Carlos M. Rodríguez C
Estimado amigo Ángel, a veces caemos en la trampa que nos
prepara la consciencia. Y esta trampa siempre tiene un cebo.
Qué nos guste o no su manera de expresarse, su forma de
asumir la lucha, su lenguaje llano, jocoso propio de un oriental, es otra cosa.
Es
astuto, sagaz, valiente, frontal, intuitivo, cualidades que le han hecho
destacar en las organizaciones políticas, espacios públicos y proyectarse nacional e internacionalmente
como un líder social.
Qué tenga aspiraciones presidenciales…tiene todo su derecho.
Ha sido un militante disciplinado, fiel, constante, dedicado a la organización
del PSUV y al apoyo a las comunidades, al pueblo. Son cualidades que lo hacen
merecedor de altos cargos en el gobierno, inclusive el de Presidente de la
República.
Qué
es corrupto, tal como lo pregonan los opositores desde el inicio del proceso
revolucionario. Hasta ahora nadie lo ha probado. Incluso ganó una demanda al
Diario El Nazional ya que no pudo demostrar las pretendidas pruebas de su
corrupción.
Quizás Diosdado
sea el chavista más odiado por la oligarquía, por el impero, por los escuálidos, por los
traidores, por la derecha tanto la exógena como la endógena, aunque mantengo la
tesis que él también, en el fondo, es un hombre de derecha.
Quiero
aclarar que no soy seguidor de Diosdado, perooo. Al César lo que es del César.
Ahora
bien camarada Ángel, a veces hacemos un favor a las piltrafas cuando invocamos
su nombre, cuando lo mencionamos. Mejor es ni nombrarlo porque lo conjuramos y
muchos no valen la pena ya que su condición como gente, como persona los hace
detestables.
Aporrea
está llena del detritus, de la escoria que va dejando, centrifugando la
revolución en su torbellino político, social, cultural. Muchos de los que
defendían el proceso revolucionario a “capa y espada” han abandonado el terreno de la revolución
y algunos se declararon descaradamente
de “derecha” como el excremento al que Ud. se refiere en el artículo en cuestión. Otros se han mimetizado
autodenominándose “revolucionarios críticos”,
“izquierdosos críticos”, “Chavistas sin Maduro” y otros “sugestivos”
nombres, tratando de ocultar su alevosía, su felonía. Otros son declaradamente
e históricamente de derecha, pero la democracia mal entendida da para todo,
incluso para albergar en nuestros hogares a los que son nuestros enemigos
naturales, y le damos alimento, cobija y protagonismo. Y hasta los apoyarlos en
sus “perversos fines” y los ponen en el púlpito como los nuevos “ídolos” de la
democracia, aplaudiendo su basura
intelectual.
Ángel,
discúlpame este atrevimiento. No es una llamada de atención ni nada parecido.
Es sólo manifestar que apoyo tus opiniones pero que no vale la pena tomar en
cuenta sujetos de tan baja ralea.
Hasta
la victoria siempre. Venceremos.
carrodcas@gmail.com
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