Por Carlos M. Rodríguez C
.
“La libertad es siempre la
libertad de
Aquellos que piensan de otra
manera”
Rosa Luxemburgo.
El
clima político en Venezuela cada día se enrarece más debido a la proximidad del
proceso eleccionario el 28 de julio.
La
confrontación más directa está dada entre los que apoyan al Presidente Maduro
en sus aspiraciones para gobernar un tercer período y los llamados escuálidos.
La
palabra “escuálido” es un término acuñado por el Cte. Chávez a la oposición al
referirse a que esta veía cada vez más
mermados sus seguidores y lo utilizaba como un tratamiento despectivo.
El
término aún se usa. Pero, debido a que cada día su aversión al Presidente
Maduro se hace más aguda, el término ha venido siendo sustituido por la palabra
“disociado” indicando con ello que tienen la mente disgregada, que son capaces
de razonar, de ver la realidad política del país, debido a su odio a todo lo
que le huela a chavismo, a izquierda.
El
alevoso en tanto aquel que ha traicionado sus principios, creencias,
personas. La también se corresponde a
desleal, traicionero, infieles, felones. Entre el alevoso y el escuálido hay una
diferencia aunque se dice que aquellos que han abandonado el pensamiento o la
simpatía por el chavismo o la izquierda se han convertido en escuálidos.
En
el escenario político del país ruedan muchos cadáveres de quienes, otrora
acompañaron al Comandante en cargos del gobierno, partido político que hasta le besaban los pies al Comandante.
Hoy día, algunos de ellos, aparecen en las redes sociales abominando del
Presidente Maduro y aupando la candidatura del candidato tapa de la derecha
González Urrutia.
El
alevoso, desde el punto de vista ético, es más criticable que el escuálido pero
ambos tienen como objetivo, en esta jornada electoral, derrotar al Pte. Maduro
y con ello desmontar la Democracia Participativa y Protagónica consagrada en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, al igual que todos los
beneficios que, desde el año 2002 viene disfrutando la población en salud,
educación, alimentación…
El
crítico es aquel que pone en entre dicho las medidas que el presidente
Presidente Maduro ha hecho con las cuales ha modificado algunas de las visiones
y conceptualización del proyecto revolucionario participativo tal como lo concibió
Chávez muchas de las cuales constituyen un retroceso a la visión capitalista
dependiente en vez de hacer un avance cualitativo y cuantitativo del
mismo.
El
crítico apoya la candidatura de Maduro pero le plantea a viva voz sus
objeciones y le invita a profundizar el proceso revolucionario bolivariano
originario en concordancia con los cambios necesarios para radicalizar sus
propuestas.
El
problema viene dado que muchos de los seguidores (o que dicen serlo) de Maduro
provienen de la derecha y sus actuaciones, propuestas y conceptualizaciones son
definitivamente capitalistas y en consecuencia, generan un retroceso a la
concepción revolucionaria del proceso político y económico del país.
El
caso es que el círculo político y burocrático que rodea al Presidente Maduro lo
tiene maniatado y enceguecido por lo que la praxis política del gobierno tiene
un tinte liberal burgués en detrimento de los avances que hizo el presidente
Chávez en materia política, económica, de gerencia. Uno de estos casos es la
creación de las Zonas de Exclusividad Económica, la vuelta a la privatización
de las Empresas del Estado y la privatización de los Puertos, entre otras
En
este sentido el crítico plantea avances en cuanto a la gestión de Maduro en
especial en este nuevo período gubernamental que viene ya que los pronósticos
avizoran una inminente victoria de su candidatura.
Esperemos
que Maduro se desligue de esos círculos de políticos, asesores económicos, amigos que no tienen una visión de la
realidad del país y logre hacer una gestión verdaderamente incluyente,
revolucionaria, de clases.
Si
no, la situación se pondrá de pronóstico reservado dado el nivel de malestar e
inconformidad que tiene la población venezolana.
Hacer la patria libre o morir por
Venezuela
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