El pasado domingo, el índice bursátil de la Bolsa de Arabia Saudí cayó un 7% mientras crece el temor entre los inversores saudíes a la aprobación de sanciones internacionales contra el reino por la desaparición del periodista Yamal Khashoggi.
Las autoridades saudíes han publicado una declaración amenazando con “una acción mayor” contra EEUU y otros países occidentales si éstos aprueban cualquier sanción contra Arabia Saudí en relación a la desaparición del periodista Yamal Khashoggi, que fue presuntamente asesinado cuando visitó el consulado saudí en Estambul el pasado 2 de octubre.
Los medios estatales saudíes han publicado un editorial del director del canal saudí oficial Al Arabiyah, Turki al Dajil, que dijo que Arabia Saudí está lista para tomar medidas contra la economía estadounidense, incluyendo un fuerte incremento del valor del petróleo. Él añadió que si EEUU aprueba sanciones contra Arabia, está puede destruir la economía estadounidense. El mismo editorial también sugiere el fin de la cooperación entre los servicios de inteligencia de ambos países y un acercamiento a Rusia, China e Irán.
“Si EEUU impone sanciones a Arabia Saudí hará frente a un desastre económico que hará temblar al mundo. Riad es la capital de su petróleo y puede afectar a la producción y los precios del petróleo… Si el precio de 80 dólares el barril ha irritado al presidente Trump, nadie sabrá como reaccionar si el precio llega a 100 o 200 dólares el barril y quizás el doble de esa cifra. Arabia Saudí podría comenzar a fijar el precio del petróleo en la moneda china, el yuan, en lugar del dólar”. “Además, EEUU se verá privado del mercado de Arabia Saudí, que es una de las 20 mayores economías del mundo”.
“Arabia Saudí estará entonces más cerca de Irán que de EEUU… y Hezbolá y Hamas dejarán de ser enemigos para convertirse en amigos”. “La estrecha cooperación en el terreno de la inteligencia entre Riad, EEUU y Occidente se convertirá en cosa del pasado”.
“Rusia y China están preparados para satisfacer las necesidades de Riad”, dijo Dajil, que especuló acerca de la posible construcción de una base rusa en Tabuk.
Estas amenazas son similares a las que Arabia Saudí utilizó en 2016 cuando el Congreso de EEUU planeaba despojar al país de su inmunidad soberana por su papel presunto en los atentados del 11-S. Los saudíes amenazaron entonces con destruir el valor del dólar vendiendo masivamente sus bonos en el mercado de la deuda pública estadounidense.
Aunque la historia ha mostrado que la combinación entre amenazas económicas y adquisición de armamento ha bastado para que los saudíes se salgan con la suya en casi todas las cosas, esto podría no ser igual en esta ocasión y dichas amenazas podrían irritar más al Congreso de EEUU, que ha ha mostrado su ira por el asesinato de Khashoggi, y acelerar medidas como sanciones o restricciones a las ventas de armas.
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