Por Carlos M. Rodríguez C
Cuando
se va a la guerra se hace imprescindible analizar todas las variables que
pueden presentarse durante los combates. Vale decir, el terreno, tipo de
armamento del enemigo, su poder de fuego, número de efectivos, capacidad de
movilización, efectividad de sus tropas, entre otras cosas. Estos son aspectos elementales en todo tipo
de confrontación, ya sea bélica, estratégica, de combate asimétrico.
Desde
hace años la Revolución Bolivariana está sumida en un constante enfrentamiento
con el capitalismo internacional, con la
derecha en todas sus expresiones y modalidades.
Desde
el mismo momento que el Comandante Chávez asumió el compromiso de lucha contra
la IV República y sus secuaces, una guerra permanente fue preparada y ejecutada
desde la entrañas del Imperio, de los centros de poder y ejecutada por sus
operadores locales como lo fueron los partidos políticos, ong´s, sindicatos,
clero, universidades, funcionarios públicos, servicios de inteligencia…
El
Comandante se supo apoyar en el descontento del pueblo y en la inteligencia
popular así como otros mecanismos más sofisticados que le permitieron lograr el triunfo electoral en el 2008 y
permanecer en el poder hasta el año 2015, fecha en que le sobrevino la muerte inducida.
Su experiencia como militar fogueado y con conocimientos en el arte de la
guerra le permitió sortear traiciones,
atentados, guarimbas, el Golpe de Estado y
el Paro Petrolero durante los
años 2002-03, aunque fue sorprendido por muchos gazapos, tales como el
amiguismo, la indulgencia, la extremada confianza en sus funcionarios, la falta
de control y seguimiento en las instituciones del estado y sus funcionarios, la
incapacidad e ineptitud de las instituciones públicas, la corrupción oficial,
el oportunismo, el ventajismo, el derroche, el autoritarismo los que al final
le ocasionaron una derrota en el proyecto de construir una patria justa,
igualitaria, socialista. Muchos de quienes fueron empleados de su confianza y
que se caracterizaron por su incapacidad e ineficiencia, así como de corrupción
pública y desmedida fueron mantenidos en sus cargos y andan por ahí criticando
al gobierno del Presidente Maduro intentando
que el pueblo crea en los dotes con que presumen ser revolucionarios a toda prueba.
En
todo el proceso que el Pte. Maduro estuvo elaborando su proyecto para rescatar
la economía del país desde diferentes espacios se le estuvo advirtiendo en la
necesidad de establecer condiciones objetivas a fin de evitar que la oligarquía
diseñara medidas para sabotear su puesta en marcha.
Una
estas advertencias estaba centrada en la necesidad de diseñar mecanismos que
evitaran que, desde el mismo gobierno, las mafias anquilosadas en el aparato
gubernamental, pudieran anular las medidas planificadas. Dentro de estas medidas estaría centralizar
en entes totalmente pulcros los mecanismos de distribución y comercialización
de los productos del estado tales como, alimentos, insumos agrícolas y pecuarios, productos de
mi casa bien equipada, combustibles, aceites, medicinas, cauchos, baterías,
piezas automotrices, vehículos de transporte público y uso particular, etc. que
han sido hasta ahora la caja chica de corruptos
e infiltrados de la derecha y de la boliburguesía y que ha sido la queja
permanente de productores, transportistas, pueblo en general.
Segundo, diseñar nuevos esquemas para surtir a las
empresas públicas de los insumos
prioritarios para satisfacer la demanda del pueblo, tales como productos de la
dieta básica, medicinas, artículos de aseo personal, de uso diario, para lo
cual es necesario garantizar el transporte público y privado de mercancía así
como su protección desde donde se despacha hasta donde se almacena, y desde
donde se almacena hasta el destino final, a fin de evitar desvíos, robos,
saqueos, etc.
Tercero,
fijar el precio de la gasolina y los mecanismos de cancelación por parte de los
consumidores, a fin de evitar su
especulación, distracción, contrabando, extracción, acaparamiento, bachaqueo,
largas colas para su compra y con ello problemas en el sistema de transporte y
el descontento del pueblo en su conjunto.
Y cuarto,
lo más importante, el control de precios. De todos era sabido que en el momento
de aumentar el ingreso del trabajador, su sueldo base, los empresarios iban a
aumentar a precios inalcanzables los
productos en toda su gama a fin de reponer los gastos en su confección,
igualmente los transportistas, intermediarios, detallistas, es decir, la cadena
de comercialización. Con las
características de la economía venezolana no es posible confiar en la buena fe
de los empresarios y comerciantes, ya que acá se quiere lograr el 1000% de
ganancia y a eso es lo que se ha jugado desde que somos un país
rentístico. Las declaraciones del
Ministro de Información y Comunicación sobre el la imposibilidad de un aumento
especulativo de los productos ya que el estado asumiría los gastos de nómina
ocasionados en por el incremento de sueldo
por tres meses ha quedado desmentido dramáticamente. En el día de hoy los productos han sido aumentados
en casi 1000% en todos sus rubros lo que ha ocasionado un inmenso descontento
en el pueblo que acusa al gobierno nacional de ser el culpable de dicho acto.
Tomemos varios ejemplos para demostrarlo: Una Coca-Cola original alcanza el
precio de 21.500.000 bsF., 2 panes campesinos 6.000.000 bsF., Un pan de tunja
22.000.000 bsF., Una cachapa con queso de mano 12.000.000 bsF., un caucho 500.000.000 bs.F y así sucesivamente.
Habría que saber el precio de los medicamentos, carne, huevos, queso y otros
igualmente vitales.
Estas
recomendaciones no fueron tomadas en
cuenta y no se tomaron en cuenta las previsiones y los mecanismos de controles
objetivos para evitar un posible fracaso en la propuesta.
En
este momento, con tal acción de aumentar los precios a niveles inalcanzables, hay
un peligro real de explosión social y a
eso están jugado por las redes sociales,
los medios de información, nacionales e internacionales. Convocan a un paro
para el martes 21 con trancas de avenidas, paro de trasporte, cierre del
comercio. Incluso, ya tropas del ejército colombiano se están acantonando en la
frontera y está a la espera de un buque enviado por el Pentágono destinado, supuestamente, para brindar ayuda
humanitaria a los venezolanos.
¿Estará
el gobierno preparado para enfrentar,
desmontar y dominar esta acción terrorista?
Ojala
que sí. Ojala.
Hasta
la victoria siempre. Venceremos.
carrodcas@gmail.com.
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