Las tensiones entre Venezuela y la Organización de Estados Americanos (OEA) han llegado a un punto máximo. Mientras que el Gobierno de Nicolás Maduro ya inició el proceso para abandonar la entidad panamericana, ésta última allanó el camino para suspender al país como estado miembro. Sputnik te presenta los posibles escenarios.
El 5 de junio, la Asamblea General de la OEA emitió una resolución impulsada por EEUU, aprobada con 19 votos positivos, 4 en contra y 11 abstenciones, en la que se desconoce los resultados de las elecciones presidenciales del 20 de mayo en Venezuela y se constata "una alteración inconstitucional del orden constitucional" en el país.
"La OEA ha sido un espacio de agresión permanente contra Venezuela. Las declaraciones crónicas de[l secretario general] Luis Almagro de ataques contra el país son una muestra de eso. La resolución fue un nuevo paso para intentar sacar a Venezuela de la organización, tomando cuenta que Venezuela anunció que se iba a retirar", dijo a Sputnik el analista internacional Marco Teruggi.
Sin embargo, el experto recordó que "estaba previsto" que sucedieran cosas del estilo, a partir del levantamiento en febrero "por orden de EEUU" de la mesa de diálogo en República Dominicana entre el oficialismo y la oposición, que no presentó candidatos a los comicios de mayo.
Su estrategia [de EEUU] consistía en vaciar la contienda electoral, quitarle legitimidad, para decir que la elección no era legal. De alguna manera estamos en un cuadro esperado. Evidentemente la reacción de Venezuela es una defensa no solo a la victoria de Nicolás Maduro sino al proceso democrático en general", dijo.n los mismos, recordó, "hubo una elección justa", con "veedores y acompañantes internacionales"
Teruggi opinó que construir "una matriz comunicacional política de que en Venezuela hay una dictadura" permitiría alisar el terreno para "nuevas acciones económicas, pero también violentas".
En ese panorama, Sputnik te presenta un análisis de cómo se puede dar la separación entre Venezuela y la OEA.
A. ¿Qué implica la resolución y cómo puede impactar en Venezuela?
La polémica resolución —impulsada principalmente por los países del llamado Grupo de Lima— dispone aplicar a Caracas "los mecanismos para la preservación y la defensa de la democracia representativa" previstos en la Carta Democrática Interamericana (CDI).
Este órgano está integrado por los embajadores de los Estados miembros, y puede "realizar una apreciación colectiva de la situación y adoptar las decisiones que estime conveniente". En primer lugar, las "gestiones diplomáticas" son la vía que debe tomar el Consejo para intentar apaciguar las aguas.En sus artículos 20 y 21, la CDI dispone que en un hipotético caso de "alteración del orden constitucional que afecte gravemente" el "orden democrático" en un país miembro, cualquier otro Estado parte o el secretario general puede "solicitar la convocatoria inmediata del Consejo Permanente".
De momento, la votación del 5 de junio tiene un carácter simbólico, pues es la primera vez que la Asamblea General de la OEA toma una decisión del estilo y no implica una modificación inmediata del estatus de Venezuela en el organismo. Es decir, todo depende de lo que ocurra en el futuro próximo.
B. ¿Qué puede pasar tras las gestiones del Consejo Permanente?
Pero si éstas son infructuosas, se puede proceder a la suspensión del Estado al que se quiere aplicar la Carta Democrática. Para ello es necesario que "dos tercios" de los votos de la Asamblea así lo dictaminen. En ese caso, "la suspensión entra en vigor de inmediato".Dependiendo del éxito de las tratativas o de "la urgencia del caso", el Consejo puede derivar en un período extraordinario de sesiones de la Asamblea General, el órgano supremo de la OEA donde cada Estado miembro tiene derecho a voto. Como en el paso anterior, la prioridad es intensificar las gestiones diplomáticas.
"El Estado Miembro que hubiera sido objeto de suspensión deberá continuar observando el cumplimiento de sus obligaciones como miembro de la Organización, en particular en materia de derechos humanos", establece la Carta.
Actualmente, son 35 los países miembros, aunque sólo 34 lo integran de manera efectiva (Cuba no participa en las votaciones). A la luz de la resolución del 5 de junio, para alcanzar los dos tercios necesarios con el fin de hacer efectiva la suspensión en la Asamblea General o el Consejo Permanente, se necesitarían 23 votos favorables.Hasta el momento, solo dos países fueron suspendidos: en 2009, cuando se suspendió a Honduras tras la destitución del presidente Manuel Zelaya; y en 1962, cuando se expulsó a Cuba. Mientras que la primera nación se ha reincorporado, en el caso de la Isla el proceso no se ha concretado.
Son cuatro más de los 19 votos que aprobaron por mayoría simple la resolución de EEUU —el país impulsor-: los 14 del llamado Grupo de Lima (Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guyana, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía), junto con Bahamas, Barbados, Jamaica y República Dominicana, además de Washington.
Cuatro países votaron en contra de la resolución: Bolivia, Dominica, San Vicente y las Granadinas, además de Venezuela. En tanto, 11 naciones se abstuvieron: Antigua y Barbuda, Belice, Ecuador, El Salvador, Granada, Haití, Nicaragua, San Cristóbal y Nieves, Surinam, Trinidad y Tobago y Uruguay.El Grupo de Lima es un conjunto de países conformado en agosto de 2017 en la capital peruana para hacer un seguimiento a Venezuela hasta que retorne a la democracia que, a su entender, ha perdido.
En ese panorama, no existe un panorama claro para la posible aprobación de una suspensión.
Marco Teruggi apuntó que Washington "logró reunir al arco de países" que suele estar a su favor "pero tampoco mucho más", a pesar de que haya sido presentado como "una victoria". Sin embargo, a su criterio la resolución se inserta en "un intento de aislar mundialmente a Venezuela".
El analista consideró que la actitud del Departamento de Estado es "injerencista", pero también lo es la de los Gobiernos de América que se han posicionado del lado de Washington. Puso como ejemplo el decomiso de alimentos en Colombia, destinados a la distribución subsidiada en Venezuela o el obstáculo al ingreso de divisas, la venta de petróleo y la compra de medicinas y alimentos.
"En este momento tenemos una agresión diplomática, no solo verbal sino de hecho. (…) ¿Cómo puede [un país] tomar acciones que van a conducir a una dificultad económica todavía mayor que la que tiene Venezuela? Son acciones injerencistas e ilegales?", se preguntó.
C. ¿'Venexit'? Técnicamente imposible hasta 2019.
Tras repetidos cruces con el secretario general de la OEA, Luis Almagro, Venezuela ya había anunciado el 27 de abril de 2017 su retirada del organismo, decisión que por motivos técnicos no podrá tener efecto sino hasta dos años después de tomada.
De acuerdo con la Carta de la OEA, un Estado puede "mediante comunicación escrita" "denunciar" el texto fundamental de la entidad, el mecanismo necesario para disolver los vínculos existentes.
"Transcurridos dos años a partir de la fecha en que la Secretaría General reciba una notificación de denuncia, la presente Carta cesará en sus efectos respecto del Estado denunciante, y éste quedará desligado de la Organización después de haber cumplido con las obligaciones emanadas de la presente Carta", precisa el documento.
Por eso, hasta abril de 2019 Venezuela sigue vinculada formalmente a la OEA y no se puede considerar que la haya abandonado.
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