Por Carlos M.
Rodríguez C.
Las
cosas lee por los medios de información nos colocan en un conflicto interno. ¡Será que uno está viviendo en un país en
donde los intelectuales, especialmente aquellos dedicados a la docencia, están
sufriendo de alucinaciones? O definitivamente la mayoría de los lectores que
accedemos a esas instancias informativas padecemos de desubicación
espacio-temporal, idiotez o retraso mental?
Hay
varias cosas que me motivan a escribir este pequeño artículo, las cuales son
importantes para entender lo que digo en mi introducción.
En
primer lugar, como es posible que el
Ministro de Educación Superior pretenda desconocer un derecho de los
trabajadores, sea el nivel que sea, si está consagrado en la Constitución y en
las leyes de la RBV. Y con el añadido
que el propio Presidente Maduro dijo en una oportunidad que el mismo estaría
vigilando que dicho aumento debe hacerse a los profesores universitarios.
En
este momento político, una decisión como la del Prof. Hugbel Roa carece de toda
lógica en el entendido que los errores administrativos producen impacto a
nivel nacional y especialmente en el
ámbito electoral. Será que el Prof. Roa no ha hecho ningún curso de formación
política que complemente su Currículum Vitae y lo acredite a asumir el cargo de
Ministro en un gobierno revolucionario?
En
segundo lugar, la guerra económica ha devaluado el salario y los que tenían un
ingreso privilegiado, como lo eran los profesores universitarios, hoy padecen
las calamidades que todos los trabajadores de Venezuela sufren. Bajos sueldos,
falta de previsión social, actualización académica.
Esta
situación gravita sobre el personal que trabaja en las universidades y es
lógico que protesten frente a una decisión tan ilegal e impopular como lo que
está ejecutando el Ministro en ciernes.
Pero es necesario hacer algunas consideraciones.
No es un gremio golpista como lo es FAPUV el que tiene
moral para reclamar el derecho a percibir los aumentos a los salarios de los
profesores universitarios. Este es un gremio que ha vivido de la explotación de
los agremiados a través de las cuotas cobradas a las Asociaciones de Profesores
y éstas viven de las cuotas de los agremiados y de los acuerdos federativos con
las cuales viven de viaje en viaje, paseos, festejos, no cumplen con sus
deberes como docentes, conspiran, financian actos en contra el gobierno y pare
Ud. de contar. Han sido cómplices activos del deterioro del nivel académico de
las universidades y de la moral de los profesores quienes justifican, desde hace años (auspiciados por
la FAPUV) su inasistencia a las instituciones educativas alegando el bajo
ingreso devengado en dichas casas de
estudio. Se abrogan el derecho a representar al gremio docente pero sus
procesos electorales han sido viciados permanentemente lo cual los hace
carentes de legitimidad y sustento ético.
La única razón de ser es la protesta por razones
economicistas, las demás son pura pantalla para “justificar” su existencia. Es
decir no dejan de ser más que “guarimbitas” que gritan cuando le quitan parte
de sus ingresos debitados a la base profesoral.
Lo otro que me parece una “blasfemia” es la amenaza de
llamar a paro indefinido: Que me explique la “aguerrida” luchadora: ¿Cuándo ha
abandonado el paro si desde hace años los profesores universitarios han dejado
de cumplir con sus obligaciones? (con el debido respeto a aquellos que si
cumplen a cabalidad con sus deberes institucionales que son bastantes?
Con el justificativo que el salario no les alcanza
dedican el tiempo en que deben atender sus funciones como docente,
investigador, extensión y servicios, a ejecutar trabajos personales, negocios,
viajes y otros tipos de actividades, teniendo hasta la cachaza de atender a sus
alumnos dos veces en el semestre, una vez para conocerlos y la otra para
colocarles las calificaciones, si es que acaso ocurre, situación que se
presenta tanto en pre como es posgrado. Por tal razón nunca se les encuentra en
sus cubículos, oficinas ni siquiera en los pasillos. Gozando del apoyo de las
autoridades universitarias y sus cómplices en los gremios y en los predios
oficiales.
En vez de estar conculcando los derechos de los
profesores universitarios, el flamante Ministro de Educación Superior debería
estar buscando las maneras de corregir
las fallas de las universidades que van desde actos de corrupción con las
partidas presupuestarios, falta de supervisión, ausencia de mecanismos de
control interno y externo, revisar y
mejorar los mecanismos de evaluación y aplicación de las leyes y reglamentos.
De lo contrario daremos pié para que aquellos que
participaron en el Golpe de Estado, en el Paro Petrolero, en todas las
guarimbas que ha habido en Venezuela
mantengan su protagonismo y el apoyo
de aquellos que se dicen ser revolucionarios.
Para luego es tarde.
Patria, socialismo o muerte. Venceremos
carrodcas@gmail.com
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