Por: Luisana Colomine
Un artículo de Roberto Carlos Palacios, titulado "Entre la soberbia y la sumisión", me motivó a escribir estas reflexiones para las cuales tuve que ver por más de dos horas, la reunión que sostuvo el presidente Nicolás Maduro con representantes de las comunas el pasado 7 de junio en este nueva edición de los "diálogos", retomados a raíz del triunfo del pasado 20 de mayo. Diálogos que de verdad no han dado ningún fruto porque seguimos en la misma pelazón.
Debo decir que ya he estado otras veces en la Plaza Bicentenaria de Miraflores, lugar escogido para el encuentro con el verdadero poder popular, y que para llegar hasta allí hay que caminar un largo trecho pues es la entrada trasera del Palacio de Gobierno. O sea que los comuneros fueron recibidos por la puerta de atrás mientras que los banqueros, reunidos días antes con el Jefe del Estado, entraron por la puerta grande y fueron recibidos en el Salón Sol del Perú. Un acto de alto protocolo donde se exigió traje formal. Allí Maduro no gritó, no silbó, no cantó, como sí lo hizo ante los comuneros y por supuesto tampoco regañó al presidente de la Asociación Bancaria de Venezuela, Arístides Maza Tirado, con quien fue extremadamente tolerante.
Pero en el acto de los comuneros vimos a un Maduro informal, arrogante, chillón e irrespetuoso y nos dolió ver cómo "bateó" al líder social Junior Mejías, a quien casi le dice "¿Por qué no te callas?", como hizo el Rey Juan Carlos con Hugo Chávez.
Lo más penoso fue escuchar de labios del presidente "obrero", la frase "Tas’ tirando flecha, compadre" y yo busqué lo que significa esa expresión:
Esta expresión además de indicar la acción de lanzar esta arma se usa en forma figurativa en nuestro dialecto para señalar el hecho que alguna persona se encuentre hablando de algo o alguien sin fundamento alguno. Su génesis esconde una carga despectiva, ya que era una forma de decir que los indios no tenían razón. Se usa frecuentemente en la región y también en otras zonas del país. "Dejá de tirar flechas que vos no visteis nada"
En la serie norteamericana "South Park" suelen usarla para insultar a los negros y en Argentina y México se la tiene como algo muy despectivo para aludir a una persona salvaje e inculta.
Pero la frase es una reminiscencia de la época de la Conquista española, recoge el sentir del conquistador hacia los pobladores que encontró en el llamado Nuevo Mundo y a quienes consideraban flojos, brutos, despojos humanos.
Para rematar, agregó Maduro: "¡Tas tirando flecha de la buena oíste! ¡Premio Guaicaipuro de Oro!"
O sea que "primer presidente chavista", se burló de los pueblos indígenas, los mismos que Hugo Chávez honró después en la Constitución de 1999 y que llegaron a tener, gracias a Chávez, representación en el gobierno y en los cuerpos de elección popular.
Pero, además, y peor aún, se burló de Guaicaipuro, el cacique de la dignidad, el que murió peleando, el que nos inspira día a día a seguir resistiendo una crisis en la cual el gobierno de Maduro también tiene una gran responsabilidad por sus errores y omisiones.
El "Guaicaipuro de Oro", aludido también por Maduro en su arenga al comunero, era un premio que se otorgaba a lo mejor de la industria del entretenimiento criollo. Era el "Oscar" venezolano, pues, ya desaparecido como gran parte del talento nacional.
Increíble: vi por TV a un Presidente que critica a los imperios y que levanta la espada de Bolívar, haciéndole bullying a un humilde representante del pueblo…Entonces pensé en Evo Morales y en la lucha milenaria de su pueblo por erradicar para siempre, precisamente, estos actos de desprecio…
Nunca me sonó más hueco el grito: ¡Comuna o Nada!
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