Por Carlos M. Rodríguez C.
La puesta en marcha
de las
bases de operaciones a través de las cuales se están llevando a cabo las
acciones contra el gobierno del Presidente Maduro constituye un escenario que
preocupa sobremanera a la vida política del país y del mundo.
Para nadie es un
secreto que el Gobierno Norteamericano, así como la U.E., es decir, la derecha
imperial ha declarado la guerra a Venezuela.
Que para ello ha conformado una entente integrada por algunos gobiernos
latinoamericanos títeres agrupados en lo que se llama “El Grupo de los 15”. Igualmente ha logrado que gobiernos de Europa,
África y Asia apoyen las medidas que
aplica el imperio para socavar su economía, desconocer sus decisiones soberanas
en torno a los procesos para elegir ANC, Gobernadores, Alcaldes y reelegir al
Presidente Maduro para otro período electoral y sobre todo, bloquear las
transacciones económicas para pago de
sus obligaciones con países a través del dólar,
ingreso de medicinas, alimentos entre otras cosas, es decir lo que se
llama la guerra económica.
No es menos cierto que se ha declarado una
guerra de contrainformación consistente
en generar una matriz de opinión en contra de la situación interna del país
para lograr un consenso en las UN, la OEA y otros entres de carácter regional que permita una intervención militar
para derribar al gobierno actual e instalar un gobierno títere que acate las
órdenes de la derecha y revertir el proceso revolucionario bolivariano en
curso.
Como objetivo principal de esta guerra
informática está lograr el reconocimiento de una crisis humanitaria y
permitir el ingreso de los cascos blancos como primera etapa de la guerra de
ocupación para lo cual se están preparando a través de Colombia, Ecuador, Guyana,
Brasil, Argentina y Chile. Pero a la vez
convencer a la comunidad internacional que el gobierno venezolano es
ilegitimo, dictatorial, traficante de
drogas, entre otras cosas no menos graves.
Este proceso viene ejecutándose desde el
mismo inicio del gobierno de Maduro en el año 2015 y viene desarrollándose a
través de diversas fases, entre las cuales tenemos la etapa de las guarimbas en el año 2015 y su activación
posterior en el 2017 (que costó la vida a más de 130 venezolanos, cerca de 3000 heridos, pérdidas
materiales incalculables, quema de
trasporte público, instituciones y pare
Ud. se contar) la apertura del Dolartoday para incrementar los precios de los
productos a través de una hiperinflación inducida, el desabastecimiento, la
guerra informática, el sabotaje y sobre todo, la ejecución de un plan para
desarrollar mecanismos de ineficiencia, ineficacia, corrupción dentro de las
instituciones gubernamentales, es decir,
la quinta columna.
En esta última etapa, la derecha ha
desplegado sus acciones a través de una red de bases de operaciones conformada
por un sistema de redes sociales a
través de las cuales transmiten informaciones falsas, desinformación. Un sistema de medios de comunicación conformado
por medios impresos, blogs, medios
alternativos dirigidos por la derecha
internacional usando sus cuadros políticos internos, aliados a un tránsfugas de
la revolución quienes han desplegado un
sistema de información falaz para
instigar a la población a la sublevación,
la desobediencia civil y propiciar un levantamiento popular aprovechando la incapacidad del gobierno de
controlar la inflación, la corrupción, la desidia gerencial, la ineficacia de los
funcionarios gubernamentales para satisfacer las demandas del pueblo como lo
son el gas doméstico, servicio de agua potable,
combustible, electricidad, bolsas
y cajas de CLAP , trasporte público,
pero sobre todo lograr que las
promesas de acuerdo con los empresarios para el control de los precios y la
existencia de los artículos de primera necesidad, alimentos, medicinas,
productos de aseo diario se hicieran efectivas; de alcanzar la estabilidad en el valor de la
moneda nacional para poder adquirir dichos productos.
Hoy los niveles de descontento de la
población constituyen un caldo de cultivo para que las instigaciones hechas
por la derecha logren su objetivo, es
decir, el estallido popular. Y esa es
el objetivo prioritario del imperio y de la derecha nacional. Por una parte,
tratar de impedir que el Presidente Maduro acceda a su segundo a través del
argumento que su reelección es írrita, inconstitucional por haber sido aprobada
por una Asamblea Nacional Constituyente también írrita, es decir, no legal ni
legitima, a pesar de haber obtenido una mayoría evidente en un proceso
participativo con niveles de participación elevados.
