Por Carlos M. Rodríguez C.
Cada día son más las cosas
asombrosas que uno tiene que ver en el escenario político del país. Y cada día
son más las inquietudes acerca de la continuidad del proceso revolucionario
socialista en Venezuela.
Después de los apagones sufridos el
día jueves 02 de agosto en la capital del país y regiones limítrofes (Vargas y
Miranda) ocasionados, según fuente oficial del gobierno nacional, por acciones
terroristas, los venezolanos quedamos atónitos ante el anuncio de la acción
terrorista llevada a cabo en el marco del el acto de conmemoración de los 81
años de la creación de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) contentiva en el
intento de magnicidio contra Nicolás Maduro
mientras llevaba a cabo el discurso de orden.
Este evento fue llevado a cabo a
través de la activación de sendos drones cargados de explosivos C4 que iban a
ser detonados en la tribuna presidencial para liquidar físicamente, tanto al
presidente, como la plana mayor del gobierno y funcionarios gubernamentales y
de seguridad presentes en la misma.
Dicha acción fue frustrada al ser
desactivado el sistema de control de los equipos y su derribamiento por parte
de la Guardia de Honor. Afortunadamente no hubo muertos pero si 13 efectivos de
la FANB presentes en el acto.
Este episodio debe ser analizado por
los elementos de carácter político que se develan cuando se hace un estudio de las causas, factores, ejecutores y
posibles efectos que vienen implícitos en él.
Este acto terrorista hizo que
colapsara la ciudad capital y sus alrededores ocasionando un caos en todas las
actividades de los sectores afectados.
El reconocimiento por parte de Maduro
que se trató de un sabotaje terrorista ya es una señal preocupante en el
sentido que los sistema de inteligencia están fallando pública y notoriamente.
En primer lugar cuales fueron los
criterios para seleccionar la Avda. Bolívar para la realización de dicho
evento. La posibilidad que un francotirador experto con un armamento, técnica y
letalmente concebido, disparare a acertadamente contra la tribuna
presidencial es altamente probable. Hay
equipos diseñados para este tipo de eventos y que son casi infalibles si se
manejan con destreza y pericia. Y más aún con la situación que se vive en el
momento.
Segundo, como es posible que los
drones utilizados para el atentado pudieran desplazarse por el espacio aéreo de
Caracas y llegar tan cerca del lugar donde se estaba realizando la actividad
presidencial. ¿Es que el gobierno nacional no cuenta con un equipo de supervisar,
controlar y monitorear las aeronaves, incluyendo drones, que sobrevuelen el
espacio en referencia? Ya van dos tres episodios en los cuales fallan los
sistemas de seguridad aérea en Caracas, la primera con el robo del helicóptero,
la segunda con el vuelo de un dron mientras se realizaba una marcha de los
simpatizantes del gobierno y de la oposición, y esta tercera, el más grave de
todos.
Tercero, el primer anillo de seguridad
presentó lentitud en cuanto practicar la protección al Presidente y la Primera
Dama del país lo que pone en evidencia una importante debilidad a la hora de un
nuevo intento.
Cuarto, los sistemas de seguridad del
presidente están siendo manejados por militares participantes en las jornadas
de protestas y golpe de estado del año 2002 en la Plaza Altamira.
Quinto, ¿Cómo fue que se identificaron
y detuvieron tan rápido a los autores intelectuales y parte de los ejecutores materiales
que activaron los dispositivos usados para el intento de magnicidio? Pareciera
que estaban identificados y ubicados, con lo cual se pudiera haber evitado el
suceso en cuestión.
.Someramente estos aspectos nos hacen
concluir que la seguridad física del Presidente Maduro está en peligro como
también está amenazada la continuidad del proceso revolucionario en Venezuela.
Pero pareciera que la procesión va por
dentro. Es importante señalar que quien
está actuando y ejecutando los hilos para la caída del gobierno y de la
revolución socialista bolivariana son el imperio norteamericano, la derecha
internacional y el fascismo nacional a
través de terroristas desalmados, exguarimberos, asesinos de ciudadanos
indefensos que actuaron durante los actos violentos del 2015 y 2017, muchos de
los cuales fueron beneficiados con indultos presidenciales y que hoy están
evadidos del país (violando las reglas del indulto) incluso, uno de los autores
del atentado goza de este beneficio. Pero también muchos altos funcionarios del
gobierno que conspiran y actúan taimadamente contra la revolución, desacatan
las órdenes presidenciales, que sabotean las acciones destinadas a mejorar el
funcionamiento gubernamental. El pueblo los tiene identificados.
El Presidente Maduro conoce perfectamente
esta situación al igual que muchos funcionarios del alto gobierno con capacidad
de decisión. Es imprescindible que se tomen medidas que vayan tanto a la
protección de su vida, pero también en la defensa de la Revolución Bolivariana
y del pueblo, hoy agredido ferozmente por la corrupción, la soberbia, la
autocracia, la ineficacia gubernamental y por la criminal Guerra de VI
generación caracterizada por la inflación, la falta de medicamentos, alimentos,
servicios públicos, terrorismo mediático, sicariato, la delincuencia organizada
patrocinada por los empresarios, enchufados, boliburgueses.
El pueblo ha sido noble, leal. Con la
situación actual desesperante, con la canasta básica desaparecida o a precios
incomprables, las medicinas inalcanzables, los útiles escolares, uniformes,
calzado por la estratosfera, servicios públicos desaparecidos (aseo urbano,
seguridad, salud, transporte) y cada día más costosos ha permanecido paciente, estoico,
tolerante. Pero el tiempo pasa y lo se escucha son puras promesas y nada de acciones concretas.
El alto gobierno debe evaluar la
situación y promover y accionar cambios en lo inmediato cambios y destitución
de aquellos ministros y funcionarios venales, incapaces e iineficientes. La
derecha aprieta la tenaza contra nuestro país y el pueblo necesita que lo
asistan, que lo defiendan y la mejor defensa es preservar la revolución con
hechos concretos, con dignificar a este pueblo que ha apoyado en situaciones
tan apremiantes como las próximas pasadas y las actuales al gobierno, al
Presidente. El gobierno necesita que el pueblo lo siga apoyando y para ello
necesita hacer cambios en lo inmediato, tanto en los mecanismos de seguridad
para proseguir el proceso revolucionario, como cambios estructurales en el
estado en las instituciones oficiales y en la sociedad en general.
La Asamblea Nacional Constituyente
tiene la facultad de promover estas transformaciones y ya tiene un año sin que hasta ahora
presente un primer papel a ser considerado por el pueblo, tal como lo contempla
la CRBV y las leyes vigente. El pueblo reclama dichos cambios y la ANC está
obligada a realizarlos, puesto que para ella fue electa por el pueblo que hace
los reclamos.
Ojalá no se siga alargando la espera y
el pueblo salga de su inmovilismo. Ojala no
Hasta la victoria siempre. Venceremos.
carrodcas@gmail.com
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