Por Carlos M. Rodríguez C.
Dicen que el habla es el espejo de la
mente. Esto es cierto ya que nuestras ideas se expresan con palabras, y estas
palabras están llenas de contenido. Pueden tener un contenido figurado o
explícito, pero a veces la palabra nos refiere a sentimientos, deseos, anhelos
que reflejan posturas, posiciones contradictorias a las que manifiesta
públicamente. A veces llamamos a personas con el nombre de otras, esto no es
más que un acto fallido (también conocido como desliz freudiano) que según
Wikipedia define como: “a aquel acto que pone de manifiesto una expresión
diferente e incluso contraria a la intención consciente del sujeto. Puede
presentarse en la acción, en el discurso verbal o en un gesto. El resultado
obtenido no es el que explícitamente se perseguía alcanzar, sino que ha
ocurrido un reemplazo que escapa a la consciencia del sujeto actuante”.
Recientemente, y muy reciente, leí a
un articulista que publicó un texto en el cual hacía un reclamo a José Vicente
Rangel referido al discurso manido que mantiene con relación a la situación
actual de la izquierda venezolana.
El articulista toma como punto de referencia la
crítica que hace Manuel Cabieses Donoso a los viejos esquemas que mantiene la
izquierda en Latinoamérica y en especial
la chilena de donde es originario Cabieses quien opina que "La
Izquierda de hoy -en la época de la globalización- no tiene porqué
identificarse con las formas orgánicas y tácticas que adoptó en los siglos XIX
y XX. Si lo hiciera no sería revolucionaria que es el rol de la Izquierda desde
los jacobinos en adelante." cita del autor referida por el articulista.
Sin ánimo de entrar en discusión sobre
la posición de Cabieses ya que en el fondo coincido con él, con mis críticas
claro, no obstante quiero hacer dos consideraciones importantes.
Primero, creo que José Vicente
mantiene una postura distinta a las posiciones de los luchadores de los años 60
hasta los 80 ya que el formó parte de aquellos que se apartaron de la lucha
armada y se acogieron a la “paz democrática” impuesta por el sacrosanto
Caldera. JVR hace años abandonó los postulados de la lucha armada, el
comunismo, la dictadura del proletariado. Su posición actual está acorde con el
discurso dominante impuesto por la corriente socialdemócrata de la revolución
bolivariana siendo sus categorías de
análisis y discursivas aquellas
fundamentadas en el Socialismo del Siglo XXI.
Segundo, cuando el articulista
parafrasea el título de la canción y lo ajusta al título del artículo, se
autoexcluye de la izquierda, es decir, pareciera que trasciende la crítica a las posiciones de Rangel en defensa del
gobierno de Maduro a la visión de la izquierda en el sentido amplio, es
decir, a los aportes del Socialismo del Siglo XXI dentro de la Revolución
Bolivariana. Lo que es válido por supuesto.
Valdría la pena preguntar si no es un
acto fallido, es decir, si el articulista se aparta del pensamiento
revolucionario o es una confesión de parte, es decir, realmente deja de ser de
izquierda.
Personalmente considero que, siendo
lector permanente del articulista (cuyo nombre omito ya que en una oportunidad
me censuraron un artículo por hacer referencias directas a un articulista de
Aporrea) y considerándolo una persona de
pensamiento de izquierda pero crítica, no identificada con los
grupúsculos aleves que presumen de revolucionarios pero que han abandonado el
pensamiento de izquierda, o escudándose en él presumen de socialistas,
chavistas, come candelas, creo que el
título con que identifica su trabajo: Izquierda
venezolana requiere un sahumerio. ¡José Vicente, chico, componle algo bueno a
tu gente!, deja lugar a dudas y en consecuencia,
respetuosamente hago mi observación por este medio.
Hacia
la victoria siempre. Venceremos
carrodcas@gmail.com
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