Por Carlos M. Rodríguez C
La obsolescencia constituye la
cualidad que tiene los objetos, las cosas, la realidad de volverse anticuada,
caduca incompatible con los avances de la tecnología, la ciencia, la sociedad.
Esta definición genérica se puede
aplicar a las máquinas, medicinas pero también a las ideas, instituciones y
podríamos extrapolarla al anacronismo, es decir, cuando las ideas, el
funcionamiento de las instituciones se atan al pasado y no se adaptan al momento
actual y mucho menos al futuro. Igualmente podríamos usarla como sinónimo de
caducidad.
Como ejemplo de las instituciones
podríamos tomar a los partidos políticos. Éstos entran en obsolescencia cuando
sus postulados, principios, dirigencia
no promueven transformaciones sociales, políticas, económicas en las
sociedades en las cuales funcionan o hacen vida pública es decir se atan en el
pasado, se hacen anacrónicas.
En la IV República los partidos del estatus, léase AD, COPEY se
fosilizaron, se constituyeron en cascarones vacíos en las que albergaban ideas
ya anacrónicas sobre el estado, el gobierno, la economía, el ejército, la
dirigencia política, la militancia. Sus
máximos dirigentes pasaron a formar parte de especies en vías de extinción,
modelos jurásicos que devoraban cual el Dios Cronos de la mitología, para
evitar que ocuparan sus puestos, sus privilegios, sus prebendas como líderes
impuestos.
El anacronismo de sus ideas se reflejó
en el modelo caduco de la democracia puntofijista que vivió del rentismo petrolero, del
parasitismo ciudadano, de la corrupción, del despilfarro y de un estado
represor y dictatorial que preconizaba una democracia de mentira.
Durante los esos 40 años el país se
ancló en un modelo económico que impedía la independencia, el desarrollo
industrial, agropecuario, cultural sino amarrado en la dependencia y el
subdesarrollo.
.
Con la aparición del MVR aparece una
nueva forma de organización política y novedosas estructuras en otros
movimientos políticos y con la victoria electoral y política del Comandante
Chávez, que se posesionó del sentir del pueblo promoviendo cambios
estructurales en el modelo político, social, económico, cultural del país
imponiendo la V República como nuevo modelo político.
La dinámica impuesta por Chávez
condujo a cambios en la concepción de la sociedad, el estado, estructura social
pero se encontró con la traba que tanto sus operadores políticos como el pueblo
se resistieron a abandonar el modelo rentístico lo que hizo difícil el cambio
social esperado por él. La ineficiencia, corrupción, amiguismo prontamente
aparecieron y paulatinamente invadieron, minaron y corrompieron interna y
externamente el aparato político de la nación, sus instituciones, las
instancias regionales, locales y comunitarias. Algunos de sus exministros y
altos funcionarios de su gobierno, involucrados en hechos de corrupción hoy intentan expiar sus
culpas distanciándose del gobierno de Maduro pero tratando de presentarse como
inocentes en sus actuaciones ineficaces y de sus vinculaciones con hechos de
corrupción, llorando que no toman parte del festín.
El aparato estatal ha entrado en una
fase de parálisis. No hay nuevas ideas que permitan diseñar mecanismos,
estrategias, tácticas, estructuras que bloqueen los ataques internos y externos
contra el pueblo. Que impidan la corrupción, el contrabando, el bachaqueo,
Entramos en una fase de anomia que daña la moral del pueblo, la ética ciudadana. Estamos en una crisis de
creatividad. La obsolescencia domina todos los espacios del país, de la nación,
de la república.
Tomemos por ejemplo, el IV Congreso
del PSUV. Veamos los mecanismos para
seleccionar, para elegir sus delegados. Nada de democracia, puros mecanismos
que impiden la real participación popular. Por supuesto, los mismos dirigentes
de siempre, los más vivos, los acomodados son los delegados. Para la militancia
popular las migajas, el consuelo.
Las mismas prácticas cuartas republicanas.
El mismo modus operandi de los jurásicos adecos, copeyanos. Al fin y al cabo
muchos de esos dirigentes y militantes provienen de esos partidos. Son la Qunta
Esencia de la obsolescencia. No podemos esperar otra cosa.
La
implosión de la quinta república y con ella el retorno a la democracia representativa,
al neoliberalismo pleno, al estado represor, a los Yumare, a los Cantaura, a
los TO, es una amenaza que ya se convierte en peligro. Muchos de los que se
proclaman revolucionarios, tanto los rojo rojitos como los que se
autoexcluyeron, como los que sacaron a patadas apuestan a ello. Es una
conspiración generalizada y muy bien financiada. Hay mucho petróleo por el medio
si no pregúntenle a Alí Babá y a los
Cuarenta Ladrones.
Los
Mendoza, Volmer, Machado, Carmona, Ramírez, Ramos. Ledezma… y muchos
anteriormente pata en el suelo ahora
forrados de dólares, así como muchos vestidos de verde igualmente
nadando en billete, estarán celebrando el triunfo de su conspiración. Al fin y al cabo ellos son el virus que
trasmite la miseria humana. El pueblo que se joda
La lucha es larga y nadie dijo que la
revolución es fácil. Pero el socialismo
es el camino, no queda otro.
Hasta la victoria siempre. Venceremos
carrodcas@gmail.com
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