Por Carlos M. Rodríguez C
El pueblo venezolano ha demostrado que tiene
las bolas bien puestas. Ha defendido ferozmente la patria y ha logrado detener el intento de
violación a la soberanía de la nación venezolana a través de una Invasión armada contra el país y un golpe de estado contra el presidente
legítimamente electo Nicolás Maduro.
Pueblo y
ejército unido, pueblo y soldados que al fin de cuenta son lo mismo, desafiando al coloso del norte, retando al
imperio y a los gobiernos lacayos que pretenden, no sólo apoderarse de las
riquezas del país, sino de destruir el
proceso revolucionario bolivariano que se enfrenta al capitalismo decadente, a los vestigios de la
oligarquía latinoamericana, a los restos del colonialismo gringo y europeo, al
vasallaje, a las trasnacionales, a los dueños de las agencias informativas
mundiales, a la falacia del “destino manifiesto”, a la doctrina Monroe.
Un pueblo
asediado durante años por medidas
económicas inhumanas, un cerco asfixiante que ha causado miles de víctimas
inocentes, niños desnutridos, enfermos, hambre, desesperación. Una guerra
desigual en la cual participan las empresas trasnacionales, la oligarquía
criolla, las mafias del transporte, los bachaqueros, los ladrones de insumos de
los hospitales, saboteadores, los infiltrados y protegidos dentro del aparato
gubernamental que se enriquecen con la corrupción, la cruenta guerra mediática
que desespera a la población con informaciones falsas, con bolas preconcebidas
para causar alarma en el pueblo, una inflación galopante que el gobierno
nacional no ha podido controlar, el contrabando de extracción, falta de
gasolina, gas doméstico, colapso en los servicios de agua potable, apagones,
delincuencia desatada, soberbia por parte de los funcionarios gubernamentales a
todo nivel, irrespeto, autoritarismo, prepotencia.
Un pueblo al
que el imperio y sus secuaces (oposición, infiltrados e ineptos) han pretendido
quebrar, torcer el brazo, asfixiar, hacer morder el polvo, corromper,
destruirlo moralmente a través de un estudiado y prefabricado plan para que se renuncie a la
patria, a la ciudadanía, a la revolución socialista y bolivariana que está construyendo desde el año 2008 a
fuerza de coraje, valor, fuerza, corazón
y alma de guerrero.
Un pueblo que,
liderado por Nicolás Maduro, acompañado por el Alto Mando Militar, el
constituyente Diosdado Maduro, Freddy
Bernal, el Canciller Jorge Arreaza por
un ejército valiente, compuesto por
bravos guerreros, que orientado por la obra política y social
de figuras heroicas como Hugo
Chávez, Simón Bolívar, Francisco de
Miranda, Antonio José de Sucre, José Félix Ribas, El Che Guevara, Fidel Castro, Ezequiel Zamora, Salvador Allende, Ali
Primera, El Negro Primero, entre otras, ha construido un modelo de revolución
que reivindica a La Patria Grande, al mestizaje, a las mujeres, los ancianos, a los desposeídos, a los
excluidos de siempre, al campesino, al obrero, al indígena…
Un pueblo
valiente que hace 60 años se enfrentó y derrocó a la sangrienta dictadura del
sátrapa Marcos Pérez Jiménez impuesta por el Departamento de Estado. Qué
enfrentó durante 60 años los gobiernos del Punto Fijismo, lameculos de los
E.U., títeres del imperio, los cuales asesinaron, desaparecieron, secuestraron
miles de venezolanos por oponerse a los designios de los gobernadores del
norte, por rechazar las pretensiones de
convertir a Venezuela en una colonia norteamericana.
Un pueblo
valiente que este 23 de enero de 2019 reafirmó su decisión histórica de ser libre, de ser una nación
soberana al enfrentarse a los lacayos del imperio en su intento de violar
nuestras fronteras e imponer una “ayuda humanitaria” bufona bajo el tutelaje
del amo del norte y sus tropas imperialistas, de impedir el paso de los
imperialistas, lameculos de Colombia y guarimberos venezolanos hacia territorio
venezolano para el forzar el paso de los
“conteiners de la infamia”
Un pueblo que
perdió el temor a las amenazas y acciones
asesinas de la derecha nacional, ordenadas por su amo colonial, de asesinar
ciudadanos, de quemar personas del pueblo por el sólo hecho de parecer
chavistas, de colocar guayas para asesinar motorizados, incendiar viviendas, trancar
vías, quemar instituciones públicas, unidades de transporte, CDI, sabotear los
servicios de electricidad, instalaciones petroleras, asalto a instituciones
militares…
Un pueblo que
rechaza la pantomima de un presidente autodesignado, una marioneta del
colonialismo mundial y salió a la calle a ratificar su sagrada decisión de
elegir una Asamblea Nacional Constituyente, reelegir su Presidente, elegir sus
Gobernadores, Alcaldes y Concejales.
Un pueblo que
en cada calle, en cada esquina, en cada rincón del sagrado territorio
venezolano grita a los cuatro vientos “Manos Fuera de Venezuela” y hoy celebra
su triunfo parcial en contra del intervencionismo, la soberbia, la arrogancia,
la esquizofrenia política y el aventurerismo de los que pretenden reinstalar la
democracia representativa, el neocolonialismo, el neoliberalismo en el país.
Ese pueblo,
ese bravo pueblo está decidido también a
hacer que el gobierno nacional corrija los errores que han permitido la afectación de la economía nacional y la
situación social de sus hogares, del anquilosamiento de las mafias dentro del
aparato productivo nacional, la
corrupción, la prepotencia oficial, las
fallas en la gestión gubernamental.
Así como ha
defendido la Revolución Socialista Bolivariana,
la soberanía nacional, que ha enfrentado la arremetida fascista del
imperio y la derecha nacional, las amenazas de los gobiernos lacayos del mundo,
así mismo enfrentará a los corruptos, a
la derecha endógena, a la ineficiencia e incapacidad de los funcionarios
gubernamentales venales, a los enchufados, a los traidores.
De las
victorias obtenidas renacerá la fuerza revolucionaria que deslastrará el proceso bolivariano de las
medias tintas ideológicas, de las falsas visiones revolucionarias que tanto
daño ha hecho al proceso político socialista bolivariano.
El momento de
radicalizarse la revolución ha llegado. Los revolucionarios están conscientes
que “sólo el pueblo salva al pueblo” y
que esto se hace al fragor de las batallas. Estamos en
plena guerra y la pelea es peleando.
¡AQUÍ NADIE. SE RINDE!
HACIA LA VICTORIA SIEMPRE. VENCEREMOS
carrodcas@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario