“La libertad es siempre la libertad de
aquellos que piensan de otra manera”
Rosa Luxemburgo
Para los fanáticos del beisbol todos
conocen la figura del bateador designado.
Esta figura (bateador designado) consiste en designar a un bateador que
cubra las veces del pitcher para que no se vea en la situación de sufrir algún
accidente que lo ponga en compromiso y, en consecuencia, debilidad en el equipo
que està al mando del montículo.
Esta situación podría ser, “mutatis
mutandis”, lo que està ocurriendo en nuestro paìs.
Podemos entender que en situaciones
ocasionales es necesario la designación de funcionarios que, dada la naturaleza
de sus funciones y las situaciones que se presenten, podrían representar al
presidente de la Repùblica, incluso con potestad de tomar decisiones por la
urgencia y pertinencia del caso, pero, que el funcionario referido asuma las
funciones en referencia y firme
compromisos bilaterales, o multibilaterales, constituye una desnaturalización
de la figura, tanto del designado como de aquel que permite su ilegalidad y
legitimidad.
Resulta que ahora tenemos una
bateadora designada, una vicepresidenta que usurpa las funciones del Presidente
de la Repùblìca, Cancillería, Ministros, Asamblea Nacional, Gobernaciones,
Alcaldìas, Consejos Comunales y hasta Asociaciones de Vecinos
Pareciera que el cuarto bate del
Gobierno Nacional, el legtimo representante del pueblo (elegido por la mayoría
de votos obtenidos en los procesos de votación para Presidente de la República)
ha cedido su posición en el Line up y se
dedica a otras actividades que no son precisamente las designadas por un pueblo
que lo ha elegido para que lo represente y dirija el timón de la nave cuya
tripulación y pasajeros le ha ordenado.
Chàvez Vive, la lucha sigue.
carrodcas@gmail.com
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