Por Carlos M. Rodríguez C.
“La libertad es siempre la libertad de
aquellos que piensan de otra manera”
Rosa
Luxemburgo
Uno
de los aspectos más importantes dentro de los cambios que se hicieron en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela durante el proceso
constituyente de 1999 por parte de los ciudadanos y ciudadanas que participaron
en él lo son la incorporación de los principios de participación y protagonismo
de los ciudadanos. En este aspecto se
establece claramente, además de enunciar algunas formas de participación en los
asuntos que les compete, la necesidad de
asumir y diseñar mecanismos destinados a garantizar el cumplimiento de los
mismos.
Algunas
formas de asumir el protagonismo y la participación de los ciudadanos lo son
los Consejos de Trabajadores, los
Consejos Comunales, las Comunas, Cooperativas, entre otros. Pero también enuncia algunas formas legítimas
y legales que garantizan la
participación en aquellos sectores en
donde se organizan las comunidades para participar en los procesos productivos,
culturales, educativos tales como las asambleas, apelaciones y otros que, enunciadas
en la misma constitución permitan garantizar dicho protagonismo.
Este
elemento constituye la piedra angular en los cambios entre una democracia
representativa enunciada en las anteriores constituciones hasta el año 1999 que
le da un viraje a un modelo de democracia gastada por una nueva democracia humana, social y
revolucionaria.
Esto,
dicho en forma sencilla parece que se les olvidó a los miembros de la ONAPRE y
a algunos importantes militantes del partido de gobierno que hoy defienden a
capa y espada (con vulgaridades incluidas) dichas galimatías.
Este hecho, al igual que la Creación de las Zonas
de Exclusividad Económica que carece de un mecanismo legal a través del cual se
norme la producción, garantice el uso ecológico de suelos, aires y aguas y el salario y derechos
de los empleados en términos que lo
garantice la Ley del Trabajo han generado bastante confusión en el seno de la
base chavista la cual requiere información y posibles revisiones sobre dichas
situaciones.
En
primer lugar, en relación a la decisión de la Onapre de eliminar del salario de
los trabajadores universitarios vacaciones, aumentos, reconocimiento de las
tablas aprobadas para la clasificación laboral y pago por horas trabajadas
violando flagrantemente el principio de progresividad
de la ley, principio que establece como garantía evitar que el Estado, a través
de cualquiera de sus órganos disminuya parte de los derechos humanos de los
ciudadanos y garantice las medidas necesarias para hacer efectivo el ejercicio
de esos derechos constituye una aberración jurídica, pero además crea las
condiciones para que se produzcan, justamente, actos de confrontación en las
calles, actos violentos en las universidades organizados y planificados por la
oposición, no sólo a través de las federaciones manejadas por ella, sino
también con la participación de “guarimberos” entrenados para tales fines. Los
enfrentamientos violentos entre los encapuchados y los cuerpos policiales en las puertas de
las universidades del país pareciera que van a resucitar comandados esta vez
por los rectores, profesores y militantes de la IV república.
Pero
también sienta un precedente, en el caso que tal adefesio prospere, al
convertir al gobierno del Presidente Maduro, en un gobierno al servicio de
grupos de oligarcas anquilosados en el seno de instituciones oficiales,
dispuestos a desmantelar la visión participativa y protagónica del gobierno
nacional consagrada en la Constitución y las leyes.
Pareciera
que los fantasmas del pasado, de aquellos gobiernos al servicio de la
oligarquía han salido de sus antros, han resucitado para dar al traste con
los derechos de los venezolanos e involucionar hacia épocas ya superadas
históricamente.
Si
lo que quieren los “iluminados” miembros de la ONAPRE es generar mecanismos de control
de la inversión del Estado a las universidades o sanear la administración de
las mismas en relación a los gastos por salarios la manera más expedita es
diseñar, a través de mesas de trabajos, para reglamentar los gastos de los
cogobiernos y controlar la malversación, despilfarro, usura por parte de sus
funcionarios.
Por
el momento, la falta de una respuesta por parte del TSJ en reconocer o no la fatídica
decisión de la ONAPRE genera expectativas pero también enrarece el clima institucional
del país y da lugar a una diatriba entre los medios de comunicación,
funcionarios retrógradas del gobierno, trabajadores de las Universidades,
sindicatos dando una imagen deplorable
que nos indica que hay un enfrentamientos entre grupos internos del gobierno
nacional y la sensación que el Presidente Maduro no tenga autoridad para
decidir sobre el tema.
Una situación
similar se presenta con la creación de las Zonas de Exclusividad Económica. El
limbo legal que caracteriza a esta propuesta amenaza con deteriorar la vida de
los ciudadanos y ciudadanas. ¿Se
seguirán rigiendo las condiciones de los trabajadores de dichas zonas por el
Ministerio del Trabajo? ¿La Estabilidad
de los trabajadores será respetada? ¿Quién fijará el salario mínimo?
Hasta
ahora no ha habido respuestas con relación al salario que ganan los
trabajadores a destajos de las empresas privadas. Se les cancela un sueldo a convenir por parte
de los patronos, se despiden sin garantizarle una liquidación justa. Muchas
veces no les cancelan sus salarios ya que no hay validez legal en las
relaciones trabajador-patrono.
Ésta
y otras galimatías jurídicas y legales han debilitado
el basamento de participación y protagonismo social consagrado en la CRBV sin
que hasta ahora nadie haya hecho nada para impedirlo. Situación que pareciera
viene incrementándose paulatinamente sin que nadie le ponga el cascabel al
gato.
Este
triste regalo que está dándose al Comandante Eterno Hugo Rafael Chávez Frías a
los 66 años de su nacimiento nos indica que se ha torcido el rumbo de sus
sueños y con él el sueño de los venezolanos que luchamos y seguiremos luchando
por hacer una patria libre y soberana, una patria revolucionaria y socialista.
Entonemos
la canción de nuestro siempre recordado Alí Primera “No basta rezar, hacen
falta muchas cosas para conseguir la paz”
Hacen
falta muchas cosas para hacer realidad una revolución en Venezuela. Muchos de sus enemigos están adentro del gobierno
vestidos de rojo rojito, ocupando importantes cargos, lucrándose con la
corrupción mientras los trabajadores de base, el pata en el suelo luchando para que se respeten sus derechos,
sus sueños libertarios…
El
pueblo lo dice…la lucha sigue y sigue
Hasta
la victoria siempre, venceremos
carrodcas@gmail.com
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