martes, 3 de abril de 2018

REFLEXIONES INGENUAS: ¿QUE PASARIA SI MADURO PIERDE LAS ELECCIONES?


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Por Carlos M. Rodríguez C.

Uno de los rasgos más resaltantes del traidor es el vasallaje. Tiene que ser así porque para demostrar que realmente ha cambiado sus ideas, sus creencias  debe asumir un comportamiento cónsono con su nuevo “lux”, con su nueva forma de pensar, por lo tanto, demostrarlo con hechos, con actos. De ahí que se convierta en “lacayo” de aquel o aquellos nuevos amos a  los que deba obediencia.  Estas  es una de las razones que los “aleves”, los traidores culminen su existencia como sapos, soplones, delatores y en el peor de los casos en torturadores, entreguistas, verdugos.

            Muchos son los personajes que en los procesos históricos  han asumido tan vergonzoso papel: Cayo Brutus quien asesinó a su padre el Emperador César para quitarle el trono durante el Imperio Romano;  José Fouché quien no tenía empacho en pasarse de un bando a otro durante la Revolución Francesa; Kautsky quien traicionó a los bolcheviques para apoyar a la socialdemocracia durante la Revolución Rusa, Álvaro Obregón durante la Revolución Mexicana quien traicionó a Villa y  otros revolucionarios para apoderare del poder.

Fidel Casto, durante la revolución cubana sufrió muchos actos de traición, tales como el de Huber Matos Benítez, Arnoldo Ochoa quien fue fusilado por Traidor a la Patria.

En Panamá Caamaño, en el año en el año 1973, fue traicionado por Bosch, quien lo denuncia cuando penetró territorio dominicano para luchar contra Balaguer.

Allende traicionado por  Pinochet.

Quizás el revolucionario más traicionado ha sido el Comandante Eterno Hugo Chávez F. y la revolución con más abjuración ha sido la  Revolución Socialista Bolivariana. Inicialmente traicionado por el General Salazar a quien designó como Ministro de la Defensa, posteriormente por Jorge Olavarría, Alfredo Peña, Luis Miquilena, Rosendo, Nestor González G. y los militares en desobediencia de la Plaza Altamira más adelante por Baduel, Acosta Carles, PODEMOS, MAS, C.R, los Círculos Zamoranos, Arias Cárdenas y secuaces y una cola bien larga de catecúmenos.

Pero la cosa no llega ahí, con su muerte afloran los resentidos por la designación de Maduro y comienza  una larga eclosión de felones que hoy plañan los medios contrarevolucionarios y algunos medios de opinión de la izquierda, conformado por fundamentalmente por ex funcionarios gubernamentales (Ministros, Viceministros, fiscales, directores de ministerios, diputados, etc.) que fueron removidos de sus cargos unos por ineptos, infiltrados, corruptos, ( muchos que aún se mantienen dentro del equipo gubernamental en espera de los acontecimientos) otros detenidos, otros allanada su inmunidad y solicitados ante los cuerpos policiales internacionales, otros por creerse los “izquierdistas, marxistas, revolucionarios, “cajademachetes”, intelectuales de mala monta que se presentan como los teóricos más alumbrados que hoy apuesta a la derrota electoral de Maduro, la caída de la revolución bolivariana, la intervención a Venezuela.

A estos super revolucionarios, ultraizquierdistas, come candela, superrecontraarechos, valdría la pena preguntarles ¿Qué pasaría si Maduro pierde las elecciones?

¿Es que su intelecto brillante no les permite distinguir entre la gestión del Presidente Maduro y la construcción de la revolución socialista? ¿Será que es muy difícil entender que un gobierno de derecha, no sólo derogará todos los derechos contenidos en la C.R.B.V. sino que eliminará los programas sociales contenidos en el presupuesto nacional como mecanismos de inclusión social que benefician a millones de venezolanos y venezolanas? ¿Será extremadamente dilucidar que miles de revolucionarios serán  asesinados, quemados, hechos prisioneros, enjuiciados mañosamente, condenados, sentenciados  a prisión por el sólo delito de ser chavistas, haber sido funcionarios públicos? ¿Que muchos venezolanos serán  desaparecidos?  ¿Qué las universidades volverán a ser privatizadas a través del pago de las matrículas? ¿Que la medicina será privatizada? ¿Será que su suprema inteligencia no les dá para saber que se volverá a la etapa de la represión, la censura, el allanamiento de universidades, liceos, viviendas sin previa orden judicial?

El momento actual, entendido como el producto de tanto la ineficiencia, ineficacia, corrupción, oportunismo, populismo, impunidad, improvisación es el resultado de la lucha de clases, de la coyuntura de un momento en el cual, el imperio presiona a través del estrangulamiento económico, tecnológico, político para revertir el proceso revolucionario a través los países lacayos en un intento en retomar el poder político, económico, cultural, social del país y por ello ha declarado la guerra asimétrica con la cual intenta intervenir militar y para ello usa, no sólo a los partidos políticos, grupos de choque, medios de comunicación, miembros de las FANB, sino también a funcionarios públicos, empresarios, malandros, sicarios, paramilitares.

Es nuestro deber enfrentar dichas amenazas, debilidades. Es nuestra obligación preservar lo que hemos logrado, construido. Es imperativo que nos organicemos para defender la revolución, pero también para presionar a Nicolás Maduro corrija sus fallas, omisiones, errores, que salga de aquellos funcionarios corruptos, ineptos, incapaces que han hecho mucho daño a la revolución. Sólo el pueblo llano, el pata en el suelo, el oprimido, el necesitado sabe lo importante que es lograr una victoria electoral de las fuerzas revolucionarias en próximo mes de junio. De ella depende la continuación del proceso de la revolución bolivariana en construcción.

Los académicos de pacotilla, los críticos de “botiquín”, los recién vestidos, los neoderechistas, los neonazis, los profetas del desastre le hacen un peligroso juego a los intereses de la patria y están al nivel de aquellos que piden a gritos una intervención, una invasión es decir, traidores a la patria. Es decir, harina del mismo costal, siendo más peligrosos que los que dan la cara y se presentan como enemigos directos del sistema, por lo tanto hay que desenmascararlos, enfrentarlos y derrotarlos.

Recordemos aquella consigna que se hizo famosa en los años de inicio de la revolución: “Sólo el pueblo salva al pueblo”. Lo demás es cuento de caminos.

Hasta la victoria siempre. Venceremos.

La lucha sigue siendo larga. Defendamos nuestros logros.

carrodcas@gmail.com




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