sábado, 28 de abril de 2018

REFLEXIONES INGENUAS: “LAVÁNDOSE LA CARA”


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Carlos M. Rodríguez C.
“Cuando el barco se hunde las ratas huyen”
Anónimo

            Asombroso los milagros que hacen las oportunidades. Mejor dicho, refiriéndome a la conseja popular que nos dice: “la oportunidad hace al ladrón”. O sea, los oportunistas.

            Hasta hace muy poco solía leer por este medio articulistas, que alardeando de tener una formación académica consustanciada con las ideas revolucionarias y de haber tenido una militancia de izquierda que los convirtió en traga balas, masca tuercas, Súper Ratones, Rin tin tines, Santo el Enmascarado de Plata y otros héroes de los comics Made in USA., escribían artículos que superan al “Manifiesto Comunista” de Marx, al “Juramento sobre el Monte Sacro” de Bolívar, “Carta a Fidel” del Che, Reforma o Revolución de Rosa Luxemburgo, “Un paso atrás dos adelante” de Lenin entre otros, tanto por lo profundo de sus planteamientos su compromiso con la revolución, en Chávez, con la revolución bolivariana con el pensamiento de izquierda.

            Una característica común es que la mayoría de ellos ocupó cargo públicos, tanto en el gobierno del Comandante Eterno Hugo Chávez como en el gobierno del Presidente Maduro. Algunos formaron parte del Gabinete Nacional,  otros en otras responsabilidades importantes. Otros sólo fueron enchufados en cargos insignificantes y otros tan sólo “mirones”, y como dice el dicho, los mirones son de palo.

            Otro rasgo similar es que la mayoría de ellos presumen de haber sido una “caja de machetes” en su gestión, los “pipiriwevos” de la administración pública, los “ultrasuperefectivos” y “archihonrados” en las funciones que ejercieron y en los cargos que ocuparon.

Además, también importante, lo constituye la humildad con que expresaban sus ideas, lo pedagógico de sus exposiciones, lo admirable de la fortaleza de sus principios, de sus convicciones. Igualmente admirable es la sencillez de su personalidad. Sin ninguna presunción acerca de sus méritos se presentaban como “simples” militantes que tan sólo cumplieron con su compromiso revolucionario y aceptaron sus cargos o responsabilidades sin ningún interés monetario ni personalista. O sea.

En fin, los estereotipos personalizados de las figuras más admirables de los procesos revolucionarios de la historia, los Mao Tse Tung, Allende, Carlos Prestes, Francisco Villa, Fidel Castro, Lenin…

Pero los tiempos han cambiado y el proceso revolucionario latinoamericano ha sufrido  y está sufriendo los embates del imperio y de la  derecha internacional, así como la desfiguración de sus logros debido a errores, debilidades, malformaciones políticas, sociales, estructurales. Este es el caso de  Venezuela que hoy  es víctima de una guerra de sexta generación por parte del Imperio para derrocar el gobierno del Presidente Maduro; Nicaragua en la que hay una reedición de las guarimbas que se dieron en Venezuela durante los años 2014 y  2017, Chile en el año 1973, así como la detención y Lula, el golpe de estado contra Dilma en Brasil, Zelaya en Honduras y otras acciones similares.

Estas acciones han contado con apoyo de sectores de la derecha endógena que ha justificado, desde el punto de vista político, económico y hasta ideológico los procedimientos, tácticas, argumentos utilizados por el imperio para socavar la democracia en el continente y participar en el festín, en el reparto del botín, en el saqueo a que  han sido víctimas los países en referencia. Durante el golpe de estado contra el Presidente Chávez sectores de la derecha invocaron, justificaron, celebraron la asonada y financiaron a los grupos que participaron en la conspiración con dinero propio y con los aportes que hicieron los países cómplices tales como España, Canadá, E.U., Colombia, Chile, entre otros.

En la totalidad de los casos, muchos de los ideólogos, políticos de “izquierda”, “come candelas”, “ñangaras” participaron apoyando dichos actos dictatoriales de corte fascista, unos “argumentando el sesgo antidemocrático de los gobernadores en referencia, otros aludiendo su traición al proceso revolucionario, otros simplemente dieron un “salto de talanquera”  arrimándose a los conspiradores en su avanzada neoliberal y totalitaria para revertir los procesos revolucionarios en la región. Entre ellos recordemos el triste caso de Huber Matos en Cuba, el de Sandino  en Nicaragua, Villa en México, Caamaño en Panamá, Luis Miquilena en Venezuela, es decir, el mismo comportamiento “lameculista” que hoy asume Almagro, quien de militante de izquierda en los años  salta  a ser el más hediondo defensor del imperio y el más crítico a los procesos revolucionarios en América Latina y ficha política de la CIA,

En el más reciente de los casos, Nicaragua, las posiciones de algunos excombatientes a la dictadura somocista y militantes del FSLN se encuadran en lo sostenido en el párrafo anterior, y lo más lamentable, es que se unen a la mal llamada “revolución de colores” financiada por los E.U. para reinstalar un régimen neoliberal en el país.
Entiendo que ha habido errores, omisiones, debilidades en el proceso revolucionario nicaragüense, pero los “trapos sucios se lavan en casa” y no usando las muletas que le alquila el imperio, tal como lo están haciendo hoy los apostatas de las luchas revolucionaria en  América Latina y el Caribe.

