domingo, 19 de agosto de 2018

REFLEXIONES INGENUAS: “¿INOCENTEMENTE?


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Por Carlos M. Rodríguez C

Cuando se va a la guerra se hace imprescindible analizar todas las variables que pueden presentarse durante los combates. Vale decir, el terreno, tipo de armamento del enemigo, su poder de fuego, número de efectivos, capacidad de movilización, efectividad de sus tropas, entre otras cosas.  Estos son aspectos elementales en todo tipo de confrontación, ya sea bélica, estratégica, de combate asimétrico.

Desde hace años la Revolución Bolivariana está sumida en un constante enfrentamiento con el capitalismo internacional,  con la derecha en todas sus expresiones y modalidades.

Desde el mismo momento que el Comandante Chávez asumió el compromiso de lucha contra la IV República y sus secuaces, una guerra permanente fue preparada y ejecutada desde la entrañas del Imperio, de los centros de poder y ejecutada por sus operadores locales como lo fueron los partidos políticos, ong´s, sindicatos, clero, universidades, funcionarios públicos, servicios de inteligencia…

El Comandante se supo apoyar en el descontento del pueblo y en la inteligencia popular así como otros mecanismos más sofisticados que le permitieron  lograr el triunfo electoral en el 2008 y permanecer en el poder hasta el año 2015, fecha en que le sobrevino la muerte inducida. Su experiencia como militar fogueado y con conocimientos en el arte de la guerra le permitió  sortear traiciones, atentados, guarimbas, el Golpe de Estado y  el Paro Petrolero durante los  años 2002-03, aunque fue sorprendido por muchos gazapos, tales como el amiguismo, la indulgencia, la extremada confianza en sus funcionarios, la falta de control y seguimiento en las instituciones del estado y sus funcionarios, la incapacidad e ineptitud de las instituciones públicas, la corrupción oficial, el oportunismo, el ventajismo, el derroche, el autoritarismo los que al final le ocasionaron una derrota en el proyecto de construir una patria justa, igualitaria, socialista. Muchos de quienes fueron empleados de su confianza y que se caracterizaron por su incapacidad e ineficiencia, así como de corrupción pública y desmedida fueron mantenidos en sus cargos y andan por ahí criticando al gobierno del Presidente Maduro  intentando que el pueblo crea en los dotes con que presumen  ser revolucionarios a toda prueba.

En todo el proceso que el Pte. Maduro estuvo elaborando su proyecto para rescatar la economía del país desde diferentes espacios se le estuvo advirtiendo en la necesidad de establecer condiciones objetivas a fin de evitar que la oligarquía diseñara medidas para sabotear su puesta en marcha.

Una estas advertencias estaba centrada en la necesidad de diseñar mecanismos que evitaran que, desde el mismo gobierno, las mafias anquilosadas en el aparato gubernamental, pudieran anular las medidas planificadas.  Dentro de estas medidas estaría centralizar en entes totalmente pulcros los mecanismos de distribución y comercialización de los productos del estado tales como, alimentos,  insumos agrícolas y pecuarios, productos de mi casa bien equipada, combustibles, aceites, medicinas, cauchos, baterías, piezas automotrices, vehículos de transporte público y uso particular, etc. que han sido hasta ahora la caja chica de corruptos  e infiltrados de la derecha y de la boliburguesía y que ha sido la queja permanente de productores, transportistas, pueblo en general.

Segundo,  diseñar nuevos esquemas para surtir a las empresas públicas  de los insumos prioritarios para satisfacer la demanda del pueblo, tales como productos de la dieta básica, medicinas, artículos de aseo personal, de uso diario, para lo cual es necesario garantizar el transporte público y privado de mercancía así como su protección desde donde se despacha hasta donde se almacena, y desde donde se almacena hasta el destino final, a fin de evitar desvíos, robos, saqueos, etc.

Tercero, fijar el precio de la gasolina y los mecanismos de cancelación por parte de los consumidores,  a fin de evitar su especulación, distracción, contrabando, extracción, acaparamiento, bachaqueo, largas colas para su compra y con ello problemas en el sistema de transporte y el descontento del pueblo en su conjunto.

Y cuarto, lo más importante, el control de precios. De todos era sabido que en el momento de aumentar el ingreso del trabajador, su sueldo base, los empresarios iban a aumentar a precios inalcanzables  los productos en toda su gama a fin de reponer los gastos en su confección, igualmente los transportistas, intermediarios, detallistas, es decir, la cadena de comercialización.  Con las características de la economía venezolana no es posible confiar en la buena fe de los empresarios y comerciantes, ya que acá se quiere lograr el 1000% de ganancia y a eso es lo que se ha jugado desde que somos un país rentístico.  Las declaraciones del Ministro de Información y Comunicación sobre el la imposibilidad de un aumento especulativo de los productos ya que el estado asumiría los gastos de nómina ocasionados en por el incremento de sueldo  por tres meses ha quedado desmentido dramáticamente. En el  día de hoy los productos han sido aumentados en casi 1000% en todos sus rubros lo que ha ocasionado un inmenso descontento en el pueblo que acusa al gobierno nacional de ser el culpable de dicho acto. Tomemos varios ejemplos para demostrarlo: Una Coca-Cola original alcanza el precio de 21.500.000 bsF., 2 panes campesinos 6.000.000 bsF., Un pan de tunja 22.000.000 bsF., Una cachapa con queso de mano 12.000.000 bsF.,  un caucho 500.000.000 bs.F y así sucesivamente. Habría que saber el precio de los medicamentos, carne, huevos, queso y otros igualmente vitales.

Estas recomendaciones  no fueron tomadas en cuenta y no se tomaron en cuenta las previsiones y los mecanismos de controles objetivos para evitar un posible fracaso en la propuesta.

En este momento, con tal acción de aumentar los precios a niveles inalcanzables, hay un peligro real  de explosión social y a eso están jugado  por las redes sociales, los medios de información, nacionales e internacionales. Convocan a un paro para el martes 21 con trancas de avenidas, paro de trasporte, cierre del comercio. Incluso, ya tropas del ejército colombiano se están acantonando en la frontera y está a la espera de un buque enviado por el Pentágono  destinado, supuestamente, para brindar ayuda humanitaria a los venezolanos.

¿Estará el gobierno preparado para  enfrentar, desmontar y dominar esta acción terrorista?

Ojala que sí. Ojala.

Hasta la victoria siempre. Venceremos.

carrodcas@gmail.com.






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