Por Carlos M. Rodríguez C.
“La libertad es siempre la libertad de
aquellos que piensan de otra manera.
Rosa Luxemburgo
El consumismo es el producto de esa falsa creencia con la cual se les hace creer que se es dueño de la riqueza de la sociedad por adquirir bienes y servicios innecesarios, vestidos, joyas, autos, viviendas, celulares, servicios de televisión y un sinfín de cosas más que al final lo que hace es endeudarse y vivir hipotecados de por vida, rindiéndole más dinero al capital acumulado, es decir, produciendo más riqueza para los capitalistas.
Pero también hay otras formas de instalar falsa conciencia a la sociedad por parte de la clase dominante.
Una de ellas consiste en la inoculación de ideas con las cuales se pretende consagrar nuevos derechos a la humanidad cuya verdadera esencia son nuevas formas de alienación. Nos estamos refiriendo a la ideología de género cuyo fin último, no es tan solo la creación de una nueva forma de consumismo al producir literatura, ropa, insumos a aquellos que forman parte de estas nuevas anomalías conceptuales, sino incluso a una forma más sutil de reducir la especie humana.
A este coro se han unido algunos supuestos representantes del pensamiento de izquierda quienes han adoptado un lenguaje cuyo trasfondo no es más que el nuevo léxico mixtificador con lo cual se desvirtúa la verdadera esencia del pensamiento revolucionario socialista.
Estos Caballos de Troya deben ser denunciados, desenmascarados y con ello esclarecer la verdadera esencia y objetivos de la izquierda a nivel internacional: la construcción de la sociedad socialista.
Unido
a esto, el conflicto Rusia-Ucrania amenaza con convertirse en una hecatombe
mundial cuyas consecuencias sería, entre otras, la destrucción masiva de medios
de producción pero además la muerte de millones de personas inocentes, obreros,
niños, madres, padres hermanos…
Este conflicto viene alimentado por los países de la OTAN y principalmente USA., pero también otras naciones que han sido impelidas por parte del gobierno de los E.U. a participar, directa o indirectamente, en una guerra de carácter asimétrica, cuya consecuencia es impredecible ya que el conflicto pareciera tener carácter irreversible y catastrófico dado los hechos que se han suscitado y los antecedentes históricos de la primera y segunda guerra mundial especialmente los dos bombardeos a Japón por parte de la aviación de los E.U., cuyos efectos fueron catastróficos, ocasionando la destrucción de las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, la muerte a millones de seres humanos y la contaminación ambiental que ha afectado a miles de pobladores, no sólo en Japón sino en territorios cercanos que todavía sufren las consecuencias.
El apoyo a la Federación Rusa aparece como una posición de izquierda pero al final es el respaldo a una obligación bélica cuyos efectos hemos descrito antes.
Todos estos Caballos de Troya deben ser desmontados a fin de esclarecer la real posición revolucionaria, de movilizar a los revolucionarios para tomar una postura que unifique a los trabajadores, intelectuales de izquierda, líderes comunales, estudiantes, campesinos en movilizaciones a que denuncien, en primer lugar, las causas y consecuencias de la guerra y en segundo término, a la unificación de las fuerzas en la construcción de un programa político que presente una propuesta internacional de elaboración de una plataforma política clasista que apunte a la construcción de un gran partido obrero revolucionario internacional para evitar lo que está en avance: La Tercera Guerra Mundial.
Revivamos la consigna de Rosa Luxemburgo valiente luchadora alemana: “Socialismo o Barbarie”.
Es ahora o nunca.
Hacia la victoria siempre. Venceremos
@ChávezViveLaluchaSigue#
carrodcas@gmail.com
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