En el caso de Venezuela la cosa da hasta “asco”. Cierto que la dirección política del país tiene grandes debilidades. La corrupción penetra los espacios públicos dañando la visión del proceso socialista bolivariano, la imagen del Presidente Maduro y la proyección internacional del Comandante Chávez.  El cerco político que los militares tienen tendido al gobierno nacional ya que ocupan los cargos de mayor importancia y trascendencia, caracterizándose por la incapacidad, ineptitud,  autocracia, exclusión, descomposición ética, ha impactado negativamente en la credibilidad del pueblo que, debido a la guerra asimétrica declarada por el gobierno de los E.U., Canadá, la U.E.,  sufre los rigores de una inflación desatada, escasez, falta de medicamentos, falta de circulante, repuestos automotrices, insumos, falta de atención médica, transporte, atención pública sin que se hayan tomado medidas efectivas para su solución aunque se propongan tesis que apuntalan a solventar la falta de ingresos a fin de solventar la falta de recursos económicos para satisfacer las necesidades del pueblo.

Pero, además de esto, con el cerco informático y la avanzada comunicacional contra el gobierno y la revolución socialista bolivariana, acorralan  nacional e internacionalmente la difusión de las actuaciones que se han diseñado para solucionar la problemática señalada.

Y parte de esta avanzada comunicacional de la derecha está integrada por algunos de aquellos que otrora se desgarraban las vestiduras por defender las ideas y acciones de izquierda, por preservar y difundir los logros de las revoluciones socialistas en Latino América y el mundo, por defender y alabar el proyecto socialista bolivariano de Venezuela, por dar vivas y declarase militantes de la revolución Cubana.

Basta leer medios de información nacional para conseguir artículos en los cuales se ataca desmedidamente al Presidente Maduro, se adjura contra los procesos revolucionarios en América Latina, se censuran las  medidas aplicadas en los países con procesos revolucionarios destinados a preservar la paz interna, la seguridad nacional, la tranquilidad de la república. Además atribuyen todos los males a la mala administración del gobierno desconociendo o ignorando deliberadamente los ataques a las instalaciones de energía eléctrica, el saboteo a las líneas del metro, el robo de los cables de CANTV, el sabotaje a los sistemas informáticos de la banca y de las instituciones del estado como parte de la campaña para evitar el proceso eleccionario del 20 de mayo.

Lo más vergonzoso que he leído proviene de uno de estos felones con aspiraciones a ser Presidente de la República quien afirma que “la guerra económica es una flamante mentira” y que es un invento de Maduro para justificar su incapacidad (palabras más palabras menos). O sea que las medidas tomadas por el imperio son un invento de Trump, son sólo cuentos de camino para asustar a los chavistas y al pueblo venezolano. No me lo escarapele a besos.   A verse visto tanta estupidez en la cabeza de un tarado.

Por supuesto, hay otro que promete vender la patria, hipotecar el país a los E.U., a través de la dolarización de la economía, de la vuelta a la sociedad de mercado, a las trasnacionales como gerentes de nuestro país, aunque de él cualquier cosa se puede esperar porque para este esperpento traicionar es su aficcion.

¿Será que creen que “lavándose la cara”, renunciando a sus otrora ideas revolucionarias, adjurando de su pasado de izquierdistas trasnochados, de sus amoríos de cafetín con Fidel, El Che, Sandino, de sus servicios como “enchufaos” prestados a  Chávez,, incluso a Maduro,  el imperio los va a perdonar, les va a absolver sus “pecados” ideológicos, sus máculas intelectuales?

            Parece que entre sus lecturas no revisaron o no entendieron las historias de aquellos que habiéndose volteado a última hora a Allende fueron fusilados, torturados, encarcelados durante el gobierno de Pinochet. O los que resultaron muertos durante los bombarderos por parte de las fuerzas imperiales en Vietnam, Irak, Libia a pesar de haber desertado de las fuerzas revolucionarios para formar parte de los mercenarios alistados para combatir a sus gobiernos.

            En fin, las bombas no tienen grabado el nombre de su blanco ni las balas distinguen chavistas de escuálidos. Ni los soldados asesinos de las tropas yankys tienen amor por los latinos, ni por los negros, ni por los traidores. Ahí está el detalle.

Hasta la victoria siempre. Venceremos

carrodcas@gmail.com

           


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