezuela o una invasión armada por sus fronteras y propiciar la creación de un gran caos en Suramérica que por un lado corte las crecientes relaciones sino-latinoamericanas o ruso-latinoamericanas, y por otro coloque a los pueblos en situaciones críticas de dependencia total de sus burguesías como las que hoy sufren los iraquíes, sirios o libios, y de las cuales hoy se aprovechan las megacorporaciones dedicadas a ofrecer “ayuda” a los pueblos que ellas mismas, a través de sus gobiernos imperiales, llevaron a la destrucción bombardeándolas y luego logrando enfrentar a sus ciudadanos en incruentas guerras civiles hasta quedar devastadas sus ciudades y poblados.
¡Que esos gobiernos del Grupo de Lima -si tienen una gota de sensatez- digan con precisión qué carga de alimentos y medicinas donadas por ellos o por otra organización han sido impedidas entrar al país por el gobierno venezolano! No podrán porque todo es una gran mentira para hacerle el juego al gobierno de Trump y cumplir como “perritos falderos” con el dictado yanqui. ¿Cuántas medicinas o alimentos han enviado a Venezuela los gobiernos de ese grupo por las grandes compañías transnacionales de transporte de mercancías que están en plena actividad desde todos los países del mundo y que el gobierno las haya impedido o bloqueado o algo similar?. Si en verdad quisieran ayudar al pueblo de Venezuela, el GdL debió comenzar por exigir a EEUU levantar el bloqueo financiero y eliminar las amenazas a las empresas extranjeras que quieren comerciar con Venezuela. Ambas medidas son las que inducen las situaciones críticas en Venezuela pero nunca llegarán a crisis humanitarias mientras haya un gobierno previsor, protector y garantizador de la seguridad social en su máxima expresión para sus ciudadanos y ciudadanas, sean trabajadores activos, pensionados o jubilados. Por todo ello, otra de las mentiras asociadas radica en que si no ha habido oferta solidaria real de medicinas y alimentos y sí bloqueo y amenazas, el susodicho “apoyo al pueblo venezolano” queda además de innegable falsedad como una frase demagógica al estilo de las que utilizan esos gobernantes para ganar las elecciones y después incumplen de la forma más inmoral del mundo compitiendo en esa inmoralidad con Mariano Rajoy quien en España no alcanza, al igual que Santos o Temer, ni el 25% de apoyo popular, muy contrastante con el 53 o superior por ciento logrado por Nicolás Maduro en los últimas tres procesos electorales realizados en 2017 con amplia participación y con un ejemplar comportamiento electoral del pueblo.
La doceava afirmación mentirosa y de naturaleza imperialista
Una mentira histórica, pero arropada en toda una verdad injerencista, es que la susodicha Carta Interamericana es “democrática” cuando la realidad es que es un mero papel inaplicable y antidemocrático por sus procedimientos y poderes implícitos, ya que fue un engendro imperial de George W. Bush surgido de las mismas mentes que convirtieron a Irak en un país devastado que para reconstruirlo necesitan más de 100 mil millones de dólares y restituir las mismas condiciones humanas a su pueblo es imposible por tener más de un millón de víctimas mortales que ocasionan infinitas secuelas familiares para varias generaciones como mismo ocurre hoy en Japón con los familiares de las víctimas de las bombas atómicas lanzadas por EEUU en Hiroshima y Nagasaki, o las miles de familias de la otrora Yugoslavia desintegrada por los inclementes bombardeos de EEUU y la OTAN, y que hoy forman parte de los conflictos en Bosnia, Herzegovina, Serbia, Kosovo, Croacia, Eslovenia o Macedonia que componían el país que logró reunir y unir el partisano convertido en mariscal, Joseph Broz Tito, y que a su muerte comenzó a ser resquebrajado por las campañas mediáticas dirigidas desde el cuartel central de la OTAN en Bruselas.