Las acciones de calle que está llevando la
oposición, a diferencia de las protestas
justas que hace el pueblo en reclamo de sus derechos y la solución a sus necesidades, tienen
características especiales. Primero, sus
actores son fácilmente reconocibles; son
los típicos militantes de los partidos de la derecha cuyo vestuario, lenguaje,
modus operandi corresponden a las viejas
prácticas de los años 99, 70 y
siguientes… Segundo, su formas organizativas
igualmente son característica de
la clase media que usan a menores, estudiantes de primaria y nivel básico de
bachillerato, ofenden a los funcionarios policiales e insultan a los chavistas
y al pueblo en su conjunto. Tercero,
siempre asiste algún militante conocido de la derecha que vive en la comunidad,
o se presenta en el momento que la protesta está en curso acompañado de alguna
emisora de radio o TV local para cubrir
el suceso, una ficha de los Originarios, Plataforma, Frente Amplio. Cuarto,
las protestas por lo general ocurren
en urbanizaciones, plazas o parques
en zonas con servicios funcionando con normalidad. Quinto, o son
funcionarios de instituciones públicas, militantes de sindicatos escuálidos, por lo general en condición de permisos,
incapacidad o simplemente “echadores de carro”, ineptos, incapaces e
irrespetuosos con el público. Sexto, estas protestas son recogidas por los “aleves” para recogerlas en sus blogs, medios de
información como expresiones del pueblo, cuando en realidad son parte de la
orquesta terrorista de la derecha, a fin de tratar de convencer a los medios
internacionales que en Venezuela hay una guerra civil.
Es importante reconocer que hay un alto grado de conflictividad en los
sectores populares. Pero sus expresiones son totalmente diferentes a las
manifestaciones organizadas por la derecha. En primer lugar las manifestaciones
populares ocurren en zonas populares, barriadas, sectores carentes de
servicios, parques, ambulatorios. Son los sectores que sufren las agresiones de
los funcionarios públicos, a los que no
les ha llegado el gas a sus hogares, sin
servicio de aseo urbano, gas
comunal, sin transporte público, sin
servicio telefónico porque les han sustraído los cables, sin alumbrado público,
acosados por los cuerpos
policiales, agredidos por los
delincuentes, que tienen meses que no le llega el agua potable para llenar sus
pipotes…que no les reparan las fallas eléctricas ocasionadas por el deterioro
de los equipos o por la sustracción de los cables que llevan la electricidad a sus
hogares. Sus vestimentas, modus operandi
son totalmente reconocibles. Son los que están en las paradas de transporte
público para ver cómo llegan a sus sitios de trabajo, a sus hogares, los que hacen cola para poder comprar
productos que estén a su alcance. Sus protestas no son recogidas por los medios,
ni llegan “diputados” de la AN, ni El Nazional,
ni Globo Visión, ni Mari Cori, ni Ramírez a cubrir sus actos justos
de reclamo al gobierno que eligieron. Son los que piden que se respeten
los “precios acordados”, que se les garantice los productos de la cesta básica,
medicinas, transporte. Que no tienen “grupos de whatsApp ” para ubicar
los productos que necesitan, las medicinas que les hace falta, ni amigos
enchufaos que les consiga una cita en el hospital, un cell inteligente de
Movilnet, ni un auto marca Chery… esas cosas son para los que están
“protestando” en los Parques del Este, en las urbanizaciones chic, en el
Country Club pidiendo que les lleven gas doméstico, cell inteligentes de
MOVILNET, cajas del CLAP, laptops de
VETELCA, que les lleguen los perniles y los juguetes decembrinos a través del
Carnet de la Patria.
Esas
bases están dirigidas por
aquellos “guarimberos” que fueron beneficiados con por las sobreseimiento de
cargos, libertad plena, libertad provisional, medidas tomadas
para garantizar la paz a pedido de
Zapatero, y aprobadas por la ANC. Ellos
si están cumpliendo con su trabajo. No así el gobierno.
Esas bases de operaciones son las que van a
recibir a las tropas de Colombia, Guyana, los E.U, Perú, Ecuador… Son ellas las
que les van a servir de “baqueanos” para ubicar a los militantes de la izquierda,
a los dirigentes populares, a los
funcionarios oficiales que están apoyando a la revolución. Son los que
“sapearan” a los revolucionarios tal
como lo hicieron durante los gobiernos de la IV República en Venezuela, en
Chile durante el golpe de estado de Pinochet, en Panamá durante la invasión
gringa, en Santo Domingo, Honduras, Granada.
Si esta situación no se controla, si el
gobierno no tiene capacidad de, primero, lograr solucionar los problemas de
abastecimiento, hiperinflación, servicios públicos, transporte, medicamentos,
transporte público, agua potable, gas doméstico, gasolin, de ubicar a los
“cabecillas” de las bases de
operaciones, de detener sus acciones, de neutralizar sus llamados a la
desobediencia civil, a la sublevación del pueblo; segundo, satisfacer las demandas del pueblo,
de las comunidades; tercero, rescatar su
popularidad a través de la toma de medidas para erradicar el oportunismo, la
corrupción, la ineficiencia e ineficacia la prepotencia oficial, el bachaqueo, dentro
del aparato estatal y gubernamental, lamentablemente tiene sus días contados y
el proceso revolucionario, el legado de Chávez, los derechos para el pueblo consagrados en la CRBV, las
Misiones, los beneficios al pueblo pronto serán cosa del pasado y se contarán por miles los heridos, muertos,
las víctimas del proceso reversible, de la invasión, de la intervención armada
de la derecha, tal como ocurrió en Chile, Panamá, Honduras.
Es ahora o nunca Para luego es tarde.
La lucha es larga. Organizar al pueblo es
urgente.
carrodcas@gmail.com
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