Por Carlos M. Rodríguez C
Realmente
la capacidad de asombro de los venezolanos se ha perdido. Son tantas vainas que
pasan que uno no sale del aturdimiento. Bueno si sale, pero sale cada día más
decepcionado con las instituciones públicas, los funcionarios, equipo de
gobierno, diputados, concejales, alcaldes, gobernadores, dirigentes políticos y
hasta de los “militantes” que dicen estar profundamente comprometidos con el
proceso revolucionario.
Hace
poco se denunciaba la corrupción que imperaba en los predios del MAT, tanto en
Abasto Bicentenario como en otras direcciones. El resultado el desmantelamiento
de una red de corrupción que acaparaba, revendía, comercializaba en forma
delictiva productos de la Corporación, así como la detención y remoción de
funcionarios. Sobre esta red se habían hecho denuncias desde hacía años, pero
pareciera que “las denuncias se las lleva el viento”. Hay funcionarios que se
presume están ligados a la mafia, pero fueron colocados en otros cargos, es
decir, premiados. Otros simplemente los destituyeron, nada más. Es decir,
impunidad total. Todavía siguen vendiéndose productos en forma delictiva,
siguen las colas en los Abastos Bicentenarios, sigue la escasez y la venta
fraudulenta en los Agropatria….y pare Ud. de contar.
Desde
hace días se han venido haciendo denuncias sobre el maltrato, complicidad,
abuso de autoridad por parte de los fiscales del SUNDEE. Hace poco fue detenida
una persona con una credencial falsa acreditándola como fiscal del SUNDEE. No se puede generalizar, pero son
innumerables las denuncias contra los fiscales del SUNDEE acusándolos de abuso
de autoridad (amenaza con detener, impedir compras a personas, maltratar a
personas con discapacidad o adultos mayores, damas embarazadas, coartar el derecho a la adquisición de
productos a personas con C.I. vencida, a enfrentarse a las autoridades
encargadas del orden en los establecimientos comerciales. Igualmente se les
acusa de estar en complicidad con los bachaqueros y con los funcionarios
policiales corruptos, así como los dueños venales de los establecimientos
comerciales para recibir dádivas, comprar preferencialmente y otras
“pequeñeces” similares.
No
basta con la difícil y enojosa situación que está atravesando el pueblo
venezolano, el pueblo honesto que tiene que ausentarse de sus centros de
trabajo para poder comprar los productos básicos, tanto de salud, alimentación,
así como el de uso diario. De tener que
adquirir los productos a precios incomprables por no poder hacer las colas, por
no poder estar presente el día que le toca comprar. No basta el enfrentamiento
con los “bachaqueros” que agreden física y verbalmente al pueblo, con los
policías y funcionarios de la GNB corruptos, con los empleados de los negocios
expendedores de productos, sino que los mismos representantes del gobierno, en
la figura de fiscales del SUNDEE se
encargan de aumentar la dosis de veneno para exacerbar el descontento, la
frustración y la desilusión.
Y
todo esto a la vista del público, a plena luz del día, sin pena ni vergüenza,
al fin y al cabo no los van a castigar, al igual que otros funcionarios
similares, que convictos y confesos continúan
en sus cargos.
Por
omisión también se peca, y todos los que estamos en la obligación de denunciar,
de hacer públicas las irregularidades y no lo hacemos, somos tan cómplices como
los agentes encargados de desestabilizar, de sabotear, de destruir la revolución.
O
sea, no vale sólo acusar a los demás de
los errores del gobierno, hay que asumir nuestra responsabilidad. O sea.
Revolucionarios
de pie a vencer. Ni un paso atrás
carrodcas@gmail.com
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