REFLEXIONES INGENUAS: “¿QUE SERÁ LO QUE QUIERE EL NEGRO (PERDON…EL
AFRODECENDIENTE, POR SI OFENDO)?”
Por Carlos M. Rodríguez C
Como dice el dicho: Se ha perdido la
capacidad de asombro. Pensé que lo había
visto todo en referencia a los dislates, galimatías, meteduras de pata por
parte de quienes ocupan altos cargos en el gobierno o responsabilidades en
cualquier ministerio, fundaciones, empresas del estado…
Pareciera que la situación política
del país ha hecho mella en la capacidad de razonamiento de aquellos que tienen
altas responsabilidades en cuanto a la vida del país y sobre todo en algunos
que demostraron en algún momentos estar consustanciado con la revolución
bolivariana y socialista pero que en este momento el discurso y las medidas
tomadas, lejos de ayudar en la solución de graves problemas del el país lo que hacen es agravar la situación en todos
los sentidos.
Los educadores, los trabajadores de la
educación, los maestros, docentes, profesores en todos los niveles y
modalidades constituyen el basamento, la fuerza social a través de la cual se
construyen las naciones, los países, los modelos sociales y económicos, la
patria, principalmente los educadores de los alumnos de educación inicial,
básica, diversificada, educación especial, musical, deportes, educación física…
Los maestros son las hormiguitas que
van construyendo en la mente de los niños los sueños, ideales, aspiraciones y
la noción de patria, de país. De ahí que Simón Bolívar sentía gran estima por
sus maestros.
Producto de las luchas de los
educadores se logró aprobar un tabulador que reconociera, tanto los años de
servicio como los estudios realizados por los educadores para premiar el
esfuerzo hecho para mejorar sus progresos técnicos, cognitivos, metodológicos
en su área de trabajo permitiendo con ello estimular, tanto a sus hijos como a
los alumnos en el reconocimiento de la educación como elemento fundamental en
el desarrollo de la personalidad, destrezas laborales, desarrollo social del
país.
En el año 1999, con el advenimiento de
Presidente Chávez al gobierno, se recogieron innumerables propuestas para
mejorar la educación venezolana así como las condiciones de los educadores,
recogidas en la Constituyente Educativa y en la Constitución de la República de
Venezuela, aprobada vía elección y consagradas en un apartado especial en la
Carta Magna.
Se mejoraron sus condiciones de
trabajo y se niveló el salario devengado así como el sistema de salud,
adquisición de viviendas, vehículos, es decir, se dignificó la labor docente a
través de programas sociales que les permitía el disfrute de vacaciones dignas,
atención médico-odontológica y bienestar social.
El Presidente Chávez vivió en carne
propia las carencias y limitaciones que tenían los maestros ya que su padre fue
maestro de primaria y luchador social y en su hogar se padecía de los rigores
de una sociedad injusta, desigual que desacreditaba a los maestros y potenciaba
a los ricos, a los farsantes.
Chávez reconoció y premió a las luchas
históricas de los maestros y recompensó sus esfuerzos por tratar de mantener la
noción de país así como la atención que en sus aulas hacen con los niños de la
patria, muchos de ellos huérfanos de amor, de cariño de reconocimiento a su
personalidad, aún con fallas y desaciertos.
Hoy parece que este esfuerzo de Chávez
resultó inútil al igual que muchas de sus decisiones y acciones puestas en
prácticas para beneficio del pueblo y del país.
Contaminado con un discurso político e
ideológico populista y con galimatías conceptuales, el gobierno nacional lesiona
y vulnera los derechos de los trabajadores de la enseñanza (al igual que los
trabajadores en general) confundiendo exprofeso el significado de justicia con
el de equidad a fin de resolver un problema económico con medidas neoliberales
(disfrazadas de revolucionarias) que generan descontento en la población
laboral del país.
Desconocer los tabuladores y la
clasificación de los trabajadores de la docencia, tanto a nivel del MEPPE como
del MEPPEU constituye una violación a los logros gremiales como a los acuerdos
sindicales así como a las leyes promulgadas para tal fin tales la Ley de Carrera Administrativa, Ley del
Ejercicio de la Profesión Docente, entre otros así como la Ley del Trabajo y su
Reglamento.
Si lo que se quiere es establecer
mecanismos que permitan reducir el gasto público a través de la reducción del
salario, es decir, poniendo un piso para todos los trabajadores por igual
eliminando los complementos como becas, reconocimientos por cursos,
capacitación ¿por qué no se parte de eliminar cargos no justificados en el gobierno (asesores,
comisión de servicio, aporte por servicios realizados) y sobre todo, que los
ministros, viceministros y alto personal renuncien al sueldo como funcionario
del gobierno y reciban la remuneración
de sus cargos de origen, es decir, el salario mínimo. También que se reduzca el sueldo a los militares,
empleados del CNE, Jueces, magistrado del TSJ, entre otros, al salario mínimo?
Así si hablaríamos un mismo lenguaje.
Una pregunta para finalizar ¿Cree el
gobierno nacional que con esos sueldos y esas medidas, podrán los educadores
asistir a sus centros de trabajo, comprar ropa digna para trabajar, mantener a
sus hogares, comprar la canasta básica?
Por decir tan sólo esos elementos. ¿Con que zapatos acompañarán al Presidente
en la marcha prevista para el 23 de enero si ni siquiera tienen como ir a sus
centros de trabajo?
¿Cree el ejecutivo nacional que estas
medidas, con las erráticas medidas económicas que han elevado el precio de los
productos de toda índole a niveles inalcanzables para el pueblo, son defendidas
por los trabajadores?
Una cosa es el discurso político, otra
la demagogia, otra el cinismo y otra la mentira.
Ojalá esta situación sea corregida lo
más pronto posible. Ya comienzan las acciones de los educadores en pro de
defender sus derechos y sus logros socio-económicos. Ya vienen paros y acciones
de protesta en escuelas, liceos, universidades, centros de trabajo a los cuales
asisten sólo los docentes universitarios con mística y deseos de trabajar, los
demás o no asisten o se han ido del país. Y la masa no está para bollo.
Tiempos de borrasca y de tempestad nos
anuncian los ataques del imperio y las acciones de la derecha nacional. ¿Constituirán
estas medidas una gota más en el mar de leva que vivimos?
¿Será eso lo que quiere el negro?
carrodcas@gmail.com
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