Tratar de aplicar la Carta a Venezuela que ya manifestó su decisión de dejar la OEA e inició ese proceso es atentar contra la propia Carta y contra la más amplia Carta de las Naciones Unidas que reconoce los principios superiores del derecho internacional público como es el respeto al derecho a la autodeterminación de los pueblos, la no injerencia en los asuntos internos de los Estados, la proscripción al uso de la fuerza para resolver los conflictos internacionales y el respeto a la soberanía de los Estados, entre otros. Al tratar de aplicar esa Carta el GdL se coloca al margen del Derecho Internacional Público, lo cual sería otro cargo en el futuro juicio contra sus gobernantes que realizarán los pueblos. La comunidad internacional que conforman el Movimiento de Países No Alineados, por la misma naturaleza de sus principios fundacionales de Bandung y Belgrado, respaldan a su actual Presidencia pro tempore, Venezuela, ante una acción injerencista e intervencionista de los gobiernos deslegitimados o no de ese Grupo de Lima totalmente alineado y al servicio del gobierno de Trump.
Treceava falsedad, ésta en torno al secuestro de un organismo intergubernamental
Respecto a los apoyos que ese Grupo de gobernantes pretenden dar a su secuestrado Mercosur para seguir violando el derecho internacional público en sus principios y normas, contra un gobierno latinoamericano, como el venezolano, con el que mantienen relaciones diplomáticas y contra el que como potencia energética ayuda con petróleo en condiciones comerciales muy ventajosas para gobiernos solicitantes, también con servicios médicos, como ningún otro lo ha hecho, a muchos pueblos de las áreas caribeña, suramericana, centroamericana y de África, y con miles de becas de estudio a lo largo de dos décadas, servicios oftalmológicos, odontológicos o estomatológicos, operaciones cardiacas y de otra índole, es previsible que esa acción del GdL se convierta en otro bumerang porque sus propios pueblos le saldarán esa cuenta de ingratitud hacia Venezuela que como ninguno de esos gobiernos ha hecho honor y dignificado realmente el compromiso democrático establecido en el Protocolo de Ushuaia.
Catorceava falacia que además presupone violación del DIP
Al acordar, como grupo, fuera de los Grulac (3), “no apoyar ninguna candidatura venezolana en mecanismos y organizaciones regionales e internacionales”, los gobiernos del GdL están poniéndose al margen de las prácticas internacionales y de los principios del derecho internacional que establecen actuar de buena fe y en beneficio mutuo en las relaciones internacionales pero también actúan contra la filosofía de los Grulac que conlleva a la pérdida de poder de acción conjunta para favorecer a EEUU. ¿Qué daño ha hecho el gobierno bolivariano a estos países para que sus gobiernos actúen con tanta saña y odio contra Venezuela y pretendan una actuación legítima y reconocida por la comunidad internacional?¿En qué radica el interés de estos gobernantes al servicio del gobierno pentagonista de Trump sino es en tratar de debilitar el potencial renovador y emancipador con que Venezuela está transformando la vida nacional?¿contraviene a los intereses de explotación de sus pueblos el ejemplo que ofrecen las transformaciones sociales en Venezuela?
Con Venezuela no podrán porque el pueblo digno y agradecido es protegido por Maduro
Si el Grupo de Lima-EEUU creen que conforman el ombligo del mundo o el eje de la política internacional para buscar el derrocamiento de un gobierno ampliamente democrático, como es el que preside Nicolás Maduro, están bien alejados de la realidad del mundo de hoy. Tratar de disminuir las capacidades defensivas de Venezuela siguiendo órdenes del Pentágono y del Departamento de Estado de EEUU e intentar detener el ingreso a Venezuela de armas, vehículos, insumos logísticos o municiones y misiles con que el gobierno bolivariano debe garantizar la defensa de la integridad territorial de Venezuela, su soberanía e independencia, son meras quimeras violadoras de la soberanía venezolana que solo pueden anidar en las mentes prepotentes de gobernantes sumisos al imperio y seguir alentando lo imposible, pues ni el gobierno de Rusia ni el de China o Irán o Bielorrusia serán receptivos, ni víctimas de tales amenazas, y mucho menos el de Cuba que continuará, como siempre lo ha hecho, ayudando a desarrollar las potencialidades humanas de todas y todos los defensores de la Patria refundada por Chávez y protegida por Nicolás Maduro, hoy más democráticamente socialista que cuando el gobierno estadounidense la consideró “una amenaza inusual y extraordinaria” en 2015 y reveló, una vez más pero esa vez por escrito y públicamente, las verdaderas intenciones imperiales, a partir de lo cual el gobierno venezolano multiplicó la recepción de solidaridad internacional recibida de pueblos de los cinco continentes porque ellos saben y están ya convencidos de que la Revolución Bolivariana nunca negociará su independencia ni nunca entregará su soberanía sino que la defenderá al precio que sea necesario.
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