Por Carlos M. Rodríguez C.
El 4 de agosto pudo haber ocurrido el
mayor “”aquelarre”, la mayor orgía sangrienta de la historia contemporánea de
Venezuela.
De haberse perpetrado el asesinato del
Presidente Nicolás Maduro, destrucción, quema de las edificaciones públicas y
privadas, del transporte público, hospitales, escuelas, persecución,
encarcelamiento, ejecución, incineración no sólo a los funcionarios del
gobierno a todos los niveles sino a todo aquel del cual se sospechara que es
chavista o simpatizante del chavismo (incluyendo niños, niñas, ancianos y
ancianas inocentes) se hubiera llevado a cabo en medio de un gran festín, un
aquelarre monstruoso, tal como ocurrió en Chile en el año 1973 y de lo que puede llamarse sus preámbulos
en Venezuela y Nicaragua como lo son el
golpe de estado contra el Presidente Chávez y las guarimbas del año 2015 y 2017
en Venezuela. Dicha orgía de sangre,
fuego, muerte, persecución y terror ya la tenían preparada siendo sus
organizadores los dirigentes de PJ, VP, AD y en la cual hubieran participado,
además de los militantes de la derecha, malandros, sicarios, paracos, simpatizantes
de los partidos fascistas, militares de alto, mediano y bajo rango, soldados,
funcionarios de seguridad, policías, traidores, saltimbanquis, resentidos, bachaqueros,
exfuncionarios destituidos, aleves, apostatas y todo “bicho de uña” pescador de
rio revuelto sediento de venganza, sangre, muerte.
Entre sus invitados principales
estarían, además del Macho Cabrío mayor es decir el Cowboy del Norte, sus acólitos
principales como son los presidentes de los gobiernos títeres de Colombia,
Perú, Argentina, Brasil, Panamá, Ecuador, Chile, Canadá, así como también los súbditos serviles de la
OEA (es decir Almagro), la UE, ONU, las organizaciones defensoras de los
derechos de los “delincuentes” . Mr. Vivanco entre muchos.
Es decir, en un acto de mutación
maléfica, de desdoblamiento continuado, hubieran pasado de ser los inquisidores
contemporáneos, el Santo Oficio de los Siglos XIV, XX y XXI, los Torquemadas del momento, bendecidos
y autorizados por parte de “El Destino Manifiesto” para bloquear, invadir,
bombardear, anexarse sus territorios o apropiarse de sus tierras de las
naciones y pueblos que se atreven a desafiar sus “órdenes divinas” o a proclamar
su soberanía nacional, económica, política, cultural, tal como ha ocurrido en
su patio trasero con México, Panamá, Cuba, Puerto Rico entre otras naciones y
ahora Venezuela, y con naciones como Japón, Vietnam, Corea, Libia, Afganistán,
Irak, Palestina y (muchas otras conocidas por todos o al menos por aquellos que
tienen un poquito de información de la historia universal o de los que quieren
ver con ojos soberanos) y acusar de tiranos, asesinos, dictadores, autócratas,
represivos para justificar invasiones, bombardeos, bloqueos con los que se asesina a miles de personas muchas de ellas
inocentes.
En esa mutación permanente los
actuales miembros del Tribunal de la Santa Inquisición Contemporáneo participarían
en el Sabbat, como oficiales, bacantes,
brujos, asesinando, torturando, comiendo niños inocentes, bebiendo sangre del
pueblo. De ahí la actuación de altos dirigentes de la oposición en funciones de
enlace directo como operadores de base, facilitando el paso de la frontera, el
ingreso de armamento como el caso de los drones, ubicando en lugares seguros y
protegidos a los terroristas personalmente, lo mismo que ocurrió durante los
años 2002, 2015 y 2017 en el Golpe de Estado contra Chávez con la participación de Capriles
Radonsky como organizador y ejecutor del
asalto a la embajada de Cuba, de Leopoldo López como policía deteniendo
ministros y dirigiendo y la organización y participación de las guarimbas en el
año 2015, del cierre de Mendoza a VTV,
la orden de Alfredo Peña de disparar contra los defensores del Puente
LLaguno, entre muchos casos, al igual como hicieron en las guarimbas en el año 2017
los diputados de la AN que actuaron personalmente como pistoleros,
incendiarios, terroristas.
Posteriormente asumirían el papel de inquisidores, persiguiendo,
encarcelando, enjuiciado amañadamente y ejecutando fraudulentamente a funcionarios del gobierno, militantes
revolucionarios, pueblo llano beneficiado con las políticas del estado,
obreros, trabajadores, campesinos, comunidades, revirtiendo los avances en
el área social, salud, educación,
participación ciudadana como una forma de restituir la democracia puntofijista
que le dio el poder y la riqueza del país a las minorías oligárquicas y a las
transnacionales durante más de 50 años.
Pero como en esta ocasión no
alcanzaron ni jamás lograrán su objetivo
ahora se transmutan primero a
víctimas, argumentando que son
perseguidos por el gobierno de Maduro, que la crisis económica, política,
social y moral es culpa del chavismo, que están arruinados por culpa del
castro-comunismo del cual hay que salir del modo que sea, incluso la violencia
sea cual sea. Segundo se enorgullecen de atentar contra el presidente para al
mismo tiempo decir que dicho atentado es pura pantomima, teatro, bufonada.
Ahora, en ese perverso juego de “ser
pero no ser y de no ser pero ser”, pretenden declararse víctimas inocentes,
perseguidos por el gobierno dictatorial, detenidos sin otórgale derecho a la
defensa ni respetarle el derecho a la vida, a la seguridad, torturados,
vejados, golpeados, vilipendiados, satanizados, detenidos y acusados sin pruebas, es decir, santos angelitos que
no han roto un plato, que las pruebas son falsos montajes y que van a demostrar
su inocencia muy pronto a pesar de haber declarado públicamente y de fuentes
propias y a través de testaferros políticos de otros países sus intenciones y
sus acciones.
Entendemos que se trata de mecanismos
de, pero las culpas no se eximen ni desaparecen con declaraciones o con
petitorios de perdones, ni intentando demostrar que son inocentes de todo
delito por más que intenten argumentar
que son víctimas de una cacería de brujas por parte de Maduro. En consecuencia
tendrán que demostrar lo contrario y para ello existe un estado de derecho no
como cuando los gobiernos de la IV en los cuales fueron suspendidas las
garantías constitucionales, ni del efímero y asesino gobierno ilegal de Carmona
el Breve, producto de un golpe de estado sangriento a los que seguramente
apoyaron, o al menos ahora recuerdan con nostalgia.
Y al tratar de defender lo
indefendible con sus declaraciones y lamentos publicados y difundidos por las
redes sociales para congraciarse con sus amos del norte, no hacen más que asumir
por mampuesto su “mea culpa” y hubiese sido mejor que hubieran mantenido su boca cerrada porque
a veces, intentando defenderse se incriminan, y hay un dicho que dice “en boca
cerrada no entran moscas”.
Así que al que le caiga que la chupe.
carrodcas@gmail.com
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