Freddy Elías Kamel Eljuri
No fue el portero de la Oficina Oval de Washington, quien anuncio
que EEUU está de acuerdo que la OEA active la Carta Democrática contra
el gobierno legítimo de Nicolás Maduro. Se trata nada menos que de John
Kerry, Secretario de Estado de los Estados Unidos, que sin emparche
volvió arremeter contra la democracia venezolana al señalar que, en su
concepto, el chavismo tiene estancado al país; y que se debe “presionar
por una democracia plena y un respeto total a elecciones”, lo que
evidencia absoluta ignorancia, pues en el mundo entero Venezuela es
considerada “como el país de las elecciones”.
Y conste que desde hace años advertimos que economías occidentales se
confabulaban con el propósito de sacar se de circulación el proyecto
histórico ideado por Hugo Chávez para que los del Tercer Mundo hagan
efectivo el derecho a la autodeterminación. “Que Chávez es títere del
castro-comunismo”, “que su megalomanía hace daño a la paz
hemisférica”, son algunas de las armas sucias que difunden las
corporaciones mediáticas que están servicio incondicional de los
neocolonialistas en el siglo XXI.
Y porque sabemos que es usual que el imperialismo recurre a las invasiones para imponer su cuestionado “sueño americano”, ni de vaina conviene dormirse en los laureles, así como tampoco pensar que con comunicados oficiales blindaremos nuestra soberanía contra cualquier ocupación militar, provenga esta de vecinos lacayos o de EEUU. Entonces, ¿Urge o no formar un ejército multinacional para repeler cualquier eventual intervención imperial? ¿O vamos a esperar que la bota insolente del imperio nos patee el trasero?
Y porque sabemos que es usual que el imperialismo recurre a las invasiones para imponer su cuestionado “sueño americano”, ni de vaina conviene dormirse en los laureles, así como tampoco pensar que con comunicados oficiales blindaremos nuestra soberanía contra cualquier ocupación militar, provenga esta de vecinos lacayos o de EEUU. Entonces, ¿Urge o no formar un ejército multinacional para repeler cualquier eventual intervención imperial? ¿O vamos a esperar que la bota insolente del imperio nos patee el trasero?
Pero a la par de estos infaustos acontecimientos que amenazan nuestra
integridad territorial, también preocupa que los flamantes asesores se
esmeren en no dar pie con bola. Por ejemplo, convocan con bombos y
platillos a un Congreso de la Patria, pero al inútil evento solo
asisten los grandes responsables del fracaso en los comicios
parlamentarios del 6D. Por otra parte, también exhortan a la unidad
cívico-militar, mientras el pueblo impávido observa como algunos
integrantes en los altos mandos raspan la olla con el mayor descaro. O
sea,
¿Cómo hacer que funcionen las 3 R de Chávez, si quienes tienen el
sartén por el mango se emperran en despacharse y darse el vuelto entre
ellos mismo?
Ojalá que en medio de todo este desastre sin precedente, no sean los
convidados de piedra quienes paguen justos por pecadores.
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