Por Carlos M. Rodríguez C.
Las amenazas de guerra contra el
gobierno legítimo del Presidente Maduro, dirigida desde los E.U. y que pasa por
el reconocimiento como presidente interior del lacayo apátrida Juan Guaidó,
(apoyado por un minúsculo grupo de los países del mundo), por la profundización de la política genocida del
bloqueo económico, la instigación y el asesoramiento permanente de invasión
militar por parte de los países limítrofes, y sobre todo, el financiamiento y
dirección de las acciones violentas en Venezuela, ha sido develada por el
gobierno venezolano y denunciada a través de los medios de información del
mundo.
Pero hay algo más. Lo constituye el
reclutamiento de militares (de todo rango) activos o en condición de retiro
para que realicen acciones de espionaje a la FANB, el llamado a la deserción,
el robo de equipos militares incluyendo fusiles, granadas, lanzagranadas y
hasta aviones rusos, además de la compra de efectivos para que se pronuncien
contra el gobierno legítimo y participen en actividades de la oposición
tratando de legitimar con su presencia las protestas contra el Pte. Maduro y al
írrito Juan Guaidó. Proceso que está en pleno desarrollo.
Igualmente con el llamado a la
desobediencia y desacato de los empleados públicos que se concreta en la
inacción y parálisis en los entes del estado. Hablamos del sabotaje a la acción
del estado y del gobierno a través del deterioro exprofeso de las instalaciones públicas y los equipos de
trabajo (energía eléctrica, inseguridad, vialidad, suministro de agua potable, gas
doméstico, gasolina, internet, transporte público, aseo urbano, salud, entre
otras.) y al no seguimiento y control de las actividades que están bajo su
responsabilidad contando además con la
ausencia de medidas efectivas (o de su no aplicación) para sancionar y corregir
dichas fallas.
Pero lo más importante. Es la dejadez,
la falta de compromiso, la inacción por parte de aquellos que incumplen con sus
funciones lo cual afecta directamente a
la población, comunidades, enfermos, escolares, personas en condiciones
especial y dejan en entredicho el impacto social y político de la revolución bolivariana sin que nadie
haga algo por evitarlo.
Las acciones tomadas por el gobierno
de los E.U. y la derecha nacional e internacional y las amenazas de una
intervención armada han nucleado a la mayoría población venezolana alrededor
del gobierno legítimo de Venezuela representado por Nicolás Maduro y sus
instituciones (ANC, TSJ, Ministerios), igualmente han fortalecido la moral
revolucionara del pueblo que ha dado muestras públicas y masivas de apoyo a sus decisiones soberanas como lo
son la elección de la ANC, Presidente de la República, Gobernadores, Alcaldes y
Concejales.
Sin embargo la inconformidad por la poca efectividad de las medidas tomadas
por el gobierno para contrarrestar la guerra económica, la inflación galopante, el bachaqueo,
contrabando, inseguridad, corrupción, mal funcionamiento del estado, del gobierno
constituyen una especie de detonante que puede, en cualquier momento, explotar
ya que si bien es cierto el pueblo venezolano apuesta por la patria, su soberanía,
por la revolución, también apuesta por
la corrección de las desviaciones del gobierno, de los desaciertos, de los
errores que han permitido que esta guerra económica haga más estragos en la maltrecha
economía familiar, salud, ingesta, empleo, educación, oportunidades de
desarrollo social y cultural.
El enemigo endógeno, ese que está
anquilosado en las estructuras del estado, del gobierno, el que permanece
escondido pero erosionando el funcionamiento de las instituciones públicas, que
viene deteriorando los objetivos, las metas de la revolución socialista
bolivariana, que actúa como un cáncer incontenible contaminando, degradando la
patria, las esperanzas del pueblo, hay que extirparlo de raíz y para ello hay
que dar un estremezón al gobierno, a sus instituciones, sus metas, sus
funcionarios, de lo contrario los 20 años de revolución serán devorados por la
derecha, por el capitalismo salvaje y
amenaza con el retorno de la cuarta república, del puntofijismo hacia lo cual
apunta el imperialismo y sus acólitos.
La
acción es para hoy. No para mañana.
carrodcas@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario