TELESUR
Carlos Aznarez
Indiscutiblemente, el staf golpista alentado desde Washington está histérico porque no le salen las cosas como planea. Les falló el 23F, “Día D” para con la excusa de entrar “Ayuda humanitaria”, generar una irrupción masiva de paramilitares y “liberar” una franja de territorio. Fueron rechazados por el pueblo miliciano y las FANB con coraje y valentía, y el mundo pudo ver (hasta el New York Times lo confirma ahora), de lo que es capaz la oposición externa e interna.
Les falló también la llegada del ex diputado con alias de “presidente”, que tuvo que pasar por nmigración en el aeropuerto y luego hablar para no decir nada en un acto con poco público. Ellos estaban convencidos de que la “dictadura” iba a detener al tal Guaidó y de esa manera, el imperio haría sonar el escarmiento, pulverizando a Maduro y su gobierno. “Si le tocaran un pelo a Guaidó, atenerse a las consecuencias”, habían dicho el genocida Elliot Abrahms, Mike Pompeo y Marco Rubio. No pasó nada y la gente del pueblo siguió festejando Carnaval.
Les falla ahora esta brutal y gigantesca operación terrorista, conocida mundialmente como el apagón. El país entero a oscuras y el pueblo junto a su gobierno, sufriendo las consecuencias sí, pero no generando el deseado “levantamiento” que el títere Guaidó le había prometido a Gringolandia. Más aún, a pesar del aluvión de noticias falsas (ataque la tripulación de Air Europa, pobladores bebiendo agua contaminada, el anuncio de 293 muertos en los hospitales, y muchas más) el sábado pasado en pleno apagón, decenas de miles de chavistas, de esos que saben discernir donde está el árbol y dónde el bosque, se lanzaron a las calles para respaldar al gobierno elegido por el pueblo.
Fallaron a pesar del daño cometido y aunque lo vuelvan a intentar, como bien dijo Maduro, van a volver a fallar.
Ahora, producto de la rabieta que hay en el alto mando golpista, intentan mentir otra vez sobre lo que es una saludable y lógica expulsión de diplomáticos de EE.UU. que por todo lo ocurrido (la abierta responsabilidad de su gobierno en el ataque cibernético contra la red eléctrica) son considerados personas no gratas en Venezuela. Miente Mike Pompeo diciendo que son ellos los que deciden irse y no el gobierno que los echa. Intenta huir hacia adelante pero queda en evidencia si se leen los tweets del canciller Jorge Arreaza donde se describe paso a paso la expulsión.
O sea, Estados Unidos y sus amanuenses de la Unión Europea y del Cartel de Lima están demostrando que con tal de quedarse con el petróleo y todas las riquezas naturales de Venezuela son capaces de cualquier brutalidad. Como hicieron en Iraq, Afganistán, Libia y Siria, no les importa destruir al país y sus gentes con tal de lograr su objetivo. Pero con Venezuela se vuelven a equivocar. Hay algo sustancial que les falla reiteradamente: No convencen al pueblo. Ni ellos desde afuera ni los títeres locales, que día tras día se degradan en su cipayismo y no logran entusiasmar ni a los de su mismo bando.
Frente a esta realidad, la de un país hermano que afronta la furia del mayor de los imperios terroristas del siglo XX y XXI, cualquier persona que se identifique con la libertad, la justicia y la autodeterminación de los pueblos debe defender a Venezuela, su pueblo y su gobierno legítimo, como se podría defender la casa familiar si fuera atacada por una banda de criminales desalmados. No hay excusas: los enemigos de la Revolución Bolivariana son nuestros enemigos.
Echa un vistazo a los tuits del Canciller Jorge Arreaza sobre la expulsión de los diplomáticos estadounidenses remanentes en Venezuela:
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