Por Carlos M. Rodríguez C.
Alguien, de cuyo nombre no quiero ni debo acordarme, decía que “todos los
hombres tienen un precio” y según él, más temprano que tarde sus ideas, principios, valores, normas
de vida las vendería al mejor postor dependiendo de la necesidad que para el
momento surgiese.
Por supuesto esta premisa es falsa de
toda falsedad asumiendo la premisa aquella según la cual
se “dime como piensas y te diré
quién eres” haciendo una paráfrasis a la
conseja “cada ladrón juzga por su condición”. No todos los hombres y mujeres
identificados y militantes de movimientos, colectivos, partidos revolucionarios
han sido venales, tenemos muchos casos que hasta inmolaron su vida por defender
las ideas, acciones, propuestas libertarias tales como El Che Guevara, Fidel
Castro, Allende, Pancho Villa, Rosa Luxemburgo, Hugo Chávez entre tantos.
No obstante también fueron muchos los
que brincaron la talanquera y que después de ser heroicos luchadores y haber
ocupado cargos importantes en gobiernos revolucionarios asumieron
posteriormente posiciones de derecha y hasta traicionaron compañeros de lucha y
revirtieron procesos históricos. Entre ellos tenemos a Joaquín Balaguer, Huber
Matos, Francisco Madero entre otros.
En la actualidad pareciera ser una
moda la tempestad política que vive actualmente en Venezuela y en el resto de
América Latina en las cuales, figuras importantes que militaron la izquierda y
que asumieron posiciones en diferentes partidos de avanzada, formaron parte de
gobiernos revolucionarios, hoy tengan posturas y prácticas identificadas con
los más retrógrados planteamientos del imperio, de la derecha internacional, de
la reacción más recalcitrante que de la
faz de la tierra. En Venezuela están plenamente identificados constituyendo uno de los más despreciado el caso de Miquelena ya que los otros constituyen una minoría espúrea sin ningún peso específico.
En Latinoamérica el caso simbólico de Lenin
Moreno quien traicionó a Rafael Correa y la Revolución Ciudadana y hoy revierte el
proceso incluyente, justo, revolucionario que caracterizó al gobierno de
Correa. Lenin se ha convertido en un
agente del imperialismo internacional vendiéndose al capital y revirtiendo los
avances hacia una economía popular por una economía de mercado.
Recientemente Moreno afirmó ante la
OEA que propondría la realización de
nuevas elecciones en Venezuela ya que hay dudas de su pulcritud debido a la
compra de votos y a los puntos rojos, así como a la represión contra la
oposición, con lo cual coquetea con los E.U. y demuestra sumisión al imperio en
contra de los procesos revolucionarios latinoamericanos. Tras conocer la
resolución de la Asamblea General de la OEA, en la que se rechaza el resultado
de las elecciones presidenciales en Venezuela y que abre la puerta a la
suspensión del país, Ecuador propone una salida menos drástica: un referendo
consultivo que sea vigilado
El presidente de Ecuador, Lenin
Moreno, propuso la realización de un referendo consultivo en Venezuela para
verificar si los ciudadanos de nuestro país refrendan o no la elección de
Nicolás Maduro como gobernante, o si es necesario llamar nuevamente a
elecciones en un corto plazo.
A través de su cuenta en Twitter,
Moreno envió una misiva en donde respaldó su idea al enumerar las diversas
irregularidades presentadas en el evento comicial del pasado 20 de mayo como la
denuncia de los denominados puntos rojos cerca los centros electorales, la
falta de observación internacional, “de escasa participación y ausencia de
garantías para la oposición, nos llama a proponer una salida democrática a la
crisis que vive Venezuela”. Nada menos.
El otro caso patético lo constituyen las
posiciones asumidas por Marina Silva, ex
ministra de ambiente de Lula Da Silva. Con una clara postura identificada con la de
los E.U., el Grupo de los 15, la U.E. y Canadá, los cuales sostienen que es
necesaria una ayuda humanitaria para Venezuela
Silva afirma: “y también
necesitamos salidas que sean mediadas, que sean negociadas diplomáticamente, y
que se esfuercen para sacar a Venezuela del caso que está viviendo: del caos
económico, del caos democrático y del caos político” sosteniendo que: “lo que
pueden hacer ahora los países de la región es articularse para desarrollar una
acción integrada para ofrecerle socorro humanitario a Venezuela”. Además afirma
demostrando un claro desconocimiento de la realidad venezolana y repitiendo el
argumento manido de la derecha nacional e internacional: “que nadie puede decir
que Venezuela vive un régimen democrático si en las últimas elecciones grupos
armados y el propio Ejército estaban en las calles para impedir que los
electores votaran por candidatos de oposición al Gobierno”
No es identificar las motivaciones que
ambos dirigentes tienen para hacer tales afirmaciones y asumir tamañas
posturas. Decir que son producto de un “sesudo análisis político” carece de sentido ya que siendo
ambas figuras importantes en el ambiente latinoamericano, tales afirmaciones
rayana en la ignorancia supina acerca de lo que ha acontecido en la nación venezolana,
constituyendo la lectura de una simple cartilla que el Departamento de Estado
les suministró para que sea el argumento con el cual les suministre apoyo
económico y político en sus aspiraciones eleccionarias y políticas en ambas
situaciones.
En todo caso, la historia se encargará
de enjuiciar a los traidores, tal como lo hizo con aquellos que se le han
volteado al movimiento popular internacional.
Mientras tanto, tenemos que tomar
posturas identificadas con los principios revolucionarios sustentados en la
crítica militante, la participación activa, en la denuncia a las desviaciones,
debilidades, amenazas del proceso revolucionario pero en la defensa de la
soberanía, libertad y avance socialista.
Lo demás es cuento de caminos.
Hasta la victoria siempre. Venceremos
carrodcas@gmail.com
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