La no intervención en los asuntos internos de otro gobierno será una de las características del gobierno del recién electo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, así lo considera el politólogo y periodista uruguayo radicado en el país azteca, Carlos Fazio.
"En su primer discurso de la victoria, Andrés Manuel López Obrador dijo que en política exterior se regirá por los principios de la Constitución Mexicana, es decir, la no intervención, la solución pacífica de las controversias, la autodeterminación de los pueblos. Implícitamente, eso implica a Venezuela, en particular, en la coyuntura, en lo que tiene que ver con la no intervención", manifestó el también analista internacional del diario La Jornada.
En entrevista con la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), Fazio señaló que López Obrador dijo "con claridad que privilegiará el no uso de la fuerza. Fue un claro mensaje a la administración Trump, que implica que cambiará la actual línea del canciller Luis Videgaray, impulsor del Grupo de Lima y la intervención "humanitaria" de Estados Unidos en Venezuela".
De hecho, el actual canciller mexicano, Luis Vildegaray, es uno de los que no reconoció los resultados de las elecciones presidenciales celebradas en Venezuela el pasado 20 de mayo, el mismo personaje que un día después adelantó que su Gobierno había enviado una alerta a todos los participantes del sistema financiero mexicano para que valoren "abstenerse" de participar en operaciones en Venezuela, como reseñó en esa oportunidad EFE.
Por otra parte, Carlos Fazio, quien también ha sido profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), destacó que según asesores de López Obrador en materia de política exterior ante Washington han dicho que su gobierno antepondrá la defensa a ultranza de la soberanía nacional.
"Revisará el marco de la cooperación policial, militar y de seguridad (DEA, CIA, Pentágono, etcétera), y bajo la premisa de que la migración no es un crimen, incrementará la protección de los connacionales irregulares, como si fuera una procuraduría ante los tribunales de Estados Unidos. También revisará los contratos petroleros y de obra pública. Lo que sin duda traerá fuertes confrontaciones con la Casa Blanca y la plutocracia internacional", indicó en entrevista vía correo electrónico.
Al ser consultado, si el triunfo de López Obrador da una esperanza a los movimientos de izquierda en la región, Fazio, señaló que "pudiera implicar, en principio, una ralentización o respiro a la tendencia del mentado "fin de ciclo" progresista y restauración de la derecha neoliberal en América Latina".
"El impulso de una nueva forma de Estado social, sin ruptura frontal con el Consenso de Washington, significará, no obstante, un cambio en la correlación de fuerzas regionales y tendrá tremendo impacto en los pueblos latinoamericanos", agregó. Para acto seguido decir que "no es para nada inocente la reciente gira neomonroísta del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, por Brasil, Ecuador y Guatemala".
López Obrador una esperanza
Para Carlos Fazio, lo que hizo posible que por primera vez en este siglo XXI, la izquierda llegara al poder en México, fue "el deseo de vastos sectores de la población, que sin ser de izquierda, estaban hastiados, indignados, enojados y criticaban al sistema y vieron en Andrés Manuel López Obrador la esperanza de un cambio".
Destacó que por más de tres lustros, "millones de personas han visto en él una alternativa de cambio. Una inmensa mayoría de la población está harta de lo que pasa y culpa de sus males a un "sistema" del que López Obrador no formaría parte".
El reconocido periodista señaló que sin embargo no hay nada en el proyecto alternativo de nación de López Obrador que implique "una ruptura estructural con el actual sistema de dominación. Un cambio de régimen, por lo menos no en lo inmediato. Su programa es recuperar por la vía electoral al Estado, refundarlo, democratizarlo y convertirlo en promotor del desarrollo económico, político y social".
Recordó que López Obrador ha insistido en la centralidad de la lucha contra la corrupción, "pero se ha retractado de su propuesta original de erradicar el modelo neoliberal. Durante su campaña ha tenido que pactar su programa inicial. Por lo que su perspectiva de cambio implica leves reformas".
Agregó que "no obstante, aunque no haya una ruptura de fondo con el modelo de desarrollo de los últimos 30 años, eso no significa que su proyecto sea una mera continuidad del actual. Para una población pauperizada por tres decenios de neoliberalismo, leves reformas podrían ser reformas mayúsculas".
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